viernes, septiembre 30, 2005

Impotencia

Uno siente impotencia al ver que el proceso de descomposición de España sigue su curso inexorable. Se vota en las elecciones y la suerte está echada por cuatro años. Una cuestión tan grave como esta requeriría un referéndum nacional. Después habría que atender muy especialmente a los resultados en las regiones en las que se pide la independencia y hacer valoraciones serenas. Pero ¿qué es eso de que el parlamento catalán declare a Cataluña nación y que lo pase al Español para que le dé el visto bueno?. ¿Dónde está ahí el pueblo?. ¿Creen que por recibir un mandato por cuatro años reciben carta blanca para hacer todo lo que les venga en gana?. Esto es el despotismo de una democracia representativa mal entendida.
La democracia directa es imposible, pero para cuestiones de este calado es imprescindible. No todos los días se discute si un colectivo y un territorio son una nación o parte de otra. Bueno, no todos los días debiera discutirse: en España últimamente si.

Indocumentados Locuaces

El otro día, durante un debate en la SER sobre diversas cuestiones políticas, se mencionó que el FBI había asesinado a un líder independentistas Puertorriqueño. Los contertulios quisieron entrar en detalles pero se quedaron mudos al preguntarse dónde había sido asesinado: ¿en Puerto Rico? ¿En EEUU?. Realmente no tenían ni idea. Finalmente el ínclito Boris confirmó que en el propio Puerto Rico.

No sabiendo como no sabían nada, podría uno dudar justificadamente de que hubiera sido EEUU, o más concretamente el FBI, el autor de la muerte: ¿lo saben tan bien como saben dónde fue?.

Uno piensa en Les Luthiers: “No sé si fue antes o después.....¡Ya está! ¡Si! ¡Lo tengo!......fue antes. Lo que no sé es de qué”.

Pero no voy a discutir que EEUU, a través de su FBI, diese muerte a aquel hombre. Parece que así fue. ¿Qué currículo tiene el individuo en sí?, ¿había vulnerado la ley?, ¿se resistió?. Nada nos dicen. Pero por lo que me he informado hubo un intercambio de disparos y un agente del FBI resultó herido. El muerto no era un manso corderito.

Los tertulianos de la SER habían mostrado, en el comentario de esta noticia, un claro desconocimiento y una notable animosidad hacia EEUU.

Decía Boris, hablando de la madre del militar muerto en Irak que viene dando la murga últimamente, con circo mediático-político alrededor, que en EEUU había una gran censura en la prensa. Esa misma censura, parece ser, es la que ha permitido que el mundo entero conozca perfectamente todo lo relativo a la campaña orquestada por esta mujer.....o, para ser exactos, todo lo que ella y los que con ella están (detrás y delante de las cámaras) quieren que se sepa, quieren que se vea. Después de todo puede que Boris tenga razón y exista alguna clase de censura en los medios de EEUU: censura autoimpuesta que persigue presentar los hechos y opiniones de una determinada manera.

La falta de rigor, seriedad y profesionalidad de los tertulianos de este debate llegó a su cumbre cuando un tal Jaime, de cuyo apellido no logro acordarme, de acento argentino él, decía de la noticia de la sentencia a Al Qaeda en España que era una prueba irrefutable de que las tesis mantenidas por el PP últimamente acerca del 11-M eran erradas y malévolas, que solo pretendían crear tensiones y engañar. Decía que no estaba ETA detrás y que quedaba claro que todo había sido obra de Al Qaeda.

Hubo, tras sus palabras, un silencio incómodo. La conductora del programa tuvo que retomar el asunto corrigiendo a Jaimito: “Sé por dónde vas Jaime, entiendo lo que quieres decir, pero el juicio a Al Qaeda en España es por el 11-S, no por el 11-M”.

Después de eso nuestro Jaimito se vio obligado a disculparse: “discúlpenme, estaba desinformado sobre este particular...patatín patatán”.

Lentamente se recuperó el tono y el ritmo del debate –con la inestimable colaboración de Álvaro Vargas Llosa- y los quijotes subieron de nuevo a su montura para afrontar nuevos molinos.

jueves, septiembre 29, 2005

¡Vaya, Vaya! ¡Aquí no hay Valla!

O vienen bienes o vienen gentes. Esa es la alternativa. Cuanto más alta es la barrera arancelaria más baja resulta la física, por muy alta que materialmente sea. Esa relación inversa es inexorable. El ingenio humano siempre encontrará camino para abrirse paso si la muerte no le pone freno. Todo lo que no mata nos hace más fuertes, y más atrevidos. Y donde no hay libertad los déspotas saben muy bien como organizar los éxodos o los genocidios.

Este último éxodo lleva camino de convertirse en sutil genocidio. Masas desesperadas se agolpan en la puerta de entrada cerrada del paraíso de los papeles en regla, que es el puente dorado a todos los paraísos. Golpe de efecto llamada de un socialismo de solidaridad siempre tartufa. El efecto de esa causa es que ahora los que llaman a golpes a la puerta blindada son ellos, los llamados. La Caldera resuena porque no tiene nada dentro. A los mendigos del mundo... ¡calderilla!.

Los outsiders africanos aspiran a ser insiders de un Estado del Bienestar que se colapsará bajo su enorme peso numérico.

Saltando apenas 6 metros de altura, tras una odisea africana, se pasa del tercer al primer mundo, de apátrida arruinado por las mafias locales y nacionales a ciudadano europeo con inciertas posibilidades de prosperar, del infierno dantesco de la esclavitud al séptimo cielo de la oportunidad. Y con la ayuda del autócrata codicioso, jefe de todos los padrinos, quizá tengan los buscadores de la nueva Atlántida una escalera, stairway to heaven......camino de rosas con espinas, que son las de la corona del crucificado, Rey de los desheredados, que subió al tercer día.

Para él los últimos eran los primeros, donde él fue.

Hoy y aquí, o entre aquí y allí si de fronteras hablamos, las escaleras al cielo han sido solo para los creyentes en ese u otro profeta posterior, que sueñan la vida eterna, que es el sueño eterno.

Cuatro de ellos (no sabemos si creyentes en Occidente o en Dios) han podido catar la tierra del "paraíso en la tierra", mientras eran aplastados por los que les acompañaban, que utilizaron sus cuerpos de puente o de tobogán. No había de seguro en ello nada personal, solo el afán humano por salir adelante por encima de lo que sea, animado o inanimado. No existiendo en sus lugares de origen las condiciones para desarrollar actividades productivas, no habiendo ley ni propiedad, cogen los anónimos subsaharianos sus cuerpos, propiedad única, y los utilizan de frágil ariete contra los sólidos muros elevados por la ley extranjera, que sueñan sea la suya.

Podemos sentir lástima, pero debemos mirar con más atención que en ningún otro asunto humano a la causa, cuando del drama desnudo, sin máscaras griegas, se trata.

Y debemos buscar soluciones que perjudiquen a unos pocos ahora y beneficien a todos a medio plazo, y no dejarnos obnubilar por las mamarrachadas demagógicas de los que ponen, al lado de un mal muy grande, propuestas de solución muy grandes.....si bien tan grandes como ineficaces y prolongadoras de la agonía.

Los cuidados paliativos solamente se aplican cuando el enfermo no tiene remedio. Y todos sabemos que las recuperaciones son muy duras.

¿Aprenderán esto nuestros ilustres poco ilustrados?.

¡Anda ZP, bájate de la nube de la Alianza Civilizacional y de la lucha contra la pobreza y mira lo que hacen tus amigos del sur con la carne humana y tus amigos del norte con la protección agraria!.

Claro que a lo mejor las fronteras que deseas son las de ninguna parte, y por eso te estás cargando España.

Si, ZP, Utopía significa “ninguna parte”. Y cuando bajes de tus alturas blandas te encontrarás con el duro suelo, muro intraspasable, y las fronteras abundarán por doquier, porque otros a los que llamabas amigos las habrán levantado para impedirte pasar...a su “alguna parte”.

miércoles, septiembre 28, 2005

Experto en la “Materia”

Juan me envió hace ya tiempo su artículo pidiéndome que lo leyera y le diese un parecer. Le había dicho unos meses antes que la física cuántica me parecía muy interesante, y había charlado con él acerca de la historia y los personajes de esa profundísima y fundamental aventura intelectual. Pero quizá con ello le creé un espejismo, le hice creer que tenía aptitudes y conocimientos para juzgar en ese recóndito terreno de lo infinitamente minúsculo.

Unificar la mecánica cuántica con la relatividad general de Einstein, lo ínfimo con lo descomunal, es un reto para titanes, y saber matemáticas y física superiores es imprescindible para poder asumirlo. Yo no podía complacer a Juan en este terreno, y me avergonzaba un poco por ello.

¿Cómo decírselo?....¿Cómo hacerle saber que su artículo, que empecé con interés, iba mucho más allá de lo que yo podía comprender?. Sencillo: diciéndoselo.

Pero su entusiasmo era inagotable, y al oír que no me veía capaz insistió diciéndome que en su artículo las matemáticas estaban reducidas a la mínima expresión, y que era perfectamente asequible para cualquier persona de inteligencia media y un poco de inquietud.

No contento con eso me regaló un libro de divulgación científica que trataba el tema de su artículo de un modo sencillo y con una aproximación histórica: “Entrelazamientos”, de Amir Aczel.

Leí la obra con rapidez y me maravillé de la no localidad y los entrelazamientos, y de los avances en la física de nuestro tiempo, pero no obtuve fuerzas de ello para avanzar yo en el artículo.

El otro día Juan me reenvió un correo de Aczel. El autor del mentado libro, físico de gran talla él, celebraba el artículo de Juan y pedía reunirse con él próximamente en un encuentro matemático internacional.

Le respondí:

“Hola Juan,

No sabía que se lo hubieras mandado a Aczel. Su libro es muy interesante, y está planteado de forma divulgativa, que hasta un no físico como yo puede más o menos comprender.

Me alegro que tengas la oportunidad de compartir tus ideas con Aczel, con quien seguro tendrás un profundo y fructífero entendimiento científico del que probablemente se hable en otros libros aún por escribir.

Ojalá y yo pudiera apreciar correctamente la belleza y exactitud de vuestros desarrollos matemáticos”.

Quizá tengamos entre nosotros a una de las mentes mas preclaras de la física de nuestro tiempo, y de todos los tiempos, pero....¿estamos en condiciones de juzgarlo?.

Quien crea estarlo que visite su página, en la que ha publicado su artículo.

Por una vez puedo decir orgulloso que conozco a un experto en la “materia”.

Y si no me equivoco carece de financiación pública.

Brillante iniciativa privada.

martes, septiembre 27, 2005

El Inventor del Talante

Hoy en día todo el mundo atribuye el invento a ZP. Pero lo cierto es que la cosa fue inventada por un hombre del principal partido de la oposición. Era un joven ambicioso y de verbo grácil, una persona que parecía capaz de solventar todos los asuntos a partir de un profundo conocimiento jurídico y una especial disposición y habilidad para alcanzar compromisos. A mi, que era inexperto e ignorante en cosas políticas, me parecía un tipo estupendo, sabio y bueno, capaz de lograr maravillas a partir precisamente de ese talante que derrochaba.

Ese hombre decía que iba a escuchar a la oposición, a reunirse con ella periódicamente de diversas formas parlamentarias y extraparlamentarias para alcanzar consensos y unanimidades, y ello pese a tener la mayoría absoluta, pues su intención era escuchar todas las voces y alcanzar acuerdos de amplia base.

Gobernó la Comunidad de Madrid varios años, se hizo amigo de su antecesor socialista, y ahora está en el Ayuntamiento de la capital, y va de un lado para otro de la mano de su actual oposición, a la que parece tener un gran cariño.

Se podría decir de él que representa fielmente esa idea errónea de liberalismo, consistente en saber y querer prestar oídos a todos y asumir puntos de vista diferentes e incluso divergentes sobre cualquier asunto político.

Hoy está cansado, asqueado, decepcionado. Su empuje arrollador ha sido frenado por sucesivos pases de muleta de los que a fuerza de ser sus compañeros de partido se han convertido en sus contrarios. ¿Cómo es que él, tan válido y talentudo, ha sufrido ese ostracismo silencioso, ese destierro interno, que le ha impedido alcanzar las altas cotas que tenía programadas, casi predestinadas?. Nadie lo sabe.

