martes, enero 31, 2006

La Locura no Tiene Cura

El triunfante periodista liberal Humberto Vadillo me lanza desde su blog apologético del negocio del alcohol de baja graduación el reto de consignar 5 manías personales, así como el de traspasar el testigo a otros cinco internautas de bien.

Pues bien, gustoso responderé en lo que a mi atañe, y buscaré 5 nobles personajes a los que susurrar tan extravagante petición.

LAS REGLAS DEL JUEGO SON: El primer jugador de este juego inicia su mensaje con el título "5 extraños hábitos tuyos". Las personas que son invitadas a escribir un mensaje en su respectivo blog, a propósito de sus extraños hábitos, deben también indicar claramente este reglamento. Al final, debéis escoger 5 nuevas personas a indicar y añadir el link de su blog o diario web. No olvidéis dejar un comentario en su blog o diario web diciendo:"Has sido elegido" y dices que lean el vuestro.

1) Tengo muchos libros empezados a la vez. En estos momentos son en torno a la treintena. Leo ávidamente todos los inicios, pero según sea el tema los abandono por temporadas a partir de la página 100 o así, generalmente al final de algún capítulo cuyo fin supone el fin de un apartado o historia importantes, justo antes del comienzo de otra parte completamente distinta. Un ejemplo: Franco, de Luis Suárez. Lo he leído hasta el capítulo que narra el final de la guerra civil, y lo retomaré cuando sea, quizá leyendo hasta el final de la autarquía.

Ello no obstante, leo de un tirón algunos libros que me apasionan por lo que narran y por el estilo con el que lo hacen. Me apasionan tanto que me parecen escritos en exclusiva para mi. Pero estas maravillas literarias son bastante raras, pese a haber muchos libros notables.

A veces me entra una fiebre "finalizadora" y me acabo 4 o 5 libros de golpe.

2) Sigo con el tema "libros", y pido disculpas por dedicarle tanto, pero ese tanto es cuanto ocupa en mi lectora vida:

Sufro indeciblemente teniendo que abandonar uno. Tiene que ser muy pesado, absolutamente ilegible, infumable, incomprensible, aburrido, inmoral hasta la náusea, ...etc etc. He llegado a leer libros enteros que me costaba entender, o cuyas ideas me parecían pueriles y/o viles, simplemente por no tirar la toalla. Tirarla me habría hecho sentir estúpido en el primer caso y prejuicioso y cerrado a otras ideas, en el segundo.

Pongo un ejemplo de un libro que abandoné: con gran pesar y gran alivio tuve que dejar de leer "Hegemonía o Superviencia" de Chomsky. Sencillamente asqueroso.

3) Reviso mi cartera, para asegurarme de que sigue en su sitio, cada dos por tres. Igual hago con las puertas (coche, casa....etc): Necesito asegurarme de que han quedado correctamente cerradas. Y así con muchas otras cosas.

Supongo que en ciertos casos estos comportamientos son una obsesión enfermiza, algo patológico. Sin embargo no tengo la sensación de haber traspasado la línea que separa la cordura de la locura, todavía.

Comprobar períodicamente que las cosas están bien acabadas y en su sitio es algo que seguramente nos haya ayudado mucho en nuestra supervivencia. Es un legado evolutivo. Los descuidados tienden a perder más cosas y a sufrir más reveses. Los segurones quizá pierdan oportunidades envueltas en riesgos, pero se juegan menos el tipo al retener mejor lo logrado.

4) Padezco fobia a las aglomeraciones humanas. Tuve una época en la que me encantaba la música, pero no fui a ningún concierto (excepto a unos pocos que di con un grupo que tenía, pero eso no es exactamente lo que se entiende, en general, por ir a un concierto). También fui forofo de fútbol, pero apenas fui al estadio. Y si mi mujer me lleva de los pelos a un gran centro comercial, lo llevo con la resignación de un reo ante el cadalso. Aunque hay una pequeña excepción a esta norma: si entro en la sección de libros del centro comercial, la humanidad bulliciosa desaparece a mi alrededor y solo hay estantes llenos de obras.

5) No me gusta conducir. Lo hago a diario porque mis circunstancias así lo exigen, pero debo reconocer que me desagrada coger el coche. Aunque lo peor no es desplazarme de un lugar a otro, lo cual se me hace muy cuesta arriba si el trayecto es nuevo y desconocido, sino que al llegar haya que dar vueltas y más vueltas, mientras el reloj da vueltas y más vueltas, en un vagar sin final previsible, para poder aparcar.

Traslado el testigo, con cariño, a 5 eminencias de la blogocosa, confiando a que se dignen a dar, a este humilde servidor, en algún pequeño hueco de sus apretadas agendas, algún detalle personal de carácter estrambótico:

1) Policronio: Cuya novela sobre la invasión islámica en España espero poder leer algún día.

2) Smith: Un tipo con una sorprendente velocidad de procesamiento y depurado de información, que es capaz de escribir varios textos brillantes al día sin arrugarse.

3) Memetic Warrior: Gran estudioso y conocedor de la relación de mente y cultura, y por ello el más indicado para manejarse con memes.

4) Kantor: Un matemático deslumbrante por su filosofía. Un profundo pensador y un tecnócrata genuino.

5) Juan Ramón Rallo: Expone con maravillosa claridad ideas complejas, y es un baluarte del liberalismo español cuya carrera meteórica no ha hecho más que comenzar.

A mi amigo Maestre ni se lo digo, que ya le han lanzado dos guantes por lo menos, y todavía no ha recogido ninguno.

lunes, enero 30, 2006

zp o zetapé

ENVÍO TEXTO QUE HE RECIBIDO DE LA RAE (REAL ACADEMIA ESPAÑOLA) EN RELACIÓN A UN NUEVO VOCABLO QUE HA SIDO RECIENTEMENTE ACEPTADO Y QUE VA A SER INCLUÍDO EN LA PRÓXIMA EDICIÓN DEL DRAE.


