jueves, diciembre 22, 2005

Imitando al Bobo Solemne



Debo reconocer que admiro el arte de los imitadores. Y esto me lleva a una pequeña digresión, nada más empezar.

Existe en todo arte eso que se denomina "difícil facilidad", que consiste en la aparente sencillez con la que el artista ejecuta su obra o su representación. Un patinador artístico, un torero, un pianista, un actor teatral, un compositor o un pintor, por poner solo algunos ejemplos, nos ofrecen el espectáculo o la obra consumada, como si no les hubiera costado ningún esfuerzo.
La fluidez de los movimientos o formas sugieren una despreocupada naturalidad, una improvisación o una inspiración afortunadas. Pero todo arte tiene su técnica, y su aprendizaje, si bien no todo el mundo tiene aptitudes para él.
Genes distintos hacen cerebros distintos, y el cerebro no solo piensa, en el sentido en el que nosotros entendemos que piensa. La gran mayoría de las cosas que hacemos las hacemos inconscientemente. Utilicemos la parte que piensa para entenderlo: mientras yo escribo estas líneas tecleo a gran velocidad sin mirar cada tecla y pensar cada letra. Si uno va en coche puede ir, mientras conduce, manteniendo una conversación con el copiloto, escuchando a Federico o a los Beatles en la radio-cd, o pensando en sus cosas laborales o personales. Eso no impide que la mano derecha controle la caja de cambios o que el pie pise el freno y el acelerador ajustándose imperceptiblemente a la situación del tráfico, que se ve y se procesa inconscientemente. Por otro lado muchas de las cosas que penetran a través de nuestros sentidos no llegan nunca a nuestra consciencia. Por continuar con el ejemplo del viaje en coche: el cerebro recibe la imagen de un volkswagen golf azul que nos pasa por la derecha, conducido por una rubia. Podría no significar nada, y podríamos no darnos ni cuenta, o, en caso de que si, no ser conscientes más que un microinstante. Pero de pronto se percibe que esa rubia es en realidad un rubio, probablemente de bote, un travestido, vaya. Focalizamos entonces nuestra atención en él, y pasamos a ser conscientes del coche, su marca, su color, que nos pasa por la derecha, que hay una rubia.....nuestro instinto, por llamarlo de alguna forma, nos pone en alerta ante algo que rompe la monotonía del paisaje exterior.
Hay que tener presente que a lo largo de nuestra evolución como especie desarrollamos la capacidad de percibir y distinguir no sólo a nuestros potenciales depredadores y los peligros del entorno (como un precipicio o un veneno en una planta), sino todo lo que supusiese un cambio notable o sutil respecto a un fondo natural de constancia y previsibilidad. Quienes eran capaces de percibir cambios, lo eran de adaptarse a ellos, y por tanto eran mejores candidatos para sobrevivir y dejar descendencia que los que no lo eran.

Por lo visto los Neanderthales eran más centrados y los Homo Sapiens más dispersos. O al menos eso sostienen algunos paleoantropólogos. Si es así no me resultaría nada extraño, a pesar de que pueda parecer paradójico, que nuestra especie hubiera sobrevivido y poblado todos los rincones de la tierra y los Neandethales no. La propiedad que yo denomino "pensamiento divergente" nos separaría de los Neanderthales y su "pensamiento convergente". Nuestro pensamiento disperso y abierto nos habría permitido avanzar mucho más rápido por el camino del ensayo y el error que constituye la existencia, errando mucho más, pero aprendiendo también mucho más, y acumulándolo en la cultura. Un "pensamiento convergente" es un pensamiento muy focalizado, pero del mismo modo que permite centrarse en una tarea impide estar alerta a las casi infinitas posibilidades complementarias o alternativas del sinfónico juego combinatorio de la materia inerte o de azar y necesidad de la viva. No es de extrañar por ello que el arte rupestre, primer arte digno de ese nombre, surgiera entre nosotros.

El arte es pues, una parte indisoluble de nuestra naturaleza. Y el artista, que tiene una predisposición innata para su arte, pero después de un necesario aprendizaje de las particulares técnicas de este, realiza con gran naturalidad, sin pensar cada nota, cada pase, cada movimiento, cada pincelada....etc etc...su obra o su representación, pareciendo que lo hace fácilmente.

La imitación es un arte. Quizá no el más sofisticado ni el más elevado, pero como todo arte tiene un extraordinario mérito. Lograr parecerse, en gestos, comportamientos o palabras a otro ser humano hasta el punto de ser indistinguible del mismo es algo verdaderamente genial.

Me maravilla el "mimetismo de Bates". Con él logra una mosca parecer una avispa y no ser depredada, por ejemplo. Admiro al romano Bruto, que se hizo pasar por tonto con gran arte para terminar derrocando a Tarquino el soberbio. El engaño y el disimulo forman parte del complejo juego de las relaciones sociales humanas. Llevados a su extremo suponen autoengaño y poses para con uno mismo, pero usados con moderación son parte esencial de la salsa de nuestras vidas. Otro asunto es la finalidad que se de a los mismos, que también está relacionada con el grado de autoengaño al que uno se someta a si mismo.