Ahora aplica una política de impuestos, gastos y endeudamiento más bien alegre, por eso de que está triste. Aunque esa ha sido en el fondo, de siempre, su tendencia y su predilección.

Los socialistas, con ese discurso ambiguo en ocasiones y abiertamente contradictorio en otras, le acusan de no ser austero, de despilfarrar y deber. ¿Cómo es posible, después de tantos arrumacos que les ha hecho, que le correspondan así?....¿Pero no eran ellos los amantes del gasto público?....¿No lo son ahora a escala nacional?....

Nuestro héroe incomprendido se preocupa, y se pregunta hasta cuando estará encerrado en ese dantesco infierno de poder parcial y local. ¿Será ese, después de tantos afanes, su sino?....

Alguien que le conoce me dijo que hace muchos años cenaba con él y le parecía un hombre de excepcionales aptitudes y noble carácter. Pero las últimas cenas en las que compartieron mesa, más recientemente, lo encontró distante y prepotente.

Su antigua locuacidad dorada se ve ahora sustituida en más de una ocasión por un laconismo torpe, y sus esfuerzos por parecer el que era le dan un aire antinatural y efectista, que nada tiene que ver con su antigua soltura, plena de agilidad.

En demasiadas ocasiones ha querido ascender maquiavélicamente, y siempre ha sido ángel caído. La estatua del Retiro es también un homenaje a sus ímprobos esfuerzos por alcanzar la cumbre.

¿Llegará algún día, nuestro hombre, a lugar que él siempre creyó que le corresponde?.....

Quizá, aunque si esto ocurre será a costa de lo que su partido debiera representar, o contra él.

lunes, septiembre 26, 2005

El Gran Potlatch

“A principios del siglo XX los antropólogos se quedaron sorprendidos al descubrir que ciertas tribus primitivas practicaban un consumo y un despilfarro conspicuos que no encontraban parangón ni siquiera en la más despilfarradora de las modernas economías de consumo. Hombres ambiciosos, sedientos de estatus competían entre sí por la aprobación social dando grandes festines. Los donantes rivales de los festines se juzgaban unos a otros por la cantidad de comida que eran capaces de suministrar, y un festín tenía éxito sólo si los huéspedes podían comer hasta quedarse estupefactos, salir tambaleándose de la casa, meter sus dedos en la garganta, vomitar y volver en busca de más comida.

El caso más extraño de búsqueda de estatus se descubrió entre los amerindios que en tiempos pasados habitaban las regiones costeras del sur de Alaska, la Columbia Británica y el estado de Washington. Aquí los buscadores de estatus practicaban lo que parece ser una forma maniaca de consumo y despilfarro conspicuos conocida como potlatch. El objeto del potlatch era donar o destruir más riqueza que el rival. Si el donante de potlatch era un jefe poderoso, podía intentar avergonzar a sus rivales y alcanzar admiración eterna entre sus seguidores destruyendo alimentos, ropas y dinero. A veces llegaba incluso a buscar prestigio quemando su propia casa”.


De esta forma nos describe Marvin Harris, en su obra “Vacas, Cerdos, Guerras y Brujas”, la extravagante festividad del potlatch, que tan perplejos dejó a los antropólogos.

A todos nos parece algo natural que en una fiesta haya viandas para todos, e incluso tendemos a preferir que sobren a que falten. Pero la actitud de esos indios derrochadores parecería, a cualquier observador imparcial, antieconómica y estúpida.

Irenäus Eibl-Eibesfeldt, en su libro “Amor y Odio”, nos cita un fragmento de autoglorificación de uno de esos jefes dispendiadores:

“Yo soy el gran jefe, que avergüenza a la gente.

Nuestro jefe hace que la gente enrojezca de vergüenza.

Nuestro jefe hace que le tengan envidia.

Nuestro jefe hace que la gente se tape la cara de vergüenza por lo que él siempre hace aquí.

Continuamente está dando fiestas del aceite a todas las tribus.

.......

Vosotras las tribus sois mis súbditos. Yo me siento,

¡Oh Tribus!, en la parte trasera de la casa.

Yo soy el primero que os dio propiedades ¡Oh Tribus!

Yo soy vuestro águila, ¡oh tribus!

Traed vuestro contador de mantas, oh tribus,


Para que en vano trate de contar las riquezas

Que el gran hacedor de planchas de cobre va a entregar.....

Busco en vano en todos los jefes invitados


Una grandeza semejante a la mía.

No logro descubrir un verdadero jefe en ninguno de mis invitados.....”

Escuchando estas cosas y sabiendo que eran los potlatch, uno se sentiría tentado de atribuirlo todo a un primitivismo ya superado por nuestra especie a través del desarrollo de nuestras sociedades. Uno piensa en la Ilustración, o el la Revolución Industrial, algunos en la Francesa, o se busca cualquier otro origen para esta humanidad y estos valores cívicos tan maravillosos que hoy nos enorgullecemos de tener. Pero en hombre sigue siendo un primate con un cerebro desarrollado, no una divinidad encerrada en una prisión biológica. Hoy, lástima es comprobarlo, podemos encontrar grandes jefes tribales proponiendo y llevando a cabo salvajes potlatch en nuestras narices, pero con su traje y su corbata, con su discurso aparentemente moderado e inteligente, nos ocultan su verdadera naturaleza, nada distinta de la de esos derrochadores primitivos que tan atónitos dejaron a los antropólogos de campo que los vieron.

Uno piensa en el agujero del cubo de Okun. Arthur Okun decía que en la redistribución de la renta a escala nacional (o internacional, cabe añadir en este mundo globalizado), de cada dólar que sale del bolsillo de una persona pudiente no llega más que una fracción al de la persona necesitada. El agujero en el cubo sería el hueco por el que saldría ese dinero que no habría llegado a su destino, y habría hecho imposible el sueño de Robin Hood. Ese agujero es el agujero negro del Estado, que absorbe todo omnímodamente pero suelta muy poquito, beneficiando solamente a unos pocos que han sabido ingeniárselas para lograr ayudas, y que en tantas ocasiones no son los que las necesitarían.

Ese gran despilfarro es cosa aparte del terrible daño que se infringe al tejido productivo con el basto bisturí de la imposición estatal.

Podemos echar la vista atrás, apenas unos días o una semana para observar a nuestro Presidente ejerciendo de gran jefe kwakaiutle, en la ONU, ofreciendo una gran fiesta distribuidora en la que las viandas iban a abundar para todos. Y dado que el cubo tiene un agujero, de colosales magnitudes, cabe imaginar que se cumplirá al pie de la letra el guión de un potlatch: Lo que no se done será destruido, o, lo que es peor, irá a las manos de quien no correspondería en estricta justicia.

Así que ya ven, nuestro Presidente canta orgulloso que él es el más generoso, el mejor, el Primus Inter Pares de la política internacional.

Imagínenlo por un momento diciendo lo que aquel jefe tribal, en el preludio o transcurso de una gran fiesta del derroche. Miren arriba, relean al gran jefe ZP alardeando de ser el más antieconómico con orgullo jactancioso: “Yo soy el gran jefe, que avergüenza a la gentes.......etc etc”

¿No es ridículo, no es patético?......¿No experimentan la perplejidad de un antropólogo ante una costumbre absurda y necia?.....

Ay, yo si.

viernes, septiembre 23, 2005

Incivismo en las Ondas

Cuando pongo la Ser por las tardes, de vuelta a casa en el coche, lo hago expectante, pues sé que siempre voy a encontrarme con alguna de esas voces desafinadas que se lamentan de los males de este mundo y que atribuyen los mismos a algún chivo expiatorio, generalmente un país o una persona que por azares de la vida y méritos propios, en una proporción variable e indiscernible, han alcanzado una posición de preeminencia.

No sé si antesdeayer o el día antes escuché el debate (si es que puede denominársele de esta manera) entre los “profesores” (si es que se les pudiera denominar de esa manera).

Por lo que decía la presentadora de “La Ventana”, de voz melosa como un veneno de dulce sabor, la gente llamaba a todas horas a la cadena para solicitar el dichoso debate entre los dichosos profesores. Supuse por ello que se trataba de un acontecimiento radiofónico cuando menos espectacular.

Presté pues oídos a la cosa, ansioso por oír grandes verdades o grandes tonterías (pues ambas cosas pueden atraer al público, aunque generalmente sean las segundas las que más lo atraigan, especialmente en esa emisora).

El tema que ese día iban a tratar, propuesto por la organizadora del programa, era el del incivismo, puesto que se hallaba muy de actualidad por lo ocurrido en las fiestas de Barcelona.

Nuestros profes dijeron muchas cosas, de todas las cuales no recuerdo (ni falta que hace) mas que unas pocas, dado que la memoria es selectiva y solo retiene aquello que a uno le interesa por una u otra razón.

En este caso retuve dos o tres, destacables no tanto por la sabiduría que encerraban cuanto por la ausencia completa de la misma.

Decía uno de ellos, el más locuaz y por ello el que más se deslizaba hacia el disparate, que había muchas personas que veían mal que alguien durmiera en un banco o meara en la calle porque lo veían, esto es, porque les desagradaba el espectáculo, únicamente. Es decir: no les importaba lo más mínimo que esas cosas ocurriesen, lo que no querían es que ocurriesen en su calle, enfrente de su casa, delante de sus narices.

Más adelante señaló que la política de tolerancia cero seguida por el Alcalde Giuliani en New York había vaciado la calle de delincuentes y vagabundos para satisfacer los intereses empresariales de la zona, sobre todo en los sectores turístico e inmobiliario. Proponía el amigo el ejemplo de alguna calle de un distrito pobre en un país pobre de Sudamérica, tan llena de vida, como opuesto al frío e indiferente orden de Nueva York. Un oyente llamó preguntándose porqué los suizos lo tenían todo tan pulcro y tan limpio, y nuestro sabio respondió que Suiza era el paraíso de los Bancos (que no eran, decía irónicamente, para sentarse).

De todo esto me cabe deducir, si no entendí mal al profe (cosas que tantas veces nos ocurre a los alumnos poco aventajados), que lo ideal es una calle pobre en un país pobre, pues aunque en ella no puedes estar seguro ni tranquilo, hay alrededor tal maremagnum de vida que la felicidad está con ello garantizada. Pues las calles limpias en las que impera el orden y uno se siente protegido son aburridas, insulsas, insubstanciales, y su paz es la de un cementerio moral y espiritual, aunque haya numerosas opciones de consumo y ocio.

Asimismo se puede suponer, sin arriesgarse a malinterpretar demasiado al profesor, que las personas que estorbaban la quietud hierática del Nueva York empresarial han sido barridas, literalmente, en un genocidio silencioso. Todo lo que quedan son autómatas que obedecen las sutiles consignas de un capitalismo que opera entre bastidores, poder en la sombra que quita y pone cargos públicos y crea para la plebe urbana los gustos que luego se encarga de satisfacer.

Es pues, el incivismo, casi una necesidad biológica de rebelarse contra el “orden establecido”, una forma beligerantemente activa de poesía, un imperativo de una ética sutil que antepone el caos a un desorden canalizado, la gran guerra a una sucesión de pequeños conflictos contractualmente solventados, el infierno de una pobreza indolente, que revienta en peligrosas pataletas, al limbo de una prosperidad laboriosa que domeña a diario el azar y la necesidad.

Decía el Profe, casi orgulloso, que cuando un joven armaba un jaleo de madrugada o destrozaba mobiliario urbano, había que buscar las razones en los 600 euros que cobraba de sueldo.

Y después de unas cuantas intervenciones desafortunadas terminaron, este de cuyas barbaridades he hablado, y el otro, que dijo menos, entre otras cosas por hablar menos, sin haber aclarado nada acerca del incivismo, y sin haber profundizado en ese fenómeno social en el que tanto influyen la educación y los valores morales de la sociedad donde acontece.

La charla a la que asistí como convidado de piedra me pareció bochornosa, y los que la sostenían me parecieron –especialmente uno de ellos- profundamente incívicos.