La Real Academia Española de la Lengua, en sesión plenaria, ha decidido crear el sillón zp minúscula, en homenaje al gran intelectual que ocupa la presidencia del gobierno.
En el acto de toma de posesión, el secretario de la Academia leerá la acepción de zp, que será incluida en la próxima edición del DRAE, que es la siguiente:
zp o zetapé. (del lat. zopencus putamadris).
1. Dícese del incapaz para presidir su comunidad de vecinos.
2. El que por fuego o explosión se ve aupado a un cargo público sin ser capaz de desempeñarlo.
3. U.t.c. insulto, equivalente a tonto: no seas zp por no seas tonto.
3a. Dícese del que es tan tonto que un año antes de la peor sequía de su país se carga un plan hidrológico que iba a resolver el problema del agua en una gran parte del territorio y la sigue tirando al mar ¡hay que ser gilipollas!, perdón quise decir zp.
4. El que, con gran osadía, es capaz de nombrar a Moratinos para cualquier cosa, y, en particular, para Ministro de Asuntos Exteriores.
5. Individuo que puede hablar de cuestiones complejas, que desconoce, sin decir absolutamente nada, pero con mucho talante.
6. Hombre al que le sientan mal los trajes, le quedan las mangas raras, se le meten los pantalones por los calcetines y carece delmás mínimo estilo o donaire en el vestir.
7. Hortera. Que llevó calcetines blancos en los 80.
8. Que siente placer en molestar y disgustar a los norteamericanos.Que se regodea en la mala educación con los mandatarios de ese país, insulta a su pueblo al paso de su bandera y, simultáneamente,quiere ser recibido por su presidente.
9. Que llama matrimonio a cualquier cosa, incluso al amancebamiento homosexual. Que siente placer al privar a un niño de padre o madre.
10. Persona poco instruida en la historia de España, que se permite el lujo de jugar a desmembrarla y que dice aceptar cualquier barbaridad que le puedan enviar desde un parlamento regional.
11. El que negocia con terroristas, que pone en la calle a asesinos, facilita la colocación de artefactos y fomenta la pertenencia a banda armada.
El que, incumpliendo la Ley, permite la presencia de terroristas en las instituciones, facilitándoles subvenciones y financiando sus actividades.
12. Persona que a la muerte de soldados en zona de guerra le llama accidente si los envía él, y asesinato si los envía cualquier otroen misiones de paz.
13. El que tiene un parecido impresionante con el humorista británico Rowan Atkinson, más conocido como Mr. Bean, que se caracteriza por hacer papeles de imbécil.
Quien no tiene que actuar para pasar por Mr. Bean.
14. Presidente de Gobierno del que se ríen y benefician las minorías caciquiles, en detrimento de su propios votantes, mientras que medio país se echa las manos a la cabeza con las irremediables tonterías que hace.
15. Amigo de separatistas y valedor de sus principios, en quienes deja el gobierno de la Nación.
16. El que "negocia" cualquier cosa dando lo que le piden íntegramente y a eso denomina talante, cuando en realidad toda la vida ha sido hacer el bobo.
17. Político que al serle desfavorables las encuestas oficiales, opta por no publicarlas.
18. El que hundiendo un país pretende estar salvándolo, fomentando la desigualdad en derechos, educación, justicia, economía....
19. Persona obsesionada con la guerra civil, que defiende los asesinatos, las checas y los paseos de uno de los bandos, y a eso llama república democrática.
20. Que no respeta los símbolos del Estado que preside, que habla cuando suena su himno nacional y que, sin embargo, muestra un gran respeto por las banderas inventadas por cuatro separatistas.
21. Tonto del culo.
22. El que despilfarra el dinero de otros subvencionando las películas de sus amiguetes.
23. Individuo al que le queda grande un cargo.
24. El que se mete en líos y no sabe cómo salir de ellos, metiendo en líos a los demás, innecesariamente.
25. Plagiador de la Alianza de Civilizaciones, llamando civilización a que la mujer vaya dos pasos detrás del varón, que no pueda decidir sobre su futuro; fomentar la guerra santa o impedir la libertad de culto.
El otro lado de la alianza es la civilizada coalición de Rovira, Maragall, Ibaleches, Otegui, Llamazares, Fidel, Chaves....
26. Embustero profesional.
27. Dicese de quien llama transparencia a la opacidad, ocultamiento o mentira.
28. Dicese de .....(ley de extranjería, incendios de Guadalajara, Archivo Histórico de Salamanca)
29. Dícese de uno que odia a los curas porque le echaron del instituto y tuvo que acabar el BUP en uno público ¿qué haría...?
30. El único presidente del mundo occidental que es un delincuente por saltarse la ley y encima hace ministro a un ladron llamado Montilla al que han pillado llevándose 900 millones.
La RAE tiene previsto ampliar el Diccionario (DRAE) en ,al menos, un par de volúmenes (*).
(*) Recibido por email.

viernes, enero 27, 2006

Payaso Deslenguado Dixit

Pepe nació en Villagarcía de Arosa, en Pontevedra, pero ha vivido desde pequeño en Cataluña, donde muy pronto se subió a los escenarios y comenzó una carrera interpretativa que dura hasta hoy. Pepe es un actor, un actor Catalán. O eso cree.

Su última obra, dirigida e interpretada por él, consiste en monólogos, un género que lleva ya años explotando. Según una crítica favorable, su espectáculo es una especie de "trasgresión de las normas establecidas a través del humor", donde se logra un "difícil equilibrio entre lo sutil y lo vulgar, lo popular y lo refinado, el recurso al taco y la más elemental sexualidad y la ácida crítica social". Equilibrio más que difícil imposible, diría yo. Y cuando se busca se acaba en lo vulgar, el taco, la más elemental sexualidad y, por qué no, la ácida crítica social, por eso de lo corrosivo y destructivo del ácido.

Una perla de monólogo se puede escuchar en el blog del censor de la COPE Royo-Villanova, titulado A Sueldo de Moscú. Por escrito lo tenemos en esta otra dirección.

A Royo-Villanova le gusta lo que dice Rubianes (así se apellida Pepito), pero encuentra insoportable la COPE. Dice que esa retahíla de improperios: "retrata a nuestra derecha actual con precisión propia del más exacto de los relojes suizos", mientras persigue con obsesión enfermiza a Losantos.

Y es que Royo-Villanova es como el CACA: Demoniza a los que dicen verdades hirientes con elegancia, mientras aplaude a quienes mienten e insultan a su gusto, esto es, con mal gusto.

Otra perla, esta escrita, la tenemos en rebelión.org, pinchando aquí.

El último espectáculo de Pepe fue hace unos días en la más imparcial de las televisiones, a juicio del CACA, la Catalana TV3, a las 4 y pico de la tarde.