La imitación es un engaño y un disimulo, sacados del contexto social y natural de recompensas y castigos, de éxito y fracaso, de vida y muerte, y convertidos en mera representación para el deleite de los espectadores.

Por ello quizá a muchos les desagrada que se mezclen la broma imitadora con la seriedad de la política. Pues se trata de algo muy serio, y muy grave, que Evo Morales haya llegado al poder en Bolivia. No tiene nada de representación, ni de gracioso.

Tampoco lo tiene un bobo solemne. Por lo que tiene de solemne, me refiero. Un bufón en la Corte no preocupa a nadie, es más, despreocupa.....¡¡salvo que sea el REY!!. Aunque este que nosotros tenemos, solemnemente instalado en la Moncloa, no es Rey, pero gobierna, siendo el otro Rey, el de verdad, una pura representación. Y aún en este papel representativo quiere el bufón quitarle de en medio, muy solemnemente, llamándole Rey Republicano. Una República, ese es el sueño de nuestro jefe de gobierno. Bananera, como las que ayuda a instalar y favorece en una Sudamérica cada vez más escorada a la izquierda, al empobrecedor socialismo, y española, esto es, no española, o ex-pañola, dividida en los viejos Reinos de Taifas redivivos, pero Reinos sin Rey, con un bufón nacionalsocialista a la cabeza, a ser posible musulmán, como los de antes.

ZP podría ser un bobo de verdad, o simularlo y engañarnos, como Bruto simuló delante de Tarquino para engañarle y derrocar la Monarquía. Si, ZP y Bruto aspiran a lo mismo, aparentemente. Pero nada menos cierto, la República de Bruto se hizo en nombre de la libertad de los romanos y esta República se hará a imagen y semejanza de las que ya tuvimos, esto es, contra la libertad de los españoles. Un ZP republicano es el colmo del disimulo y del engaño pues significa un Tarquino disfrazado de Bruto.

¿Es serio?. Él no. Lo que hace si. Desde su inmensa irresponsabilidad personal maneja asuntos de inmensa responsabilidad impersonal. Y dado que millones de ojos le miran, aunque no siempre le ven (no llega a la consciencia de quienes le miran lo que ven) lo hace todo, por si acaso, entre bastidores, en secreto, en conciliábulos maquiavélicos en los que bismarkianamente se reparten los despojos del hurto tributario. Tan ávidos están de repartirse el pastel que pronto no van a quedar más que migajas, que cada uno barrerá para su casa como buenamente pueda.

En esa línea conspiradora contra su pueblo negocia con otros perversos conspiradores a espaldas de los otros pueblos. Que se duplique la ayuda al socialismo procastrista en Sudamérica no es una broma, pero queda desvelado gracias a una broma. No es una ayuda al pueblo boliviano, sino al politburó siniestro que lo va a empobrecer.

El ZP de la COPE está muy muy logrado. Le escuché cuando, después de las elecciones ganadas a bombazos por el ZP original, llamaba a las sedes del PSOE para felicitarles "personalmente" por su trabajo.

En principio me desagrada que ciertos asuntos sean tomados a guasa, desde un periodismo presuntamente gracioso y juguetón. La fórmula CQC siempre me asqueó. Pero, por otra parte, creo que ciertos políticos merecen que se les trate de esa manera, pues ellos son los primeros en tomar poco seriamente las cosas importantes. Sí, actúan con seriedad.....con solemnidad, pero bobamente, y sus boberías no nos hacen reír porque pagamos por ellas un alto precio, que puede incluso ser el de nuestra felicidad....sin la cual no nos quedarían ya ningunas ganas para reír.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

jaaa jaaaaa. También me se reir de tí.

Nomotheta dijo...

Se confirma lo que dice Maestre contigo, que te proclamas rojo progre. Reirse de alguien en su cara es como darle una patada en la boca simbólica.

Aunque en este caso no pase de tentativa.

Anónimo dijo...

Pues no conocía el dato ese de los "cromañones" y los neandertales. Se ve que se dispersaron mejor.

En cuanto a la broma, a mí personalmente no me ha gustado, creo que suplantar al presidente de un país y llamar al de otro no es asunto jocoso, y en mi opinión traspasa las lineas del respeto y la ética profesional. Otra cosa es las trapisondas diplomáticas que está armando el bufón del ministro de exteriores a santo de la bromita.

Feliz Navidad ¡¡¡¡

ElJinetePalido (por el frío)

Nomotheta dijo...

A ver si a la COPE le va a pasar lo que a Capone: le van a pillar por su sección de humor en lugar de por las opiniones serias, que son las que realmente les preocupan, como a Capone le pillaron por defraudar al fisco en lugar de hacerlo por su tráfico ilegal y sus asesinatos.

Claro que en este caso los delincuentes son los que se supone que hacen las leyes y deben proteger los derechos ciudadanos, y el perseguido un Demóstenes que trata de despertar a los ciudadanos de su letargo entreguista y complaciente.

Feliz Navidad a tod@s.

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho la digresión, como me está gustando mucho el libro de Coughlin sobre Satán Hussein.

¡Dios mío! ¡y pensar que me ha costado nada más 1 euros!.

Anónimo dijo...

Ah, se me olvidaba...FELIZ NAVIDAD.

Anónimo dijo...

Nuestros mejores deseos. Feliz Navidad.