En la próxima francachela de adolescentes que acabe en enfrentamiento callejero serán ellos los que habrán tirado la primera piedra. Y no precisamente por estar –libres de pecado.

jueves, septiembre 22, 2005

Sympathy For The Devil

Los Rolling Stones vuelven a la carga, con nuevo disco y nueva gira mundial. Del primero se dice que es una vuelta a sus orígenes, Rock and Roll en estado puro. La segunda es un espectáculo garantizado de luz, color, aspavientos histriónicos y sonidos contundentes.

Ya pocos grupos pueden dar macroconciertos. La oferta musical es enorme e internet convierte la música en un bien libre (entiéndase correctamente la expresión, cogida de la jerga económica: bien libre es aquel por el que no hay que pagar para su disfrute). Todo ello conduce a una situación de mercado peculiar.

Convertirse en multimillonario componiendo e interpretando canciones nunca fue sencillo, pero ahora se está volviendo imposible.

Pero ahí tenemos a los cantos rodados rodando de nuevo. Tienen suficiente acumulado, y derechos de por vida sobre canciones que forman ya parte del alma colectiva. Sus melodías están en nuestras mentes y ninguna lobotomía cultural podría extirparlas de allí. Son –utilicemos una expresión muy manida- parte de la banda sonora de nuestra vida.

Podríamos calificar a este grupo nacido en los 60 como mito, y además mito viviente.

Cuando uno ve a Keith Richards, cigarro en boca, tocando sus riffs de guitarra sobre el escenario, cree ver la momia de Ramsés II convertida en marioneta, y movida por hilos invisibles.

Pienso, también, en ese anuncio de Audi (o Volkswagen, no recuerdo bien) en el que un tipo ya maduro, bien vestido y con un coche estupendo se prepara con una sesión de maquillaje y cambio de indumentaria para metamorforsearse en un repulsivo punk chillón que canta en un grupo canciones antisistema.

Algunos me dicen que los Rolling son eso, pero yo no estoy muy seguro. No conozco bien su trayectoria ideológica (bastante tengo con la musical), pero me da la sensación de que han sido más bien capitalistas que han comprendido cual era el reclamo de su tiempo y lugar y han decidido aplicar la fórmula que ahora dos autores canadienses denuncian en un libro del mismo título: “Rebelarse Vende”.

Estos “muchachos” se comportan como jóvenes gamberros, pero son sexagenarios multimillonarios. Si alguna vez se les pudo considerar jóvenes gamberros, Street Fighting Men, por ejemplo cuando meaban en la calle y se zarandeaban con chicas elegidas a la carta, fue porque se lo podían permitir. Cualquier otro habría sufrido una suerte peor. Otro Keith Richards habría muerto de fatal sobredosis, y seguramente en la miseria. Pero nuestro Keith tuvo suerte….y una innegable habilidad para tocar la guitarra y adaptarse biológicamente a una cultura que él ayudó a conformar.

Hoy sus giras nos sugieren un geriátrico ambulante. No, no son tan viejos. Son viejos para eso que pretenden representar: un espíritu rebelde, lleno de energía y vacíos pero aparentemente nobles ideales…un espíritu, en definitiva, demasiado joven.

"Nunca se es muy joven ni muy viejo para la filosofía", nos dijo Epicuro. Algunos creen que con el rock pasa igual.

Según nos dicen estuvieron los Stones dudando si incluir la canción “Sweet Neocon” en su último álbum. Pero la duda era parte de la promoción, y la canción su buque insignia para lanzarse a las procelosas aguas del mercado mundial, a los 60 y pico.

He aquí la joya de la corona de sus satánica majestades:

“You call yourself a Christian
I think that you're a hypocrite
You say you are a patriot
I think that you're a crock of shit

And listen now,
the gasoline I drink it every day
But it's getting very pricey
And who is going to pay

How come you're so wrong
My sweet neo con.... Yeah
It's liberty for all
'Cause democracy's our style
Unless you are against us
Then it's prison without trial

But one thing that is certain
Life is good at Haliburton
If you're really so astute
You should invest at Brown & Root.... Yeah

How come you're so wrong
My sweet neo con
If you turn out right
I'll eat my hat tonight
Yeah, yeah, yeah, yeah....

It's getting very scary
Yes, I'm frightened out of my wits
There's bombers in my bedroom
Yeah and it's giving me the shits

We must have lots more bases
To protect us from our foes
Who needs these foolish friendships
We're going it alone

How come you're so wrong
My sweet neo con
Where's the money gone
In the Pentagon

Yeah ha ha ha
Yeah, well, well

Yeah, yeah, yeah, yeah, yeah
Yeah, yeah, yeah, yeah, yeah... Neo con”.

Quizá a una canción de Rock no se le pueda pedir que sea una exposición de razones ordenada y profunda. La música misma apela al sentimiento, y el ritmo a cierta rebeldía inherente a una sensación de libertad adolescente (esa que se quiere apropiar la ideología de izquierdas).

Pero esta canción es solamente un conjunto de improperios inelegantes y mentiras encubiertas por evidencias parciales.

A Sócrates y a Séneca les hicieron tomar el veneno en la senectud para impedir que corrompieran a la juventud o para castigar una traición al poder. Pero los Rolling seguirán tocando, llenando estadios de chavales y metiéndose con el poder aún cuando haga lo correcto, quien sabe, quizá hasta la vetusta edad a la que su ídolo John Lee Hooker colgó la guitarra y silenció su voz.

Mala hierba nunca muere.....después de todo pactaron con el diablo, y lo celebraron con una canción de homenaje.

miércoles, septiembre 21, 2005

Haciendo Amigos

Ayer, poco tiempo después de colgar mi último post, recibí un email de una dirección desconocida, cuyo título era el de mi Blog.

Decía el mensaje:

“Queridos amigos:

Les ruego que busquen un blog llamado El eterno retorno de la libertad. Lo hace un putete español que se escuda tras el seudónimo de Nomotheta.

Escribe sobre el bien y el mal, Dios, el Diablo y la lucha de clases. No tiene desperdicio.

Es una mariposa aprisionada en la red lanzando mensajes desesperados.

Lo mejor de todo es su estilo, suave y florido, seguramente como lo son sus lociones, talcos y ropa interior.

Va un ejemplo:

“Hasta Septiembre, desde hoy, no voy a poder escribir nada por aquí. Me alejo de los ordenadores y, en general, del mundanal ruido, para dedicarme a la familia, la lectura y la contemplación mística del universo. Dado que no hay otro escribiente entre los bastidores de esta bitácora, dispuesto a tomarme el relevo si desfallezco o abandono por alguna otra razón la labor, dejo quieta la página, flotando en la inmensidad de la red, como una boya solitaria en el centro inexistente de un mar infinito”.

“La contemplación mística del universo...”. “Si desfallezco...”.

¿No es divino?

Dan ganas de responderle: “¡ Quédate allí donde vayas! ¡Consíguete un moro que te haga gemir de placer y no regreses nunca más! Y sobre todo... ¡no te acerques a un ordenador y no sigas contaminando el ciberespacio!

Flota, sirenita, flota como una boya solitaria en el centro inexistente de un mar infinito.

Giselle”.

Tras leerlo perplejo y risueño un par de veces comencé a fijarme en pequeños detalles que hasta ese momento me habían pasado inadvertidos.

El correo había sido enviado desde bambupress@iespana.es, y lo de bambupress me resultaba familiar. Indagando por ahí descubrí a qué se debía exactamente.

Pocos días antes había recibido otro email de una compañera de trabajo con un artículo en el que, con motivo del Katrina, se criticaba agriamente a Bush y se alababan sin ambages los totalitarismos hispanoamericanos de Chavez y Castro. Dicho artículo venía firmado por un tal Bardini, de Bambupress, y fue debidamente criticado en este blog (puede verse el reciente escrito en el que comento un breve fragmento del mismo con fecha 14 de Septiembre y título “Viejas y Nuevas Mentiras”).

Parece ser, pues, que alguien cercano a Bardini, o Bardini mismo, decidía contraatacar con saña, enviando ese correo. Pero...¿quiénes eran los destinatarios de tan grotesco disparate de pésimo gusto en forma escrita?. Pues los siguientes:

giselle_dexter@latinmail.com;

bambupress@Argentina.com;

interprensa48@Argentina.com;

aver2003@hotmail.com;

mundogay@yahoo.com.mx;

filomtriups@terra.es

El último un servidor.

Vista la cosa decidí entrar en Google para recabar información sobre el mentado Bardini. Y esto es lo que encontré.

Giselle, abajo-firmante del ataque a mi persona, aparece en esta página vinculada a Bandini de forma inequívoca.

Merece la pena echar un vistazo a sus artículos. La pena, digo, aunque también merece, ¡que narices!, la risa, tantas veces divina expresión de superioridad y mofa.

Pero, me pregunto yo: ¿Qué pretendía exactamente con ese email siniestro y torpe a partes iguales?.....

Dados los destinatarios, solo cabe pensar:

1) Intimidarme.

2) Despertar la ira gay (y alguna otra) contra mi modesta página de internet.

3) Vengarse de mi crítica sin tomarse la molestia de responder a la misma.

Porque descarto que su intención fuera publicitarse a través de mi humilde blog, tan poco frecuentado por la fauna internáutica (especialmente la fauna a la que un individuo como Bardini pudiera dirigirse).

Y debo decir a este respecto que para cualquiera que tuviera un cierto nivel, un cierto estilo, una cierta clase, o quizá simplemente unas ideas susceptibles de ser consideradas tales, este blog, después de todo, no sería tan mala plataforma para publicitarse. En él se puede decir que el número de visitantes está en relación inversa con la valía de los mismos.

Así pues espero que su desesperada llamada por email no conlleve que se cumpla certeramente esa relación inversa, aumentando desproporcionadamente las visitas de gente de poca valía.

martes, septiembre 20, 2005

Y Bailaré Sobre Tu Tumba.

Los hombre homosexuales se hacen sangre cuando se unen. La mujer sangra cuando se une por vez primera al hombre y cuando periódicamente le recuerda la luna que la no procreación es una forma de muerte.

Entre los gitanos se busca con avidez en las bodas la primera sangre femenina, que es para ellos prueba conspicua, sobre un blanco pañuelo, de la pureza virginal de la novia.

El blanco impoluto del tradicional traje de bodas es también, de seguro, un símbolo de pureza. Pero se trata de un survival, "survival" que, según los antropólogos, es una costumbre que sigue existiendo pese a que ha perdido ya su significado originario.

En nuestros días no existe ya, o no al menos de una forma generalizada, una obsesión por la pureza de la novia, quizá por eso de que resulta difícil encontrar a una que la tenga, no siendo además tan necesaria como en tiempos pretéritos. Pero la moral sigue prevaleciendo, porque es algo natural. Es por ello que a nadie le agrada que su hijo/a, hermano/a, primo/a, amigo/a se case con alguien de quien se sabe que se ha recorrido la mitad más una de las camas de su población, y parte de las del extranjero.

Especialmente resulta desagradable que la persona de sexualidad lábil sea una mujer. Y en eso no hay machismo ninguno. Es una cuestión de sentido biológico común (ese que está inscrito de una forma aún no bien conocida en nuestros genes y que responde a los imperativos de un entorno siempre cambiante y usualmente hostil).

No habría nada más monstruoso, desde el punto de vista simbólico, que una gran mancha de sangre en el blanco traje de una novia. Y simbólico era, no hay duda, el charco de sangre sobre el que se casaron Farruquito y su novia, pues no hubo cálido líquido rojo vertido presente, excepto el del cáliz, que es sangre de Dios. Tampoco hay en nuestra sociedad moderna apenas muerte porque se produce habitualmente en cerrados hospitales repletos de drogas sedantes. Y sedado hay que estar ante el dolor ajeno provocado por uno, desde luego, para celebrar y ser feliz sobre un cadáver aún caliente.

La boda fue una auténtica Boda de Sangre, si bien con una sangre distinta, completamente distinta a la de los novios y los que con ellos se relacionaban.

En el drama de Lorca la novia huía con su amante y la familia del novio iba a matarlos. Todo muy pueblerino, muy de andar por casa, con poderosas razones del corazón tanto en agresores (que habían sido agredidos) como en agredidos (que habían sido agresores). Muy gitano, además.