Pepe entró en simbiosis con su público, como usualmente hace. Como dice una crítica a su espectáculo: "el público se convierte durante un rato en director, ya que acaba decidiendo cuáles de estas nuevas historias se incorporan en el espectáculo". Así que Pepe dijo lo que su público de ese momento quería oír, lo que Albert Om, presentador del programa dónde se desarrolló el esperpento (el Club), quería oír. Tanto es así que Om le aprobó con un "Muy Bien".

Un Club es un grupo restringido. Y ello pudo apreciarse claramente en este club, en su reunión para el soez espectáculo de esa tarde: todos hacían piña para reír las gracias al payaso oficial. Este les decía lo que tenía que decirles, en el estilo que cabía esperar de él, y de acuerdo con los gustos y pareceres que habían dado, y siguen dando, vida al club. ¿Acaso debiéramos sorprendernos, o incluso escandalizarnos?.....¿No dicen acaso que conforme avanzan los totalitarismos se rebajan las expresiones culturales?. ¿No es esta la clase de intelectual que cabe esperar en el paraíso socialista de Catalonia?.

No dan para más. Pero eso es lo de menos.

El vídeo del bochornoso espectáculo de TV3 aquí.

jueves, enero 26, 2006

Malos Buenos, Buenos Malos



El capitalismo es malo, muy malo. Y ello pese a haber hecho mejorar ostensiblemente las condiciones materiales de nuestra especie. Y es hermano del fascismo, pese a asentarse en el individualismo, la propiedad privada de los medios de producción, el imperio de la ley y la democracia.

Y el comunismo es bueno, muy bueno. Aunque haya dejado una estela de más de cien millones de cadáveres en su paso triturador por el mundo, en un cuenta y sigue que penetra el siglo XXI amenazante. Y es enemigo del fascismo, pese a tener su fundamento, como este, en la propiedad colectiva de los medios de producción, el imperio de la elite gobernante, el antiliberalismo y el totalitarismo.

Esta repartición de papeles moral se debe a que el último es idealista y progresista, mientras que el primero es realista y posibilista. Y a los casquivanos de toda laya les parece estupendo, porque no son capaces de percibir la estrecha relación existente entre las ideas políticas y su realización práctica. El realismo y el posibilismo les parecen estéticamente incorrectos. Y a un tiempo creen que los desastres del comunismo se deben a una mala aplicación de las verdades marxistas, o, en todo caso, a un seguimiento demasiado literal.

El Comunismo conduce siempre a la pobreza, la opresión y el estado de guerra. No hay ninguna excepción a esta norma. El capitalismo, pese a la rémora implacable y chupóptera de la socialdemocracia, ha llevado a la prosperidad allá donde se ha permitido su desarrollo (que no es otra cosa que el desarrollo del intercambio, cosa muy natural, en libertad). Pero sus divergentes resultados no son suficientes para condenar al comunismo y alabar al capitalismo. El ideal de igualdad entre los hombres es más poderoso que la constatación de la realidad de sus diferencias, y mucho más poderoso que la percepción de los crímenes que se han cometido en su nombre.

En la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa se aprobó una propuesta de condena internacional sobre los crímenes del comunismo. Pero no se hizo sin la frontal oposición de los socialistas.

Tenemos que recordar lo malo que fue Franco, pero se corre un "estúpido" velo sobre las atrocidades comunistas en nuestra guerra (y fuera de ella).

La otra tarde en la SER hablaban varios conocidos contertulios sudamericanos del giro a la izquierda que se está dando en sus tierras. El jersey de Evo fue durante unos minutos protagonista. Evo es un idealista que, llevando el jersey, quiere simbolizar su naturalidad y su falta de pretensiones. Pero la perversión capitalista ha sacado ya tajada comercializando espuriamente el jersey, para obtener el sucio beneficio empresarial. El jersey se vende ahora... ¡¡¡¡por 180 dólares!!!!....¿Y alguien lo compra?. Pues debe ser que sí que tiene ese desorbitado precio.

El tierno Evo pone a su hermana de "Primera Dama" (expresión, por cierto, made in USA), en línea, por un lado, con los Faraones Egipcios y otros monarcas absolutos de la Antigüedad (aunque imagino que sin boda ni tálamo) y por otro con la desvalorización del matrimonio como fundamento de la sociedad propia de la izquierda.

Carnicerdo, no sé si en esta u otra tertulia del día anterior, hablando desde Argentina, decía que en la Venezuela del Gorila Rojo el nivel de vida de los pobres había aumentado increíblemente.

La cosa es que los ultraliberales Estadounidenses miran con sorpresa y recelo los cambios que se están produciendo en su vecindad continental, temerosos de esta nueva ola de idealismo socialista, nos dicen a coro los expertos en propaganda de la izquierda.

El socialismo vuelve, como se ve, y le acompañan otros idearios, y otras acciones, más propios de otra cultura pero igualmente totalitarios, en su lucha contra el vil capitalismo.

Dos apuntes para acabar, uno con el socialismo y otro contra el capitalismo, tomados ambos de emisiones en esta semana de concursos de televisión:

1) Jesús Vázquez, en su programa "Allá Tú", al ver que había un concursante con una camiseta de la selección de fútbol de Chile, se congratuló de la victoria de una socialista en las elecciones de este país. "Una mujer presidiendo Chile por primera vez....¡¡Y además socialista!!!, ¡¡¡cómo mola!!!".

2) Carlos Sobera, en el programa "Quieres Ser Millonario", preguntó a su concursante qué profesión había desempeñado Margaret Thatcher antes de lanzarse a la arena política. Había 4 opciones: Abogada Criminalista, Reportera de Guerra, Química y una cuarta que no consigo recordar. El concursante dudaba y Carlos hacía como que le echaba una mano comentando las distintas respuestas. Al hablar de "Abogada Criminalista" como una posibilidad, soltó: "Bueno, podría ser, por lo de criminal....¡¡Uy, perdón!!!".

Así está el patio, que le vamos a hacer.

miércoles, enero 25, 2006

Entre Todos la Mataron y Ella Sola se Murió



Tendremos que firmar con firmeza. La que no tuvo ayer Rajoy con Piqué. La que no tiene Piqué con el Esputo de Cataluña a la cara de España.

Rajoy, el mismo día que flaquea con su enemigo interno, que asume la virtual partición popular, abre las puertas a la participación popular, que algunos veníamos pidiendo, impotentes, desde hace algún tiempo.

El pueblo tiene el derecho y el deber de refrendar o derogar los cambios fundamentales en el ordenamiento jurídico que enmarca sus cotidianos quehaceres. Puede y debe hacer uso de la ostraka tantas veces como sea necesario para preservar el contrato social que, si bien nunca fue firmado, debe ser diariamente confirmado, si es preciso con otra firma, esta real.

La idea de soberanía popular es peligrosa, cuando se malinterpreta: muchos creen que ellos son el pueblo, y pretendiendo hablar o actuar en nombre de todos tiran la ostraka a la cabeza de quien consideren su enemigo ( o "enemigo del pueblo"), que suele ser quien defiende ideas distintas.

La importancia del marco constitucional es por ello fundamental. Quien se desenvuelva dentro de él puede defender cualquier idea que le plazca y actuar con libertad.

Aunque el marco constitucional, por muchas barreras legales que tenga para su cambio, es solamente papel mojado cuando el pueblo cuya convivencia protege no lo sostiene con su voluntad. El espíritu de las leyes ha de ser el de quienes las interpretan y ejecutan. Si impera el relativismo es el imperio de la arbitrariedad, y las leyes son lo que el gobernante quiera que sean.

Ahora tenemos, en España, un gobierno para el que el derecho consiste en el ejercicio del poder irrestricto disfrazado de democracia, y un pueblo dividido en partes desiguales entre bárbaros, claudicantes y defensores de los valores.

Uno de los principales responsables de la ambigüedad reinante en el terreno de los principios políticos, Rubalcaba, es de los que cree que la victoria es para los osados, y dice los mayores disparates con cara de póker, como quien tira un farol. Y en efecto tira un farol, pero los claudicantes creen que sus cartas son buenas, y los bárbaros reparten con él el botín obtenido. Solamente quienes defienden valores igualarían o mejorarían la apuesta, pero han sido apartados del juego.

Y así puede Rubalcaba campar a sus anchas, que ancha es España (hasta que la troceen) y decir que la propuesta de Rajoy es un disparate anticonstitucional. Si, anticonstitucional, contrario a la Constitución, esa que el Estatuto que su gobierno negocia con nocturnidad está matando y enterrando. No les basta con intentar a cada paso matar y enterrar a Montesquieu.

Su relativismo totalitario hace uso de la Constitución según conveniencia, y no atendiendo al espíritu de la ley.

Mientras la asesinan por la espalda utilizan su cuerpo como escudo contra las acometidas de los que intentan salvarla.

viernes, enero 20, 2006

Yo César, España Nada



El lamentable borrachuzo, con la locuacidad entrecortada e incoherente típica de su condición, en plena embriaguez de poder y bebida, balbucea entre orgulloso y negligente que quien nos desgobierna le debe el poder a él, y que de él, y de lo que él defiende (o si se prefiere, para mayor claridad, ataca), depende, para mantenerlo.

Se sobreentiende que todo lo que importa es ESE poder para ESA persona, ese o César o Nada de Borgia degenerado en analfabestia con ínfulas. Comete el lapsus o la desvergüenza, el borrachín chin chin (brindis con cava extremeño), de referirse simplemente al poder de una persona, olvidando mencionar al pueblo sobre el que gobierna, que en una soberanía popular es, se supone, lo que cuenta.

Y el Bonobo, o Bonobobo, o el bobo de Bono, anda pidiendo a los militares, en plan camarada (no podía ser de otra forma), que hagan el amor y no la guerra, y que mientras tanto obedezcan a los que quieren romper el país y el orden que ellos defienden, poniéndose de parte de quien les ataca.
El Ministerio de Defensa provoca, triste ironía, la indefensión de sus hombres, y con ello del país que guardan, al ponerles al servicio de quienes llaman putas a sus madres.

Y si el Ejército sigue por el camino que el gran Bonobo le marca, ese trecho estrecho de mucho sexo y poca guerra, terminará por ser cierto eso que ahora son intolerables insultos, siendo el Ministerio de Defensa Español un gran lupanar al servicio de la soldadesca de los poderosos y nada amorosos ejércitos de las naciones periféricas, en el que, ejerciendo de anfitrión de una gran orgía simiesca, al estilo de las organizadas por Calígula en el Palatino, estará ZP con el Bonobo a un lado. Aunque por entonces ni será un Ministerio, ni defenderá nada, ni podrá considerarse Español, todo lo más ex-pañol (atiéndase a las minúsculas).

Para los radicales progresistas, desde los tiempos de Marx, la mejor defensa es el ataque. La misma idea de progreso para la izquierda no es solo de cambios, sino que encierra la significación precisa de cambios con un sentido, de cambios orientados. Los cambios van en un sentido, y el sentido, cómo no, para ser percibido o marcado, precisa de la Razón, de una Razón tan mayúscula y omnisciente como gigantesco y omnipotente es el poder al que da lugar.
Siempre se "progresa" hacia Democracias Avanzadas, que son el final de las Democracias. Y este "progreso" es necesariamente revolucionario, esto es, violento, o sea, un ataque, que se pretende legitimar disfrazándolo de defensa, queriéndolo hacer pasar por lo contrario de lo que es.

No hay mejor ejemplo de lobo con piel de cordero que el fariseo de la secta progre, excelente tartufo que engaña al cándido. Siempre está presto a defender múltiples causas, y se muestra terriblemente ofendido, llegando incluso a rasgarse las vestiduras por cualquier injusticia real o figurada que detecta en sus alrededores con su fino olfato para lo hediondo, que percibe incluso partículas solitarias de peste en un ambiente perfumado o inodoro. Al hacer esto pretende encabezar el rebaño de los justos, pero como una oveja más.

Una vez alcanza el poder, nuestro prohombre idealista, se lanza a la grandiosa labor de atacar a todo el que de alguna manera se le opuso, se le opone, o cree que se le opondrá, o podría llegar a oponérsele, por este orden y con Macbethiana profusión de sangre, si se tercia.

Todo sea por el Progreso, con "P" mayúscula, todo lo necesario para avanzar a grandes pasos en la democratización, es decir, en la realización plena de la Democracia Avanzada, que es totalitarismo.