Atropellar a un perfecto desconocido que cruzaba una calle por un paso de cebra, ciudadano anónimo de una gran urbe que salía de un gimnasio, marido de su mujer, hijo de sus padres, don nadie, número entre números de una enorme estadística indiferente, no podía mancillar el evento, y la vida de la familia propia debía salir triunfante sobre la muerte de la familia ajena, que no es familia ni es nada, todo lo más una abstracción. Todo muy frío.

La arbitrariedad suma es conducir drogado a alta velocidad por en medio de una ciudad, sin carné, sin respetar las más elementales normas de tráfico y matar a un viandante que osó cruzarse en el camino, y hacerlo a lo grande, sin pagar por ello. Para todo lo demás está Mastercard. Un baile o dos y se paga a la afectada, anónima entre anónimas. Y tras la pantomima de llorar en la tele y hacer pasar al verdugo por víctima en el juicio, el asesino se casa por todo lo alto, y la televisión española lo cuenta con pelos y señales en su programa "Gente", crónica de sociedad que se torna de sucesos. No podía ser de otra forma: dicho programa tiene dos partes separadas dedicadas precisamente a esos dos tipos de crónicas. Lo único que han hecho es fundirlas, y en las imágenes me pareció incluso ver una gran mancha roja en el traje de la novia.

Que se casen 30 parejas gays es ridículo, tanto por el número como por el hecho. Pero que se case ese asesino sin guardar un mínimo decoro y discreción, por todo lo alto, vaya, es un delito de lesa humanidad.

Sería terrible si no fuera porque el que murió y aquellos a los que les importaba no le importaban a nadie.

Lo que importa de verdad es que la abstracción “gay” sea debidamente reverenciada. Tienen que hacer de sus derechos obligaciones. Nadie puede rechistar, encontrarlo mal, estar en desacuerdo. Plantear la inconstitucionalidad de esa figura jurídica es, en palabras de Zerolo ayer en la Ser y en todo momento en cualquier parte, derivar hacia la ultraderecha ultraconservadora, y formar parte del lobby político – mediático que se opone a cosas tan dispares como el matrimonio homosexual y la investigación con células madre. Sí, lo dijo: los que están contra las bodas gays lo están también, con la misma fuerza, contra la investigación en células madre. Lamento no estar dentro de ese colectivo.

¿Pero es que acaso no puede uno sentir repugnancia física, moral, y también si se quiere “jurídica” respecto a la unión de dos personas del mismo sexo?. ¿No es legítimo estar en desacuerdo con que dicho tipo de uniones tengan el mismo nombre y la misma consideración que las que se dan entre hombre y mujer?. ¿No es razonable considerar distintas cosas que por su naturaleza (o contranaturaleza) lo son?.

Discrepo....¿se puede?.....

Se puede, si. Aunque el partido de Zerolo hace lo posible por educarnos para la ciudadanía, esto es, insuflarnos su espíritu matando primero el nuestro y luego haciéndonos un boca a boca (gay a ser posible).

Para ello ZP, el Gran Gurú de la Alianza Civilizatoria (que une civilizaciones y vuelve civilizados al estilo propio a sus miembros), apuesta por duplicar (por lo menos) los gastos en educación.

Hay que crear un gran aparato de lobotomización y remodelación cerebral masivas. Desde la niñez es más fácil. Las juventudes hitlerianas lo demuestran. ZP prefiere, eso si, el estilo Madrassa, que Hitler le cae gordo.

En las grandes madrassas estatales del mañana se nos inculcará el credo progre, y quizá la religión del Estado, entonces sí, que será la islámica.

Así se creará una sociedad más normal, según entienden la norma los que no aceptan normas: “masa de idiotas obedientes y fácilmente excitables con demagogia”. Con dos o tres clisés se dirigirá el cotarro. Y si alguien protesta, como unas pocas víctimas a De la Vogue, multa de 300 euros al canto. Y si alguien pide datos, detalles, pruebas de algo.....se cree al señor Bono por pelotas, pues se trató de una ráfaga de viento nada mas (quizá viento polar, allá en medio del desierto).

Al final llegaremos a lo que ayer se atrevió a decir Rajoy en la misma boca del lobo (ese que se va a comer la energía de todos): una minoría controlando todos los aspectos de la vida social, económica y política. Totalitarismo, para los que entiendan.

Y para que nadie más se atreva a decirlo Montilla quiere cerrar La Otra de Telemadrid, pues parece que ya hay bastantes autonómicas dupli o triplicadas con las de Cataluña y el País Vasco.

Aquí en Madrid no necesitamos a “la otra”, se dirán los progres, pues tenemos a Gallardón. Pero Esperanza no ceja en su empeño de que los madrileños tengamos libertad y prosperidad, además de una información más seria y creíble.

Aprovechando precisamente el tirón informativo ha felicitado, el ínclito Gallardón (más conocido por sus muchas “obras” que por sus buenas obras) al colectivo gay por lograr la celebración del orgullo gay Europeo en Madrid en el 2007.

ZP no ha podido felicitar con igual alegría a su colega Schröder, pero lo ha hecho igualmente.

Su fracaso ha sido todo un éxito, en su opinión.

lunes, septiembre 19, 2005

Conformismo Subsidiado

Este sábado por la mañana me levanté temprano y puse la 2 de Televisión Española. Había en ese momento un programa hecho por la UNED (la Universidad de Educación a Distancia). Como por lo general me suelen gustar los programas culturales decidí prestar atención para ver si el de ese día a esa hora era de mi interés.

Aparecía un señor de pelo y barba grisáceos, con aspecto levemente bohemio, hablando sobre la importancia de que Europa representase una alternativa a EEUU. Decía el señor que era preciso un mundo más multipolar frente a la unipolaridad vigente, y que pese a que el proyecto europeo era en cierto modo artificial, por no haber una lengua y algunos aspectos culturales importantes comunes, había que continuar con él para fortalecer Europa, dado que esto era un paso fundamental hacia una mayor espiritualidad humana, algo así como la entrada en una etapa superior en el desarrollo de la humanidad. Esta elevación no debía confundirse con la expresada por Hegel en su filosofía, aclaraba el bohemio.

La cosa era, para este señor, tan sencilla como acabar de una vez con el conformismo que nos venía impuesto desde la influencia omnipresente del poder cultural Estadounidense.

Y ponía el susodicho el ejemplo, supuestamente digno de emulación, de Lulla y ZP, como gobernantes no dispuestos a dejarse alinear por los EEUU.

Según avanzó el programa me enteré de que el tal señor se llamaba Gianni Vattimo y que era filósofo, además de miembro del partido comunista italiano.

En el otro lado del espectro político nos encontramos con Franz Schönhuber, un candidato de Dresde de un partido de ultraderecha (NPD) a las elecciones alemanas.

La muerte de su predecesora en la candidatura ha retrasado en Dresde las elecciones. Ahora Merkel y Schröder esperan al recuento de las papeletas en este lugar, aunque sin esperanzas de grandes cambios en el inestable status quo que ha dejado la jornada electoral del domingo.

Durante la campaña se han estado lanzando a la cara el uno al otro los “recortes” que hay que hacer. Ninguno quería dar la sensación de tener entre manos un ambicioso plan de reducción del Estado a través de un progresivo desmantelamiento del Estado del Bienestar. Y ambos lo deben tener, pues la situación alemana es ya insostenible. Desde luego no tan terrible como la que siguió a la 1ª y a la 2ª Guerra Mundial. En el primer caso la socialdemocracia light, el comunismo revolucionario y el militarismo imperante llevaron a una nueva conflagración mundial. En el segundo Adenauer y Erhard sacaron adelante la mitad de país que les quedó y lo convirtieron en poco tiempo en una de las principales potencias económicas mundiales, mientras la otra mitad de Alemania pasaba de un totalitarismo a otro, y alcanzaba altas cotas...de pobreza y esclavitud.

El Estado del bienestar alemán está especialmente tocado por el tremendísimo gasto que
ha supuesto la política social de la reunificación.

La situación, a día de hoy, se podría reflejar muy bien en números. En grandes trazas la cosa está así: una población de 80 y pico millones con treinta y pico trabajando y el resto viviendo a su costa. De ellos 5 millones de parados. Ni más ni menos.

Así que ni Merkel ni Schröder tienen valor para decirle a sus potenciales votantes que van a retirarles o reducirles sus ventajas sociales, especialmente cuando de 80 hay entre 40 y 50 que las tienen. Y ello por no hablar del tipo de gestión empresarial que impera allí en las grandes empresas.

Por razones obvias es de esperar de una democristiana algún recorte más que de un socialista, sobre todo si está aliada con los liberales. Aunque por desgracia las cosas no siempre son tan claras, y habrá que esperar acontecimientos.

Sea como sea, y gobierne la coalición que gobierne, van a tener que recortar gastos, pues el futuro de Alemania depende de ello, y si es o debiera ser Alemania, como se dice, el motor de Europa, se hace del todo necesario que ejerza activamente como tal. De esta forma podrá Europa llegar a ser una “alternativa” al poder de EEUU, si es que tiene sentido plantearse las cosas en dichos términos. Pues oponiéndose a él por sistema en política exterior y practicando el Estatalismo socialdemócrata y “verde” en el interior no es como los alemanes van a tirar del carro europeo. Aunque supongo que Vattimo creerá que esa clase de política suponen idealismo, ruptura espiritual con el conformismo y triunfo de la razón en la historia.

La palabrería filosófica de Vattimo y los que como Vattimo “piensan” es la clase de discurso vacío que, traducido a la acción, lleva a gobiernos, Estados y modelos fracasados como el Alemán. Y sus ansias paneuropeas son artificiales no por la diversidad cultural de los pueblos de Europa, sino por la homogeneidad política que pretenden imponernos, verdadera cantera de conformismos subvencionados y seguro camino hacia una merecida unipolaridad Estadounidense.

viernes, septiembre 16, 2005

Civilizaciones que son Estados

Vuelvo a mis intermitentes pero interminables reflexiones acerca de la peliaguda cuestión de la conveniencia del Estado a raíz de la lectura de una disputa entre Juan Ramón Rallo y Lord Acton.

¿Es el Estado inevitable?. Yo desde luego no puedo evitarlo.

Durante los últimos años viene el hombre padeciendo cada vez más el miedo a la libertad, aunque no exactamente en el sentido en que Fromn lo planteara. Una mente de homínido se enfrenta a sociedades cada vez más abiertas con perplejidad y estupor. ¿Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos?. Nuestra ancestral psique busca identidad, orígenes y sentido en un contexto en el que la libertad es cada vez más inevitable. El Estado intenta subyugarnos de mil maneras, pero nosotros acudimos a él como si fuera una tabla de salvación en un mar embravecido.

¿Pero acaso vamos a echarnos alegremente a los nada acogedores brazos de Caribdis para huir de una imaginaria Escila?. ¿Escucharemos el canto de sirena de la política, yendo como vamos en nuestra propia embarcación, en el amplio mar, con destino a nuestro hogar, libres, seguros y responsables?.

Porque el miedo a la libertad es el miedo a nosotros mismos y a nuestra individualidad. Preferimos la democracia representativa: un conjunto de oligarcas representantes no tanto de nuestros legítimos y muy personales intereses como de grupos de presión espurios con objetivos abstractos que no se adaptan a nuestras particulares circunstancias y dan de comer a multitud de parásitos. Pero ¿cuántos parásitos puede soportar una sociedad?.....

La democracia directa ateniense es inconcebible, siendo como es la Ciudad Estado una reliquia política perdida en las brumas de un pasado casi mítico. Y total ¿para qué, si con una Ostraka te mandaban a freír monas y la guerra era permanente?.

Nosotros tenemos la más directa de las democracias, ya apuntada por Mises o Sheldon: el mercado, en el que cada compra es un voto y se puede votar cada día varias veces, y no cada cuatro o cinco años una vez. En esa democracia además se suaviza el carácter, dado que la ley del más fuerte (o el más astuto) debe necesariamente ser sustituida por la de el más servicial. Se trataría de un todos contra todos nada hobbesiano.

“Nosotros el Pueblo”, sobran representantes. ¿O es que queremos un Zapatero hablando sobre la Alianza de Civilizaciones en nuestro nombre?. “No en mi nombre”, por cierto.