Lo importante aquí y ahora es atacar a España, a la idea de España, a la realidad de España y los españoles, a la idiosincrasia española, que se nos opone. Porque lo que verdaderamente importa, como bien señala el achispado, es lo propio: mantener el poder a toda costa.

Yo César, España Nada.

jueves, enero 19, 2006

Mentirosas Alabanzas y Censuras

John Reed (1887-1920) fue, podría decirse, el primer y único comunista americano. El primero porque presenció la Revolución de Octubre en vivo y en directo, escribiendo un libro apologético de la misma y de sus líderes que tuvo una gran tirada. El único no tanto porque estuviera él solo cuanto porque su círculo era muy reducido, y de escasa relevancia en la política estadounidense, siendo él probablemente lo más destacable del comunismo revolucionario abierto y directo en su país, hasta su prematura muerte.

El pobre John falleció joven, efectivamente, y es posible que un tanto desencantado del experimento soviético.

Su periplo personal y político fue llevado a las pantallas por Warren Beatty en la película "Rojos".

Dicha obra fue incluida en una colección de películas que el periódico El Mundo ofreció a sus lectores, que pretendía ser una muestra cinematográfica de grandes momentos y asuntos de la historia del siglo XX. Cada película era comentada por algún personaje conocido o entendido del tema, y el comentario sobre "Rojos" le tocó hacerlo a Santiago Carrillo.
Y esto fue lo que escribió:


El actor y director de cine americano Warren Beatty llevó a la pantalla la obra de John Reed, Diez Días que Estremecieron al Mundo. En la película él mismo interpreta el papel de Reed, y el de la esposa de éste estaba a cargo de la actriz Diane Keaton. Como sucede a menudo, el cine americano produce obras maestras que no tienen nada en común con la filosofía oficial de su Gobierno.
Rojos (título de esta película) es uno de los ejemplos de ello. Se trata de un excelente filme.
"Diez días que estremecieron al mundo" es el fabuloso reportaje que describe los momentos iniciales de la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia, con el realismo y veracidad más impactantes.John Reed, su autor, vivió esas jornadas como periodista, escuchando a personajes de todas las tendencias y sobre todo oyendo al hombre de la calle, mezclándose con los barbudos soldados que venían del frente, con los legendarios marineros de la flota militar del Báltico, los obreros de la Putilov y los líderes de todas las tendencias, los cadetes, los trudovikis, mencheviques, socialrevolucionarios y bolcheviques. Toda una sociedad en plena tormenta, cruzada por un radical enfrentamiento de clases; traumatizada por los horrores de la guerra, el hambre y el frío. Una sociedad atravesando una tremenda crisis histórica, en la que los términos medios eran imposibles.
Warren Beatty como actor y director, y Diane Keaton han convertido Diez días de la historia mundial en una obra de arte que recoge con fidelidad el libro extraordinario de John Reed.

Si uno ve la película en cuestión, o lee el libro de Reed, no puede, después de ello, más que asombrarse de la descripción que Carrillo hace de la primera.

Dice el nada venerable anciano que "Warren Beatty llevó a la pantalla la obra de John Reed, Diez Días que Estremecieron al Mundo". Nada menos cierto. La película, como antes dije, contaba su periplo personal y político desde mucho antes del libro hasta su muerte, muy posterior al libro (al menos a efectos biográficos).

Pero Carrillo quiere hacernos creer que los pocos minutos de metraje en los que aparece la Revolución de Octubre son TODA la película. Y olvida quizá que al final de la misma, Reed discute agriamente con Zinoiev porque no soporta la manipulación completa a la que se someten sus discursos y escritos, ni que se le prive de una vida normal, de dimensión humana, por la causa comunista.

Para Carrillo los cinco minutos escasos de película en los que Reed se mezcla, arenga y discute con "los barbudos soldados que venían del frente, con los legendarios marineros de la flota militar del Báltico, los obreros de la Putilov y los líderes de todas las tendencias, los cadetes, los trudovikis, mencheviques, socialrevolucionarios y bolcheviques", en los que incluso un espectador avezado tiene dificultades para distinguir a esos diversos grupos amalgamados en el caos, son TODA la película, o, al menos, TODO lo que él considera digno de ser mencionado sobre el argumento de la película.

Porque Beatty nos muestra a un Reed idealista y noble, cuando fue un perverso utópico, pero no tiene la desfachatez de idealizar la Revolución, y pone de manifiesto, si bien no todo lo que debería, el terror, la futilidad, la terrible impostura y la sistemática mentira de ese momento histórico.

Finaliza Carrillo sus palabras remarcando el despropósito: "Warren Beatty como actor y director, y Diane Keaton han convertido Diez días de la historia mundial en una obra de arte que recoge con fidelidad el libro extraordinario de John Reed". Después de haber dicho que "Diez Días que Estremecieron al Mundo", panfleto marxista-leninista, expone la Revolución "con el realismo y veracidad más impactantes".Tanto realismo y veracidad, supongo, como el que se puede otorgar al escrito de Carrillo, impactante por su descarado falseamiento de algo tan fácil de contrastar como un documento escrito y otro grabado.

Al lado de esta elogiosa crítica, que encubre el mensaje final de la obra criticada, tenemos esta otra, realizada por la Revista Muy Historia en su último número, que va del Franquismo:


Franco, un Balance Histórico.
Pío Moa.
Planeta. Madrid, 2005.


Más que un ensayo, este libro es un panfleto, es decir, escritura propagandística. El libro gustará a los franquistas, irritará a los antifranquistas y sorprenderá a todos los demás, que son mayoría, sobre todo por venir de alguien que luchó contra la dictadura con las armas en la mano. Interesante el balance económico del franquismo, anacrónicas y extravagantes las analogías con la España de hoy.


Sorprende que hagan esta crítica tan feroz en un apartado del final de la revista dedicado a recomendaciones literarias sobre el tema tratado en el número. Es como si nos dijeran: "Léelo, pero que sepas que es un franquista desmedido". Quizá lo hagan por eso de dar una imagen de imparcial muestra de diversas tendencias e ideas divergentes. Pero lo estropean totalmente con la crítica, que es un ataque ad hominem carente por completo de argumentos, una valoración perfectamente aceptable en un ciudadano corriente, pero intolerable en una publicación que se pretende seria y rigurosa.