Los Estados tiemblan ante la posibilidad de perder su poder con la globalización. Igual que la edad moderna eludió con múltiples artimañas financieras las restricciones de mojigata religiosidad contra la “usura”, los capitales de hoy eluden fiscalidades distribuyéndose inteligentemente por todo el globo.

En estas circunstancias producen sonrojo las mamarrachadas de ZP. Podríamos sentir vergüenza ajena si España nos fuera ajena. Quizá eso sea lo que sientan sus socios de gobierno, a los que España importa, ciertamente, pero como importaría a cualquiera su peor enemigo.

Este mundo requiere que se lleven a cabo, con valentía, propuestas como las de Bush sobre la eliminación de barreras arancelarias y subvenciones. Menos Plan Marshall para África y más comerciar con África.

Los impuestos camuflados en pasajes de avión vuelan de los países ricos a los pobres, o, en frase de algún economista brillante, de los pobres de los países ricos a los ricos de los países pobres.

Quien debe luchar contra la pobreza es el pobre, si le dejan sus gobernantes (y los de los países que pudieran importar su producción). Así que dejémonos de grandes frases como “hacer la guerra a la pobreza”, y si se desea mantener la fórmula rimbombante: hagamos la guerra a la ineficacia institucionalizada y al privilegio (que vienen a ser lo mismo).

Abrir las barreras al comercio es una forma además de cerrar las fronteras, sin cerrarlas, a la inmigración masiva.

La Alianza de Civilizaciones se asienta en la idea de Choque de Civilizaciones. He tenido que empezar a leer la obra de Huntington para saber hasta que punto esto es cierto.

Dice Huntington en su libro que los países no occidentales desean “modernizarse sin occidentalizarse”. Desde luego que hay que respetar que cada uno tenga sus usos y costumbres característicos, pero, digo yo, ¿hay una economía para cada cultura?....¿o debe adoptarse la misma economía en todas las culturas para que funcionen bien?. Llevado a lo más simple: si una sociedad decide que su cultura prescinde de la laboriosidad y la frugalidad loadas por los clásicos de la economía ¿puede luego asombrase de que su modernización no vaya al ritmo de la de otros países?....Pues no basta con copiar o importar técnicas.

Así tenemos a unos países que se enfrentan a otros porque no quieren aceptar una occidentalización que consiste, simple y llanamente, en aceptar los principios insoslayables de la acción humana.

Se piensa, también, en la democracia como forma de occidentalización. Pero como ya señaló Lipset allá por 1959, el desarrollo democrático es una consecuencia inevitable del desarrollo económico.

Precisamente Huntington se opuso a esta tesis afirmando que los cambios económicos podían llevar al caos y a la anarquía, como nos recuerda Jagdish Bhagwati en su “Defensa de la Globalización”.

ZP se afana en hacernos ver que hay que superar ese choque a través de una Alianza. Esta sería una especie de contrato social a lo bestia en la que seguramente se buscaría un tutor adecuado en un Estado Global, que sería total, y quizá incluso totalitario.

Pero la alianza se va haciendo subterráneamente con cada contacto comercial, con cada intercambio.

Los primitivos intercambiaban como señal de amistad, y a veces para lograrla. Nosotros no vamos a comportarnos de un modo muy diferente.

Solamente estableciendo contactos abiertos y habituales podremos lograr la paz en el mundo, y el fin de la pobreza.

Pero ahí tenemos a ZP reuniéndose en secreto con totalitarios y tartufos de la democracia, sin micrófonos, sin cámaras.....sin nosotros, el pueblo.

¿Es eso lo que queremos, conciliábulos de maquiavelos?.

Pues eso es lo que tenemos.

¿Y a qué aspiran exactamente esos amantes de su cultura, de sus ritos ancestrales, de su etnia única, de su civilización maravillosa?.....

Ay, a crear OTRO Estado.

jueves, septiembre 15, 2005

11 de Septiembre.......¡¡Del 73!!

Escribe Carlos Pérez Uralde en “El Correo Digital”:

“El golpe de Estado militar perpetrado por el general Pinochet y sus mariachis sanguinarios el 11 de septiembre de 1973 contra el Gobierno del doctor Salvador Allende fue mucho más que la típica asonada tan habitual en el cono sur de América. En realidad fue un golpe dirigido contra toda la izquierda mundial, una especie de advertencia implacable con diseño típicamente yanqui. A partir del bombardeo demoledor del Palacio de La Moneda y del asesinato o suicidio inducido del presidente Allende se desarrolló un proceso de represión política sin precedentes que costó la vida a miles de ciudadanos, la tortura a otros tantos, el exilio a la gente de izquierda que quedaba después de la masacre y a un fenómeno perfectamente previsto por el Departamento de Estado con el cínico señor Kissinger a la cabeza: la paralización de los procesos de renovación política encabezados por los partidos socialistas y comunistas en todo el mundo occidental.Apenas unos meses después del terrible escarmiento llevado a cabo por el Ejército chileno, las fuerzas de la izquierda parlamentaria de Occidente iniciaron un proceso de desguace táctico e ideológico que convirtió al viejo león en un gatito manso. Desde el otrora poderoso Partido Comunista italiano hasta los virajes estratégicos del PCE, pasando por la lenta descomposición de la organización comunista francesa, la izquierda vio las orejas al malvado lobo y se convirtió en la pálida socialdemocracia que es ahora. Fue una jugada maestra de los golpistas chilenos y de sus mentores del norte. Detrás de la transformación de la izquierda no había nada más que miedo genuino. Dejo a los sesudos analistas sacar conclusiones del fenómeno y dictar si la vieja izquierda se suicidó como tal o entre todos la mataron y ella sola se murió.De todo aquel desastre yo me quedo con el nombre irrepetible de Salvador Allende Gossens como símbolo de lo que pudo ser y no fue. Tengo un recuerdo nítido de aquel 11 de septiembre y no lo olvidaré nunca, aunque para muchos sea ya pura arqueología política. Recuerdo algunos titulares de periódico que hablaban de la muerte del 'dictador comunista' y recuerdo a más de un flamante demócrata de hoy mintiendo en letra impresa sobre la personalidad y la obra de aquel médico que salió a pelear contra los militares con un casco en la cabeza y la metralleta que le regaló Fidel Castro el día de la toma de posesión. Todos los años por estas fechas escribo un artículo como éste, quizá para renovar mi memoria personal, como si hiciera falta”.

El 11 de Septiembre de Pérez Uralde es el de el golpe de Estado de Pinochet. Probablemente para él no haya habido otros (golpes de Estado, 11 de Septiembre). Es más, su 11-S supuso el comienzo del fin para el socialismo mundial, según el mismo sostiene, algo realmente significativo si fuera cierto.

El “general” es enfrentado al “doctor”, la fuerza a la sabiduría, gana la primera pero prevalece por siempre jamás en el recuerdo la segunda. La nostalgia de los totalitarismos socialistas olvida unos cien millones de muertos o así. El “León” mentado devoró a los que quedaron dentro de su territorio, dentro, será mejor decirlo así, de su jaula. Pero da igual, lo que importa es la nostalgia en sí, el sentimiento, la fe en un mañana maravilloso que se ha quedado en monstruoso ayer.

Los implacable Yankis lograron (tiempo después, Reagan mediante) ganar la guerra fría, que como tal guerra tenía dos partes enfrentadas. Pero según la descripción de los hechos arriba transcrita parece como si un gigante calculador y perverso hubiera pisado una frágil y trémula rosa. Ninguna falta le hubiera hecho el cálculo de poder avasallar, y su perversidad se habría visto necesariamente modulada por el diálogo inevitable con un adversario suficientemente fuerte.

Tampoco hubo procesos endógenos, parece ser. En Europa no tuvo peso alguno la opinión pública autóctona, ni ningún otro factor económico o sociológico propio. Nuestros partidos socialistas y comunistas se derrumbaron porque en Chile ganó Kissinger. En los países en los que se practicaba el socialismo real no hubo estrepitoso fracaso económico ni matanzas de sectores enteros de la sociedad que pudiesen provocar el colapso. Los complejos procesos sociales acaecidos durante años en gran parte del mundo se podrían pues fácilmente reducir a una ecuación sociológica. Igual que los físicos tienen su E=mc2, los politólogos tendrían su: Kissinger= derrumbe del comunismo y el socialismo mundiales. ¡JA!.

Sin duda que Kissinger influyó. Y muchos otros, la mayor parte de ellos anónimos, y....¡ciudadanos del paraíso socialista!.

Recuerdo, pensando en retrocesos de la izquierda de los 70, el caso español. Nuestro lobo con piel de cordero Carrillo hacía el payaso paseándose y haciéndose grabar clandestinamente por Madrid, y soñaba con encontrar a través de Ceausescu algún contacto útil para lograr la legalización de su partido, de tan pésimo recuerdo.

En esas circunstancias, y dado que el comunismo fracasaba en todas partes, se sumó a la iniciativa del comunismo italiano con el eurocomunismo (claro que en Italia ya hacía un tiempo que el comunismo era más nominal que real).

Felipe González se dio cuenta, por si mismo, de que la fórmula marxista era un fraude. Optó por el fraude desnudo, sin ideología, y así fueron sus gobiernos de pelotazos.

En Europa la izquierda se transformaba a golpe de puñal suicida y romántico, como Catón el menor, o entre todos matada como César, en una farsa mitigada por la realidad.

La cosa es que la República Socialista ella sola se murió, por sus “contradicciones” internas, esas que Marx quiso ver en el Capitalismo.

El regalo de Castro a Allende es todo un símbolo: una metralleta. Pues solo con ella puede mantenerse en pie el aparato de represión, robo y propaganda de la sociedad comunista.

Si Hitler hizo jabones con los judíos, los chinos hacen cosméticos con sus ejecutados (de "raza" propia). Y el comunismo sigue despertando nostalgias.

miércoles, septiembre 14, 2005

Viejas y Nuevas mentiras

Hace un rato que me llegó el email. Quien lo quiera leer solo tiene que pedírmelo e indicar su correo.

Es una muestra grotesca de rancio antiamericanismo, a la par que una sutil apología de los totalitarismos de izquierda que aún perviven en Latinoamérica.

Se supone escrito por un tal Roberto Bardini, aunque el autor sea lo de menos, siendo como es otro perro que ladra en medio de una caterva rabiosa.

Dado que sobre el Katrina y sobre el antiamericanismo que se ha desplegado cual huracán mediático a partir de él he hablado un tanto, me gustaría centrarme en otra cosa no menos llamativa.

Acaba nuestro Bardo italiano (Bardini) cantando una canción con su desafinada lira de Assurancetourix, en la que se comparan las andanzas de dos gobernantes, ambos de un Imperio, uno del pasado clásico y otro de un presente de Hiperpotencia Unilateral. Se trata de unas “vidas paralelas” plutarquianas versión Homero (suponemos que Bardini padece cierto tipo de ceguera, como el mítico poeta antiguo autor de mitos).

Canta Bardini: ”Tampoco faltó el periodista que comparó a Bush con Nerón. En el año 64 de la era cristiana, el emperador romano tocaba el arpa mientras un devastador incendio destruía mansiones de senadores, varios edificios públicos, el templo de Júpiter y tres de los 14 barrios de Roma. La pérfida comparación fue porque el presidente norteamericano voló desde su rancho en Texas hasta la base militar de Coronado, en San Diego, y tocó la guitarra mientras una gran porción de Louisiana desaparecía bajo el agua como la mitológica Atlántida.Es cierto que puede haber algunas similitudes entre aquel incendio y este huracán. Quienes no pudieron huir de la Roma en llamas, se refugiaron en el circo de Nerón, donde hoy está la basílica de San Pedro. Los que no pudieron escapar de Nueva Orléans, buscaron amparo en el Súper Domo de Louisiana, sede de la Liga Nacional de Fútbol, donde quizá algún día se ubique un templo en memoria del buen reverendo Pat Robertson. Pero también hay diferencias. Luego de la destrucción de Roma, Nerón se hizo construir una gigantesca casa de campo en el centro de la ciudad, la Domus Aurea (Casa de Oro), con las dimensiones de un palacio real helénico. Es difícil que Bush construya una casa de descanso en Nueva Orleáns y en el futuro vaya a pasar sus vacaciones allí. Podría darse el caso, único en la historia de Estados Unidos, de que una enardecida turba de negros linche a un ex presidente blanco. Otra diferencia: Nerón hizo un negocio con la destrucción de Roma. Bush, hasta ahora, no ha hecho ninguno con la inundación de Nueva Orleáns. Claro que las acciones de Halliburton, la empresa del vicepresidente Dick Cheney, subieron un ocho por ciento después de que circularon rumores de que había sido seleccionada para la reconstrucción de las ciudades devastadas por el huracán Katrina. Una diferencia más: Nerón culpó a los cristianos por el incendio de Roma. Bush no ha culpado a Al Qaeda por la destrucción de Louisiana. Bueno, al menos no lo ha hecho hasta ahora”.

Cualquier persona que haya leído un poco de historia de Roma tiene necesariamente que sonrojarse ante las viejas mentiras que destila el retrato de Nerón.

Sin duda se trata de eso que Richard Dawkins denominó meme, pero un meme para memos.

De todas las tonterías dichas por nuestro bardo, me centraré nada más en dos, para ser breve.

Nerón no tocó la lira mientras ardía Roma (como hubiera hecho Bardini para denostarle), pues se encontraba en Anzio, y reconstruyó la ciudad en uno más de sus muchos gestos de buen gobernante (que también los tuvo, sobre todo antes, mientras Séneca fue su preceptor y Burro, que de burro no tenía un pelo, hacía de sabio consejero).

Por otro lado los cristianos no fueron elegidos como chivo expiatorio, ni sacrificados por multitudes en el anfiteatro, ni puestos en hileras de cruces con teas para iluminar los jardines del Palacio de Nerón.

La mayor parte del mito proviene de la obra del historiador Tácito, los anales, y, especialmente, de una parte que podría no haber sido escrita por el mismo.

El siguiente fragmento, entro otros, es el origen del mito:

Nerón presentó como culpables y sometió a los más rebuscados tormentos a los que el vulgo llamaba cristianos, aborrecidos por sus ignominias. Aquél de quien tomaban nombre, Cristo, había sido ejecutado en el reinado de Tiberio por el procurador Poncio Pilato; la execrable superstición, momentáneamente reprimida, irrumpía de nuevo no sólo por Judea, origen del mal, sino también por la Ciudad, lugar en el que de todas partes confluyen y donde se celebran toda clase de atrocidades y vergüenzas.

Según el historiador Juan Eslava Galán se trata de un añadido espurio hecho por monjes del siglo X.


Y resulta creíble, aparte de por razones historiográficas más sólidas, porque en aquella época no cabía esperar (reciente como estaba la muerte de Cristo y en auge como estaba el Imperio) que hubiera muchos cristianos en Roma o que el cristianismo resultara atractivo a las masas. En fin, que ni Nerón tocando la lira ni cristianos exterminados en cruento genocidio. La vieja mentira perdura hoy en la boca del necio.

Y es especialmente significativo que este Bardini establezca esta comparación, puesto que no hace con ello otra cosa que revelar la verdadera naturaleza de su discurso.

La vieja mentira es puesta al lado de la nueva, y para el espectador avezado esto significa: Siempre hemos mentido, siempre mentiremos, pero nosotros nos lo creemos.

martes, septiembre 13, 2005

La Soledad de la Virtud

Rajoy quiere que miremos al futuro. El PP está demasiado solo.

Pasa como con aquel Rey del cuento de Khail Gibran, cuyo pueblo había enloquecido al tomar agua emponzoñada del pozo de la plaza: tras vanos intentos de hacer entrar en razón a la masa de lunáticos bebió también del agua.

Pero ni la sed de votos ni el deseo de estar en la normalidad, de ser el Vicente que va donde va la gente, son razones. Todo lo más son impulsos groseros, justificados con una retórica ambigua y ramplona.

Cuando se publicó la obra “Cien Autores Contra Einstein”, el físico exclamó: “Si yo no tuviera razón ¡bastaría con uno solo!”. Y algo parecido podría decir Aznar, sepultado por las críticas de muchos más críticos que cien.

Tratando de acorralarle, en la Comisión de Investigación del 11-M, hicieron el ridículo más espantoso, pero ni ellos ni su público se dieron cuenta, tan metidos estaban en su papel.

¿Está solo Aznar (o con muy pocos, que viene a ser lo mismo), y con ello la línea política que representa?....¿Está solo el PP en la medida en que no reniega del que fue su líder?....

Probablemente.

Pero la virtud no está excepcionalmente rodeada de vicios. Observemos atentamente el panorama político español. ¿Qué es lo que tenemos?:

1) Partidos secesionistas como Ezquerra, CIU, PSC, BNG o PNV.

2) Partidos directamente terroristas, recientemente legalizados o consentidos, como PCTV o Batasuna.

3) Partidos oportunistas y trapaceros como el PSOE, dispuestos a negociar lo innegociable con tal de mantener el poder.

4) Partidos que no han abandonado del todo el comunismo, que se disfrazan bajo otras denominaciones: Izquierda Unida.

5) PP.


Si bien hay otras formaciones políticas, son menores, y como tales no desempeñan papel relevante en nuestro país (aunque si uno les echa un vistazo es para desear, en casi todos los casos, que no lleguen a desempeñarlo).


Si el PP se suma al coro de los políticamente correctos, ¿quién defenderá los principios y los valores liberal-conservadores o, simplemente, por poner no pequeños ejemplos: la unidad de España, el Estado de derecho (contra el terrorismo especialmente), el respeto a las costumbres ancestrales (que se manifiestan entre otras cosas en la religión), la contención presupuestaria o la política internacional prooccidental ?....

Nadie, por supuesto.

lunes, septiembre 12, 2005

Dotaciones de Serie

“Denme una docena de lactantes sanos, bien formados y me comprometo a hacer de cada uno de ellos, al azar, cualquier tipo de especialista: médico, abogado, artista, jefe de ventas e incluso mendigo y ladrón, independientemente de su talento, tendencias, vocaciones y raza de sus antepasados."

Con esa jactancia de mago de feria hablaba J.B.Watson, padre del conductismo. Y daba a entender que lo que somos es producto de nuestro ambiente, de nuestras circunstancias vitales, de nuestra cultura. La vieja polémica entre herencia y crianza tenía por fin una solución feliz, si bien ilusoria. La naturaleza humana era perfectamente maleable. Cualquiera de nosotros podía ser cualquier cosa que se propusiese, o al menos cualquier cosa que se propusiese un tutor benevolente. La mente era al nacer una hoja en blanco y la existencia natural y social se encargaban de escribir sobre ella y definir de esta forma la identidad y la conducta del hombre.

Puede comprenderse porqué esta teoría psicológica triunfó al tiempo que triunfaba la teoría política marxista. El siglo XX vio el auge y el declive de ambas, y no por casualidad.

El muy específico tipo de romántico socialista creía en la igualdad de los hombres, y veía en su reconocimiento el punto de partida moral para el avance de la sociedad humana en su camino a la eternidad comunista.

El conductismo o behaviorismo ofrecía la teoría psicológica esencial, fundamental, para el desarrollo de cualquier idea acerca de la igualdad humana.

Si uno pudiera llegar a ser cualquier cosa (incluso dentro de lo humanamente posible), se cumpliría lo que decía Trosky acerca del futuro hombre comunista: cualquiera que formase parte de esa sociedad, cogido al azar, sería un Sócrates, un Platón, un Marx......La sociedad perfecta habría moldeado al hombre perfecto. Suponiendo, claro está, que los mentados filósofos pudieran considerarse perfectos (y que una sociedad compuesta de ellos lo fuera).

Pero hay unas cuantos cientos de millones de personas que murieron debido a que los ingenieros sociales de turno no les hicieron entrar en razón. Eran, los fallecidos, poco maleables.

La idea de igualdad no solo nos hace pensar en colectividades homogéneas, también excluye la idea de individuo. Porque lo igual es intercambiable (por lo que el yo se diluye en el nosotros) y solo lo diferente tiene individualidad. Todo aquel que se encuentre fuera de la norma, sea esta la que sea, es, o bien una oveja que debe volver al redil, o bien un enemigo declarado. Así que solo cabe reeducarlo o exterminarlo, llevarle a un psiquiátrico o a un campo de trabajo o ejecutarle tras sumarísimo juicio (y hacer de paso un extensísimo y denigrante juicio póstumo).

La peligrosa idea de la igualdad ha sido desmontada conceptualmente tanto desde la ciencia biológica como desde la económica.

En lo que se refiere a la biología han sido demoledores los golpes venidos desde la etología y las neurociencias.

El elevado innatismo comportamental, por un lado, y la diversidad humana por otro parecen más que demostrados. No hay contradicción en ello. Somos diferentes entre nosotros, pero no diferentes a nosotros mismos, por lo que no podemos ser otro fácilmente, ni intercambiarnos como naipes nuevos. Cada uno tenemos nuestra marca, algunos la de Caín, otros la de Abel, otros la de un organizador, un pensador, un comediante, un charlatán, un trabajador inagotable, un deportista, un amante del riesgo, un matemático, un..... Cada uno da de si lo que da. Y a cada uno le toca desarrollar un muy limitado número de papeles, dentro de lo humanamente posible.

En lo referente a la economía se ha visto caer....el castillo de naipes de la sociedad dirigida e igualadora. Y aunque hubo muchos profetas que clamaron en el desierto (léase Hayek o Mises, por nombrar a los más destacados), la cosa cayó por su propio peso (o su falta de él, según se mire).

Tenemos distintas dotaciones de serie. Somos individuos.

jueves, septiembre 08, 2005

La Necia Envidia Vomita Exabruptos

Aviso para navegantes:

El texto que a continuación voy a reproducir, escrito por un tal Antonio Pérez Henares, representa la antítesis de mi pensamiento, pero lo cuelgo aquí como curiosidad, pues lo leí ayer......¡¡¡En la Razón!!!.

“El país más rico y poderoso de la Tierra puede llevar hombres a la luna y ejércitos al último rincón del planeta, pero ha sido incapaz de sacar a sus compatriotas del lodazal mortífero de Nueva Orleáns. El supuesto líder mundial del progreso y la civilización ha puesto al descubierto sus miserias dejando a su población más pobre y débil abandonada durante días a la intemperie. El espejo de las democracias se ha hecho añicos en una orgía desesperada de saqueos, robos, asaltos, violaciones y asesinatos donde la ley era la de la jungla y su balanza una pistola. Los norteamericanos, atónitos, no alcanzan a comprender que "eso" les haya sucedido a ellos, que el tercermundismo sea huésped de su propia casa. Autosatisfechos y acríticos, han despertado de su propia propaganda de una manera traumática. El "sistema" se les ha venido abajo ante una catástrofe no por terrible menos anunciada. El caos ha sido absoluto, la incompetencia total y la parálisis de su Gobierno y de sus gobernantes intolerable hasta por ellos mismos. Los devastadores lodos del "katrina" han encenagado la estereotipada imagen tantas veces vendida y dejado un poso de estupor y de rechazo. Gritan que los parámetros de bienestar de una gran parte de sus habitantes y las prestaciones sociales que tan magno imperio proporciona están bajo mínimos. Bajo las aguas de la ciudad de la música”.

El escrito destila un antiamericanismo primario y grosero, y merece un somero análisis.

Comienza el autor por resaltar la riqueza y el poder Estadounidenses, señalando dos logros innegables de este país: el envío de hombres a la luna y el desarrollo de un ejército moderno y funcional que puede golpear en cualquier parte del mundo. Sin la riqueza y el poder de los americanos son debidos a un superior mérito ni se plantea. Pero se sugiere, a través de los logros mencionados, que seas cuales sean las virtudes de ese pueblo, solo sirven para cosas irrelevantes (llegar a la luna) o malas (conquistar territorios). Queda claro que todo ello es superfluo y errado ante la incapacidad para sacar a los conciudadanos de un lodazal infecto.

No queda lugar aquí para especular acerca de la pertinencia de las conquistas militares de EEUU, y de la bondad que en ellas pudiera haber. Implícitamente son calificadas de malas.

Asimismo debemos dar por sentado que llegar a la luna es algo espectacular, pero innecesario (o eso cree en su cortedad de miras el articulista). Y de ahí a afirmar que lo del alunizaje fue un montaje de Hollywood hay un paso (el que Armstrong dio sobre nuestro satélite).