La izquierda nos habla a veces desde una supuesta moderación que se pretende "centrista", imparcial y serena, pero que refleja el deseo de ocultar hechos, circunstancias y pensamientos incómodos. Dicen: "ese es un exaltado propagandista" y creen con ello haberle rebatido. Maniobra retorcida de propaganda la suya, que atribuye la propaganda a quien barre los mitos.

miércoles, enero 18, 2006

Ante las Cámaras

El Foro del Espectador emitía el día 16 de Enero este comunicado:

Las series de TV presentan un falso modelo de la juventud española, según un estudio del Foro del Espectador.

Este análisis concluye que las series españolas presentan como valores predominantes en los jóvenes la seducción, el goce, el placer, el culto al cuerpo y la falta de esfuerzo y sacrificio.

La juventud española aparece representada en televisión por unos estereotipos prefabricados y no representa a la variedad y pluralidad de opiniones, gustos, formas de vestir y de pensar de nuestros jóvenes.

Foro del Espectador cree que en la sociedad no hay solo un tipo de joven. Sin embargo, las series están tratando de homogeneizar los gustos y consumos sociales y de pensamiento de la juventud.

Las series y programas dirigidos a jóvenes muestran una clara ausencia de valores como el estudio, el trabajo serio y constante o la obediencia a padres y profesores. Se expone un modelo en el que los objetivos de la vida se consiguen sin esfuerzo y sufrimiento, algo que dista mucho de la realidad. También resulta llamativa la falta de cultura que tienen los protagonistas de estas series.

Además, en las series dirigidas a jóvenes se trivializa un tema tan importante como el amor, reduciéndolo a un juego, en el que prima una falsa concepción de la sexualidad humana.

Foro del Espectador sostiene que los informativos de televisión tampoco ayudan a formarse una correcta idea de la juventud española. Las numerosas noticias de agresiones, peleas y drogas no son contrarrestadas con otras muchas en las que los jóvenes queden bien parados, con lo que se deja en el espectador una idea equivocada o errónea de este sector social de nuestra sociedad.

Foro del Espectador pide a las cadenas de televisión un esfuerzo serio para acabar con esta discriminación que tanto daño hace, no sólo a los jóvenes, sino al futuro de nuestra sociedad y de nuestro país.


Hace tiempo que reflexioné por aquí sobre este asunto (21 de Julio) pero no tuve entonces la sensación de que preocupase a mucha gente. En realidad, dada su vital importancia, creí que debía preocupar mucho más a muchos más.

Las series de televisión españolas apuestan por norma general, como nuestro cine, por trasmitir contravalores. El Foro del Espectador habla de “seducción, goce, placer, culto al cuerpo y falta de esfuerzo y sacrificio”, esto es, de la irresponsabilidad. Pues no cabe entregarse a lo inmediato sin renunciar a tomar las riendas de lo mediato. En realidad, que la gente joven llegue a comportarse así se debe a muchos factores, tanto sociales como naturales. Entre los naturales están, claro está, el incompleto desarrollo de las funciones cognitivas complejas (del lóbulo frontal) y la tormenta hormonal. Entre los sociales la ausencia total de un medio ambiente social que premie el esfuerzo y el ingenio y castigue la vagancia y la estulticia durante la juventud. Muchos padres se desentienden de la educación de sus hijos, el sistema educativo no establece incentivos ni desincentivos adecuados, y en la cultura se practica el “culto” a la juventud.

Es muy posible que la falta casi absoluta de valores en los seriales españoles sea un reflejo más que la causa de la falta de valores en muchos jóvenes y no tan jóvenes. Para empezar los que hacen las series, desde los guionistas hasta los actores, viven en cierto modo en un limbo. Quien vive de crear imágenes, con su pensamiento o su movimiento, puede terminar por creer que hay mucho más de representación de lo que realmente hay, de drama o comedia en sentido estricto, esto es, en sentido figurado, de farsa teatrera.

Por poner un ejemplo: ¿quién informó a los guionistas de “Motivos Personales” acerca del funcionamiento de una empresa farmacéutica?. Nadie, sin duda. Porque a lo largo de la serie lo único que aparece del día a día de la gestión del negocio son maquinaciones maquiavélicas de una elite tribal enfermiza y pueril. Uno no puede, a partir de esa serie, hacerse una idea cabal de lo que es una empresa farmacéutica, ni, en general, de lo que es una empresa. Pero eso es lo de menos: el problema estriba no en la idea que uno no se hace, que después de todo en un thriller que va sobre otros asuntos no tiene porque formarse siquiera, si no en la que se hace realmente a partir de la imagen mostrada: da la sensación de que en las empresas no se trabaja, sino que se charla y se conspira.

La falta de cultura que el Foro del Espectador atribuye muy justamente a los protagonistas de las series quizá quepa atribuirla, al menos en parte, por derivación, a quienes las elaboran. Es el caso indicado de “Motivos Personales” y la cultura sobre lo que es una empresa de quienes la hicieron.

Como antes decía, los valores que nuestras series presentan, enumerados por el Foro del Espectador (goce. placer....falta de esfuerzo....) no son más que irresponsabilidad. Exactamente la irresponsabilidad conducente al Socialismo, la causa última de la decadencia de las sociedades, al crearse y favorecerse los tipos humanos enfermos de hedonismo sibarita, parasitismo paraestatal y molicie. Se crea una masa amorfa, una plebe homogénea, que no quiere asumir ningún riesgo ni afrontar ningún esfuerzo, una plebe vil y lacaya que no solo se entregue a, sino que busque el abrazo protector del Estado Benefactor. Papá Estado cuidará de los desvalidos irresponsables que se arrodillen ante su omnipotente figura. Papá Estado los necesita tanto como ellos a él. Y si es preciso los fabricará, desde las escuelas, que habrán de ser públicas y adoctrinar convenientemente a los pupilos, y desde los medios de comunicación, que cantarán loas al poder y a los valores del rebaño, bien a través de las noticias, bien a través de la ficción doblemente ficticia de las series y películas que inventan incluso los valores.

Y es que la cuestión de los valores no es un tema más de discusión. Los valores son el fundamento de nuestro actuar en el mundo, y errar en ellos es construir sin cimientos. Y son además una emanación directa de la naturaleza humana, por lo que contravenirlos, o crear otros artificiales, solo puede llevar a lo que el Foro del Espectador denomina: “estereotipos prefabricados”, tanto en la realidad como en la ficción.