Por cierto que otro Armstrong sufre estos días el antiamericanismo visceral de los franceses, que no soportan que gane 7 tours.

Los americanos son, pues, brillantes en cosas necias, malas o prescindibles, y unos perfectos inútiles cuando hay que dar el do de pecho.

Supone nuestro autor que se supone que Bush es el líder mundial del progreso y la civilización. Tiene la ironía de un sofista barato. Porque lo supone para enfrentar esa suposición a una certidumbre: “Bush ha puesto al descubierto sus miserias dejando a su población más pobre y débil abandonada durante días a la intemperie”. Alguien podrá discutir el liderazgo de Bush en cuanto a civilización y progreso se refiere, pero no cabe titubear respecto a la incontestable verdad de sus miserias al descubierto, que no se aclara cuales son, y la clara dejadez en sus funciones (también habría que ver cuales son en este asunto) con consecuencias calamitosas para miles de pobres hombres (y mujeres).

Se pone en un lado de la balanza a un papanatas pasota, y en el otro a 10.000 o más pobres hombres, dechado de virtudes, humildes, buenos.

¿Qué pretendéis que pese más? ¡¡¡Por Dios todopoderoso!!! ¡¡¡Somos humanos!!!.

¿Quién no experimenta lástima y conmiseración, por un lado, y rabia y odio, por otro, ante el triste panorama de miles de personas arrojadas por la dejadez de un líder indiferente al abismo de la intemperie?.....

Cuesta ver la verdad a través de tanto prejuicio, tanta mentira, tanta propaganda, estando como estamos tan lejos del lugar y de la experiencia. Pero para algo tenemos el cerebro, aparte de para fabular y para sentir, ¿verdad?.

Por ejemplo podemos utilizar la criba de nuestra racionalidad para desechar afirmaciones gratuitas y carentes de todo peso intelectual como esta: “El espejo de las democracias se ha hecho añicos en una orgía de saqueos, robos...etc”.

Lo que ha sucedido en Nueva Orleáns es que ha desaparecido el imperio de la ley. Nada que ver con que EEUU sea una democracia o una dictadura. El caos del Katrina ha desmantelado todo el aparato que hacía cumplir las leyes. Lo demás es naturaleza humana en situaciones límite, y elementos fuera de la ley con espacios abiertos en los que actuar, como un lobo en una ancha y profunda pradera llena de dispersas ovejas sin pastor.

Pero nuestro autor debe tener un cierto gusto por los sistemas políticos alternativos a las democracias, en los que, sobra decirlo, la ley no impera por igual para todos.

Los norteamericanos están “atónitos”, dice el columnista de la Razón, no comprenden que “eso” les suceda a ellos, que el tercermundismo esté entre ellos. Pero yerra de lleno al hacer una generalización tan categórica, metiendo a todo americano en el mismo saco de perplejidad. El deseo oculto y poderoso del Sr Pérez sería que todos los americanos, de California a New York, estuviesen consternados, hundidos, no dando crédito. Le gustaría que así fuera porque eso corroboraría su aún más estúpida afirmación de que son “autosatisfechos” y “acríticos”.

Esa clase de tipos humanos son los que dan origen a todo verdadero “Sistema”. Los pernos, los engranajes del socialismo real. Y un “sistema” es lo que ve este cantamañanas en la compleja, rica, variada, múltiple, plural....etc sociedad americana.

Pero eso que el llama “sistema” ni es el sistema de la sociedad americana ni puede serlo en sociedad alguna, porque la humanidad tiene muchos más matices que los que demuestra el esquematismo pueril de Don Antonio, o el esquematismo pueril de cualquier planificador de mira estrecha.

Lo que sucede en EEUU es que hay libertad.

Y si ha habido un caos, no ha sido absoluto, pues no pilló a todos los ciudadanos de Nueva Orleáns por sorpresa en medio de su cotidiana actividad. Y si ha habido una incompetencia, no ha sido total, pues llegó ayuda. Y la parálisis del Gobierno sencillamente no sucedió, puesto que se puso en movimiento desde antes de que llegara el huracán.

Sin duda la única imagen estereotipada, que nos deja estupefactos y nos produce profundo e íntimo rechazo, es la que tiene de EEUU el perpetrador de esas líneas vulgares cargadas del antiamericanismo más simplón.

Culmina el perínclito con el lugar común mil veces repetido pero no por ello una sola vez cierto: las prestaciones sociales no existen en el país de la libertad.

miércoles, septiembre 07, 2005

El Experimento de Schumpeter

Cito el fragmento de un artículo de Julia Escobar en Libertad Digital:

“Leí hace poco en un libro de Jean François Rével una anécdota sobre una discusión entre Joseph Schumpeter y Max Weber que refería Karl Jaspers y que yo que les voy a contar por lo menudo para que la disfruten. Al parecer están todos en un café en Viena y discuten sobre la revolución rusa. Schumpeter se congratula porque, al fin, "el socialismo no se circunscribirá a un programa sobre el papel, sino que probará su viabilidad". Weber le responde que el comunismo, "en ese estado de desarrollo en Rusia, constituye un crimen, y que eso conducirá a una miseria humana sin precedentes y a una terrible catástrofe". Schumpeter dice: "sí, así será ¡pero qué excelente experimento de laboratorio!" Y añade Weber: "un laboratorio lleno de cadáveres", a lo que Schumpeter replica: "eso se puede decir esto de cualquier sala de disección". Toda tentativa para cambiar hacia otros asuntos la conversación fracasa. Weber grita, se acalora. Schumpeter permanece silencioso y sarcástico. Los demás esperan, escuchando con curiosidad hasta que Weber se levanta bruscamente y dice: "No puedo entender nada de esto". Y sale del café. Schumpeter sigue sentado y dice sonriendo: "¡Cómo se puede gritar así en un café!"”.

Esto me ahorra tener que buscarlo en “La Gran Mascarada”, donde yo también lo leí.

Con ello lo que hago es citar a alguien que cita a alguien que citaba a alguien que transcribía una conversación de otros. Y cualquiera sabe si no habría algún otro por medio.

Espero que la conversación no haya resultado demasiado transformada en el camino.

Debo reconocer que cuando la leí me quedé perplejo. Schumpeter me pareció enormemente frívolo, y Weber un sabio clamando en un desierto moral.

Mucho han cambiado las cosas en las ciencias de las que estos dos grandes hombres fueron excelsos representantes.

La sociología, pese a haber tenido algún que otro pensador digno de ese nombre, como Raymond Aron, no ha alcanzado, me da la sensación, las cotas del XIX, con Durkheim y Spencer. Claro que a lo mejor me equivoco. Me guío por lo siguiente en mi apreciación: pedí a una socióloga que conocía que me aconsejase un manual introductorio a la sociología de primer nivel, y me habló de la obra “Sociología”, de Anthony Giddens, que era, por lo visto, la que recomendaban encarecidamente a sus alumnos casi todos los profesores universitarios de esta “ciencia”.

En el libro de Giddens, de 800 o 900 páginas (no recuerdo bien), que leí con interés “sociológico”, entre la risa, la conmiseración y el vómito de repugnancia, se podían percibir, desde un principio, claros dejes izquierdistas, además de tergiversaciones y falseamientos de la realidad vergonzosos y contrarios a la más elemental ecuanimidad, decencia u honestidad intelectuales y humanas.

Recuerdo especialmente cómo el libro comentaba una polémica surgida en EEUU por la publicación de un estudio sociológico sobre las prácticas sexuales en aquel país. De un plumazo, Giddens quitó de en medio toda objeción al estudio, diciendo simplemente que algunas personas lo había objetado y poniendo entre paréntesis el apellido Lewontin.

Daba la casualidad de que yo había leído dicha objeción, la respuesta de los autores del estudio y la réplica final de Lewontin, puesto que está en el libro de este último, que es una recopilación de reseñas: “El Genoma Humano y Otras Ilusiones” y que tengo en un rincón de mi humilde librería.

Lewontin es un personaje más bien de izquierdas (por no decir “radicalmente de”) y la mentada obra es, en mi opinión, poco recomendable y poco interesante excepto por este asunto.

Y es que Lewontin es un excelente estadístico, de primer nivel (por no hablar de su faceta de biólogo), y su objeción al estudio sobre el sexo estaba basada en fallos estadísticos y en cuestiones de principio que cualquier estadístico debiera tener perfectamente aprendidas antes de emprender un estudio.


Es por ello que el estudio quedaba COMPLETAMENTE refutado. Pero Giddens no debió de entenderlo así y se limitó a recluir a Lewontin (al que por otra parte tendrá en alta estima política) entre paréntesis.

Otra cosa que me llamó la atención es la ausencia de menciones al anteriormente citado Aron en todo el libro o (lo que es peor) al también anteriormente citado Herbert Spencer (ni siquiera en su capítulo sobre los fundadores de la teoría sociológica, de los cuales Marx era el más destacado).

A lo largo de sus cientos de páginas ñoñas y vacías de ideas poderosas, Giddens exponía diversas teorías peregrinas de autores de su cuerda.

Gentecilla como Habermas, Ulrich Beck, Pierre Bourdieu, Manuel Castells, Michel Foucault o el propio Giddens aparecen como lo más lucido y profundo de la galería de los horrores de la moderna sociología.

Si alguien quiere leer algunas joyas de esas eminencias que vaya a la siguiente dirección:

http://www.nodo50.org/dado/textosteoria.htm

De troncharse hasta decir basta es “El Fin del Neoliberalismo”, del Señor Beck. De veras que me reí. No tanto como cuando Rajoy dijo el otro día que no sabía exactamente para qué le había convocado ZP pero casi.

También las teorías sobre la educación de Bourdieu son la monda. Revel las disecciona en “La Gran Mascarada”.

La sociología ha tenido, pues, una gran caída desde Weber, hombre sabio donde los haya. O al menos eso es lo que apunta mi corta incursión en ella a través de un Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales.....


En cambio la Ciencia Económica ha continuado la línea de Schumpeter, que no por frívola es menos acertada. Ha extendido el certificado de defunción del Socialismo, pasando por alto con demasiada poca seriedad los probablemente cientos de millones de víctimas, directas o indirectas, del Socialismo real, que no tienen certificado.

Es curioso cómo aún hoy, poner de manifiesto lo que hizo el comunismo es una labor condenada al ostracismo y el silencio. Buscad si no “El libro negro del Comunismo” por la Red. Os pongo un enlace que es para troncharse.

No os perdáis los comentarios a la obra.

Bueno, sigamos con la economía, pero ya brevemente.

Es claro que hoy no hay economista –no al menos quien pretenda ser considerado- que no se declare liberal. Liberal se declara, por ejemplo, el ínclito Stiglitz , autor de “El Malestar en la Globalización”, libro que me produjo un gran malestar leer (pésimas tesis, plúmbea literatura).

Hoy todos los economistas somos liberales, si bien en la carrera los austriacos no son todavía convenientemente reverenciados (ni estudiados). Al menos no cuando yo la acabé, allá por el 98.

Pero ahí están Solbes, Sebastián o Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en el Ministerio de Economía del Gobierno más radical que ha tenido la democracia española, ese que preside el tonto social-listo ZP.

Los Ministros de Economía de los gobiernos de izquierda son liberales.

Lo que les dejan, claro.

El experimento de Schumpeter arrojó su resultado, y los economistas han sacado las pertinentes conclusiones.

Weber traicionado, Schumpeter continuado.

martes, septiembre 06, 2005

¿Sigue esa Señora en la Puerta del Rancho de Bush?

Había un buen circo montado alrededor de ella. Pero ha pasado un huracán y se ha llevado –al menos por un tiempo- la actualidad informativa a otra parte. La señora sigue sin hijo pero la izquierda internacional tiene ahora 10.000 cadáveres por los que plañir, todo un genocidio que inventar.

Supongo que ninguno de esos que gemían alrededor de esa mujer, ni ella tampoco, se pararon a pensar nunca que el hijo era un militar profesional.

¿Qué es el ejército, una ONG, como decía irónicamente Rajoy que no era, o un conjunto de personas que han de entrenarse permanentemente para entrar en acción sin hacerlo nunca, ni siquiera cuando es necesario?. ¿Es el ejército un lugar donde practicar juegos de guerra, artes marciales, gimnasia intensa, una especie de Paintball esforzado?. ¿Debe el ejército ser un recurso ocioso en un mundo en el que el terrorismo perpetra masacres multitudinarias como la del 11-S, el 11-M o el 7-J?.