El culto a la juventud nos muestra claramente un ejemplo de esos estereotipos patéticos. Los hombres adultos de las series españolas de familia aparecen como eternos adolescentes, como perfectos niñatos tonteras, como medio hombres, en resumen. Son no solo incultos -si fuera eso no pasaría casi nada, pues nadie le pide a un tipo normal que tenga grandes dotes de orador y pensamientos de filósofo- sino también poco consistentes, ambiguos moralmente, perdidos en su vida, ignorantes de muchas normas elementales de convivencia y comportamiento entre adultos, y, por supuesto, veleidosos y bobos.

Muchas personas muy razonables y maduras contemplan esas seriecillas con interés y diversión. Después de un día de trabajo, en la tranquilidad del hogar, uno se entrega con gran facilidad a la primera agresión que sale de la tele, igual que Chamberlain se entregó a Hitler. Ciertamente no estamos hablando de una agresión directa y explícita. Se atenta contra nuestros valores subrepticiamente, camuflando el esperpento de normalidad. Las groseras termitas de los contravalores van corroyendo los cimientos de nuestra civilización. Y se atenta desde la aparente superficialidad y naturalidad del humor. Nuestro enemigo se nos acerca con una sonrisa y un chiste....¿Quién podría resistírsele?. Se puede ser degenerado y repulsivo con ingenio y simpatía. No pongo ejemplos, que cada uno piense los suyos.

Cuando a uno dejan de hacerle gracia cierto tipo de tonterías previsibles, con sus guiños culturales evidentes, y pasa a otra categoría de humor, se le reprocha que se ha vuelto serio y ceñudo. ¿Podría haber reproche más ridículo y digno por ello de la mejor de nuestras carcajadas?.
Una vez que un personaje de alta alcurnia visitó a su Rey, había alrededor de este último muchos cortesanos que reían por lo bajo acerca del aspecto del visitante, un tanto anticuado para la moda entonces imperante en la Corte. El viejo y sabio noble, experimentado militar y estadista, se dirigió al Rey con las siguientes palabras: “Cuando hace años venía a visitar a su padre los bufones permanecían en la antecámara”.

Y ahora, para nuestra desgracia, tenemos a muchos......ante las cámaras.

martes, enero 17, 2006

Mitos en la Edad de la Razón


Ayer vi un interesante documental en Telemadrid sobre el asesinato de John Kennedy. Por la mañana había enviado un correo a esta cadena pidiendo la emisión de ese documental de Johan Norberg que Documentos TV nunca emitirá.

La desinformación impera. Muy pocos medios se oponen a la mitología de lo politicamente correcto. Y a la confusión se suman los cineastas de Hollywood, algunos de los cuales son el enemigo endógeno de la libertad, con mayor o menor virulencia.

Oliver Stone perpetró un gran engaño al realizar su JFK. El documental de ayer así lo pone de manifiesto. El mismo Stone, entrevistado sobre su película, reconocía haberse tomado ciertas licencias artísticas, haciendo que su protagonista, el Fiscal de Distrito de Nueva Orleans Jim Garrison, interpretado por el guapo Kevin Costner, concentrase en su persona y en su acción en el film a varios personajes diversos que habían tenido relación con la investigación del asesinato de John F.Kennedy. Sin embargo no es esa la única licencia que se tomó. Hubo muchas otras, y todas ellas, seamos claros, descaradamente tergiversadoras de la realidad, contribuyendo por tanto a crear en el espectador una imagen distorsionada de lo que sucedió, y de lo que había detrás. Con su habilidad como director, Stone mezcla imágenes reales con la representación, creando una atmósfera de realismo que otorga veracidad y aparente sencillez a su elaborada mentira.



Cuando hablé de "el guapo Kevin Costner" no lo hice porque su belleza tuviera para mi algún interés en si misma. Sin embargo los pobres espectadores somos más fácilmente embaucados por un rostro hermoso que por una cara fea. Es un ley de nuestra naturaleza.

Como señala la Doctora en Psicología Marion Sonnermoser en su artículo "La Fuerza de la Primera Impresión" (Revista Mente y Cerebro nº 10):

Un importante factor de simpatía lo constituye la belleza. Hacia quien la naturaleza le ha otorgado una piel tersa, abundante cabellera, dientes uniformes, miembros bien proporcionados, una figura esbelta y un rostro atractivo, se dirigen automáticamente todas las miradas. Los psicólogos evolutivos creen que estos rasgos nos atraen porque nos envían una señal positiva en la búsqueda de pareja: "¡Mírame, estoy sano, soy joven y apto para la reproducción; mi desarrollo ha sido normal, dispongo de un buen material genético!" Todos esos principios son válidos no sólo para la elección de compañero, sino también para las amistades y conocidos.

La amígdala, que valora emocionalmente lo que vemos mucho antes de que seamos conscientes siquiera de que lo estamos viendo, etiqueta de forma rápida a los extraños, y después se requiere un gran esfuerzo de conocimiento y compresión para poder quitar sus etiquetas.

Nuestra supervivencia muchas veces dependió de que supieramos intuir las intenciones de nuestros congéneres con gran celeridad. La fealdad puede ir más fácilmente asociada al resentimiento, al odio, a la violencia, y la belleza a una vida tranquila y regalada, a unos ademanes de serena seguridad, a la suavidad de formas....todo esto son prejuicios, desde luego, y demasiadas veces no se corresponde con la verdad, pero prejuicios evolutivamente útiles.

Volvamos a JFK.

Tommy Lee Jones, hombre poco agraciado donde los haya, interpretaba al acusado de Garrison: Clay Shaw. Con la adecuada pericia interpretativa que el oscarizado Jones posee holgadamente, y con una peluca blanca y rizada que no encajaba en esa cara basta y grosera, Shaw era un malo muy creíble, el perfecto conspirador. Pero hagan el favor de mirar a la foto del pobre Shaw, un hombre de negocios visto de pronto envuelto en un lío judicial tremebundo, con cara de cordero degollado o de reo ante el cadalso, y miren de paso a la de Garrison, con ese aspecto de bestial lobo o implacable verdugo . Son reales. Ante ellas las dudas -al menos en mi caso- cambian de objeto, de sujeto...¡Solo con cambiar las caras!....