Eso sería lo ideal, claro está. Que no hiciera falta. Que solo fuese disuasorio. Aunque hoy en día no cabe la disuasión, porque el enemigo QUIERE morir.

Y aunque uno no quiera morir, protestar porque alguien muera en un trabajo en cuyo desempeño morir es una posibilidad que uno nunca debe descartar me parece de una incoherencia inigualable.

Quizá la mujer perdió la cabeza por el dolor que la embargaba. O quizá ya la tenía perdida antes, como nuestra Pilar Manjón, que llegaba ya adoctrinada por años de sectarismo fiel a la tribuna de lloradores.

lunes, septiembre 05, 2005

Sería Risible si no fuera un Blues

El sureste de EEUU ha sido golpeado por el Katrina, un huracán devastador. Aunque algunos no lo crean se trata de un fenómeno natural. No es cosa del gobierno de George. Pero no desesperemos con sus dificultades para entenderlo. Bastará que lo hagan para que atribuyan el mismo al calentamiento global o a alguna otra excrecencia purulenta del capitalismo mundializador.

En cualquier caso ha golpeado a los negros con un racismo demoledor, que ni Hitler mismo hubiera aprobado. En una ciudad como Nueva Orleans, donde el Blues es todo un estilo de vida, imagino que habrá un elevado porcentaje de negros viviendo (bueno, ya no). La cosa es que 10.000 personas o una cosa así se han visto en la cruel tesitura de esperar a ser rescatadas en un ambiente no especialmente amigable y cómodo. No se fueron antes porque nadie les obligó. La voluntariedad es cosa importante en los países libres. Uno no es siervo de la gleba, adscrito al suelo, como los campesinos medievales o los hombres nuevos soviéticos (que ya quedaron viejos).

Voluntarios son los miembros de la Guardia Nacional que acude al rescate. Nadie les obliga, y nadie les paga por ello, creo. Van, los muy capullos, a rescatar a un rebaño de pobres negros de sus hermanos delincuentes que aprovechan el caos para robar, violar y matar, o hacer tiro al plato con los helicópteros de rescate, por ejemplo.

Mi cuñado me dijo que eran lastimosamente pobres, en la zona más pobre de EEUU, y que no podían salir de allí por eso. Yo le objeté que cuando no tienes nada, nada dejas atrás ni nada has de perder. Él dijo que no tenían ni para pagar el autobús de salida. Una extrema pobreza me parece esa en un país en el que la protección social está mucho más desarrollada de lo que algunos creen y el paro está en un 4 o 5%. Pero admito, con dudas y a regañadientes, que pudiera ser ese el caso de las mentadas 10.000 y pico de personas. Por cierto: ¿Cuántos habitantes tiene esa ciudad?. Si hubiera sido un tsunami en Asia habrían muerto unos pocos más. Pero bueno, con todo, no veo donde está el gravísimo delito de la Administración estatal.

Dice un señor español que estaba allí (creo que el marido de una política del PSOE) que se trata de una moderna forma de genocidio. A lo mejor intenta sugerir que el Estado tenía que haber puesto ingentes medios financieros, materiales y humanos para sacar a los pobrecitos supervivientes de la cloaca en que se había convertido la ciudad. Quizá una limusina por persona con destino a un palacio en Houston con 100 sirvientes por cabeza y caviar recién traído de la gran madre Rusia de cena. Y no esa mierda de alimentos, personas y puñeteros autobuses que han mandado. El Estado tenía que haberse hecho cargo de todo, y además a velocidades superlumínicas, por encima de las posibles, según Einstein. Porque el Estado, creen algunos sabios que están muy enterados, es omnipotente. Su fuerza la demostró con los genocidios (estos de verdad) del arriba mencionado Hitler y su hermano mayor (en todos los sentidos) Stalin.

Una forma estupenda de cargarse poblaciones enteras era deportarlas en masa, por ejemplo, de Ucrania a Siberia. Morían casi todos, y los que no quedaban para el arrastre, trabajando de esclavos, como muchos chinos hacen aún hoy.

Desde luego el Estado es potente para algunas cosas, aunque no pueda cambiar la naturaleza humana, que sin duda no es una tabla rasa, ni tampoco pueda lograr que las cosas funcionen bien (excepto su aparato de coerción, compulsión y robo institucionalizado, claro).

Estos imbéciles americanos (y el que más su Presidente), se dirán los enterados del mundo entero (incluido algún americano antiamericano de esos cuyo sentimiento de culpa por ficciones imperialistas atenaza su raciocinio) , tuvieron una fatal falta de previsión, pese a haber previsto perfectamente el huracán y haber evacuado la ciudad. Si, una falta de previsión racista y genocida, hemos de añadir. Yo estoy dispuesto a mantener estas y otras parecidas afirmaciones después de consumir Ácido Lisérgico. Pues tengo entendido que la realidad se tergiversa y uno oye voces y ve figuras espectrales.

Todo este asunto, pese a ser trágico y terrible, resulta muy ilustrativo. Los ignorantes descubren que EEUU saca al menos 1/3 de su petróleo del Golfo de México. ¡¡¡Nosotros que creíamos que todo todito venía del otro golfo, el pérsico, a precio de saldo!!!. ¿No fue entonces para hacerse con el petróleo irakí por lo que los crueles genocidas americanos exportaron el genocidio a Oriente?….Por un tiempo creímos que habían echado por tierra las transacciones “petróleo por alimentos”, que tanto beneficiaban al hijo de Kofi, para reemplazarlas por genocidio por petróleo.

El otro día un compañero de trabajo se quedó perplejo cuando le dije que Satán Hussein había matado más de diez mil Kurdos en un genocidio de los auténticos. ¡Tan obnubilado estaba con la culpa americana!.

Sea como sea, y como denuncian solventes fuentes periodísticas del propio imperio, de esas que entienden el liberalismo al estilo demócrata, los medios usados en Irak debieran haber estado disponibles ahora en EEUU para abordar esta gran catástrofe.

Siempre los medios debieran haber estado en otro lado. Sobre todo a toro pasado. Y siempre los medios del Estado se estiman infinitos, como si nadie los pagara y fueran perfectamente empleados. La abundancia de la sociedad marxista, supongo. Esa que llegó a su cumbre en 1989, con la caída del muro, cuyo significado muchos parecen no entenderlo o haberlo olvidado.

El caso es que el genocidio exportado ha sido con todo este asunto nuevamente importado y llevado a cabo contra la población negra y pobre, de una forma “moderna”, en palabras de un Savant.

Claro que todas las desgracias tienen una poderosa explicación, ocurran en EEUU o en Europa. Por lo visto, y según dijo un periodista de Telecirco los incendios de Portugal no habían podido evitarse ni sofocarse a tiempo debido a que en Portugal el 90 % de la tierra está ¡¡¡¡¡EN MANOS PRIVADAS!!!…..

viernes, septiembre 02, 2005

Opciones Políticas Subterráneas

El Gobierno quiere subir la presión fiscal para financiar la Sanidad. Es de suponer que si pagamos más impuestos mejorará nuestra salud.

A mayor presión fiscal menor presión arterial, por ejemplo.

Ahora que estamos en la víspera –fin de semana mediante- de una nueva reunión entre ZP y el Jefe de la Oposición, de la única que ejerce como tal (lo otro son pedigüeños interesados), me pregunto qué opciones políticas se nos presentan a los seres humanos en este nuestro (teóricamente) mundo de hoy.

Desde un análisis muy somero llego a una división de los actores políticos de nuestros días, sin duda incompleta, en cuatro grandes grupos. Estos conjuntos se interpenetran hasta cierto punto, no siendo sus fronteras por ello perfectamente nítidas. Sin embargo creo que se pueden aprehender y manejar conceptualmente sin por ello caricaturizarlos en exceso:

1) Identitarios.

2) Globalizadores.

3) Estatalistas.

4) Oportunistas.

Los primeros son defensores de mitos nacionalistas y etnocéntricos, y generan división, puesto que definen su identidad a partir de peculiaridades hipertrofiadas. Su espíritu es diferenciador de puertas afuera y homogeneizador de puertas adentro. Y si no hay diferencias o igualdades se las inventan.

Los segundos son partidarios del mercado, de la libertad, y, en definitiva, de un solo mundo para todos.

Los terceros son racionalistas de mira estrecha, que aspiran a crear un orden perfecto a partir de las más nobles intenciones....para consigo mismos y para con algún perfecto desconocido con cuya abstracción caricaturesca juguetean en su imaginación compasiva.

Los cuartos son los que carecen de principios, buenos o malos, errados o acertados. Y poco importa porque solo aspiran al poder, y su fin justifica sus medios. Se mueven dentro de cualquiera de las otras opciones según la circunstancia histórica.

Dado que los estatalistas han tenido que retroceder ante el fracaso del Estado paternal, sus particulares oportunistas (casi todos) han emigrado parcialmente a las opciones identitaria y globalizadora, sin por ello renunciar al aparato de compulsión y coerción Estatal bajo esas opciones-disfraz.

Los oportunistas son conscientes de que sin el Estado no hay privilegio, y por ello lo usan en nombre de la identidad para identificar a los que soportarán su yugo o a los que se estafará a plazos, y en nombre de la globalización para hacer más globales sus exacciones.

Se aceptan matizaciones, ayudas para completar la lista o alguna de las definiciones, correcciones y opiniones.

Así seguramente mejorará la cosa.

jueves, septiembre 01, 2005

Sísifo Subiendo Cartón Piedra

“Este librito es un experimento. Aparte de cualquier otra cosa que pueda lograr, servirá para ejemplificar, al menos en el caso del autor, qué efecto se produce en la mente cuando uno se obliga a tener por lo menos un pensamiento cada día, que merezca ponerse por escrito. Para este propósito no puede contar como pensamiento el mero especialismo, ya sea de ciencia o de práctica. Tiene que estar referido a la vida, al sentimiento o a la alta especulación metafísica. Probablemente, lo primero que descubriré en el intento será que, en vez de uno por día, sólo tenga un pensamiento así una vez al mes; y que sean sólo repeticiones de pensamientos tan conocidos de todos, que ponerlos por escrito sólo serviría para revelar la pobreza de la tierra”.

John Stuart Mill. 8 de Enero de 1854. Primer apunte de su breve diario.

Si cambiamos en el texto citado la palabra “librito” por “bitácora” o “blog”, tendremos ante nosotros el sentimiento que experimentan a diario tantos y tantos internautas con afán comunicador.

Yo, a diferencia de Mill, estimo que la tierra es inmensamente rica. Las infinitas variaciones de un mismo pensamiento pueden llevarnos, inadvertidamente, a otro nuevo, más depurado, mejor. También, debe decirse, a aberraciones....

La naturaleza no se cansa nunca de crear, la mente humana no se cansa nunca de pensar e imaginar.

Creo sinceramente que el escritor en red debe abandonar por completo todo deseo de ser original, de ser novedoso, incluso de ser bueno. Tiene que reírse a mandíbula batiente de la frase de Rimbaud “Hay que ser absolutamente modernos”. Debe abrir su mente y su acción a la nueva y maravillosa perspectiva de la creación a partir de las certidumbres y saberes, permanentemente revisados por nuestra inquietud, que nos lega una humanidad en continuo cambio. Debe amar la novedad derivada de lo ancestral, y preferir el silencio al cacareo vanidoso. Debe comprender que las raíces del árbol del futuro se hunden en el fértil limo del pasado.

Desde esa perspectiva evolucionista repaso las palabras de Mill y las encuentro sumamente actuales.

Creo que es preferible una verdad de concisa sobriedad a una mentira de bella poética. Y si han de repetirse cien veces las mismas verdades, con el mismo tono, con las mismas palabras, e incluso con el mismo gesto, para combatir a la mentira de múltiples disfraces, asumiré con gusto la tarea, aún a riesgo de pasar por plúmbeo o poco original.

La originalidad no debiera desprenderse nunca del lastre de la verdad. No al menos cuando la necesidad va unida inextricablemente al lastre. Y ello ocurre casi siempre.