A todo esto se suma un discurso que Garrison nunca pronunció, que seguramente tome algunos giros de Demostenes, otros pocos de Ciceron, unos pocos de Pericles, y los sazone con algunas notas del canto al pueblo americano de Jefferson y otros padres de la Patria, muy en el estilo de toda película americana de juicios que se precie.

Kennedy fue abatido por un único tirador: Lee Harvey Oswald, un pobre diablo que respondía muy bien al perfil de comunista por resentimiento y megalomanía, un loco que vivió en la Unión Soviética por voluntad propia, y que hacía propaganda de Castro en plena calle, e incluso en radio y televisión. Y Oswald fue abatido a su vez por un tonteras que dirigía un puticlub y que admiraba a Kennedy. El círculo trágico se cierra. Si bien quedan dudas sobre si Oswald pudiera haber sido el brazo ejecutor de una venganza de Castro.



Uno de los historiadores entrevistados en el documental reconocía, casi al final de este, la valía como cineasta de Stone, pero este reconocimiento solamente le servía de base para señalar el flaco favor que el director hacía a la historia, al mezclarla con el mito de la conspiración.

"Stone con su cine llega a todo el mundo, y su versión de los hechos será la que la gente conozca, y aquella en la que crea", afirmaba el historiador.

Y así es como se crean muchos de los mitos y leyendas de nuestro tiempo.

Las grotescas desfiguraciones de Michael Moore son sin duda dañinas. Pero mucho más peligroso es, sin duda, que Spielberg cuente las cosas tal y como él y algún otro creen o quieren creer que realmente sucedieron.

Aún recuerdo la amarga decepción que me llevé al ver la película Troya. Pero aquello fue mito sobre mito, aunque en el mito originario, empero, ya nos demostró Schliemann que había algo de verdad.

Ahora Spielberg se lanza a la aventura de inventar una parte fundamental de la reciente historia del pueblo judío y del conflicto palestino - israelí en Munich.

La película me atrae, como antes me atrajo Troya, porque trata un tema muy interesante y está, de seguro, muy bien hecha.

Pero parece que Spielberg se toma licencias, como Stone, para hacer el relato más "literario". Y es lamentable porque todas las licencias, con mayor o menor intensidad, van en el mismo sentido.

lunes, enero 16, 2006

A Golpe de Insultos

Todos conocemos la marcada tendencia que tienen los "progres de bien" a resaltar las virtudes de quienes practican el vicio. Una loa más o menos a la impenitente imperfección no nos quita ya el sueño, ni, desde luego, nos hace soñar, salvo que seamos unos utópicos incorregibles o unos viciosos que necesitan justificarse ante si mismos haciendo pasar sus miserias por heroicidades, sus disparates por excentricidades propias de su genialidad, sus inconsistencias por líneas de actuación coherentes...etc etc.

Pero la progresía nunca se conformó con alabar lo que debería inspirar lástima o censura. En su siniestra "transvaloración de todos los valores" el anverso de la alabanza del vicio implica el reverso de la censura de la virtud. Como señaló acertadamente quien acuño el término transvaloración: "Toda alabanza implica una censura".

Llevado esto a su extremo tenemos esto otro.

Cuando una vez le pregunté a mi suegra si no le molestaba que todos sus hijos fueran clavados al marido me respondió orgullosa: "yo soy muy decente". Y ciertamente lo es. Pero su decencia en el aspecto sexual es solamente una parte ínfima de su decencia. Me extendería mucho si tuviera que enumerar sus virtudes. El lugar común de la suegra bruja no me satisface en lo más mínimo puesto que cada día que paso junto a mi suegra es desmentido con más fuerza. Si tuviera que evaluar lo que mi suegra me aporta y lo que yo le aporto, tiraría de los números rojos para consignar mi endeudamiento.

Madre y mujer de militares, mi suegra ha sido insultada por unos personajes pequeños y ridículos. Ahora se disculpan de una forma que convierte su insulto en la máxima expresión de la cobardía.

"No quisimos decir hijo puta a todos, solo a algunos". Pero ese algunos queda camuflado tras la palabra "golpistas". ¿Quién es y quién no golpista?.

Ay, queridos nacionalistas, permitidme que os señale que vuestro improperio es vuestro retrato, y el de los vuestros, puesto que lo que vosotros estáis haciendo con el Estatut es un Golpe brutal y traicionero al Estado de Derecho, a la Democracia Liberal y a la Nación Española, que no puede justificarse a golpe de insultos.
Y el CACA de convidado de piedra. Como debe ser.

viernes, enero 13, 2006

Damocles y los Suevos

Los bloqueiros han buceado en las profundidades de la historia gallega para encontrar sus orígenes Suevos.

La decadencia y caída del Imperio Romano, amenamente relatada por Gibbon, trajo a la península a los bárbaros, entre los cuales se encontraba el pueblo Suevo, y dio comienzo a la llamada Edad Media.

El término bárbaro, originariamente, lo utilizaban los griegos para los extranjeros. Con el tiempo, dada la innegable superioridad de la civilización griega con respecto a sus coetáneas (demostrada en el campo literario, científico, guerrero, etc etc), "bárbaro" adquirió una connotación peyorativa, pasando a significar retrasado, inferior.

Quizá la acepción "brutal" llegó precisamente con la caída del Imperio, puesto que los por entonces denominados con justicia, de acuerdo con el anterior sentido, como "bárbaros", conquistaron los territorios del Occidente Europeo, y tomaron el poder en ellos, violentamente (si bien no tanto como se dice).

La barbarie, creen algunos, es algo ya superado. Sin embargo, a poco que reflexionemos, nos daremos cuenta de que no es así en absoluto.

No hace falta mirar a los terroristas islámicos, con sus masacres rituales, para comprender esto. Están entre nosotros, y, en muchos sentidos somos nosotros. Pensadores diversos afirman que nos encontramos en (o de camino a) una Nueva Edad Media, y yo, aunque por razones distintas, creo que así es.

Emil Cioran señalaba, en uno de sus lúgubres y lúcidos ensayos, el eterno enfrentamiento e inevitable simbiosis (como entre los sexos) del escéptico contra el bárbaro.
Hoy se ha apoderado de las almas de la muchedumbre un bárbaro escepticismo que concilia lo peor de la duda y la brutal ignorancia. Una inquisitorial pregunta se suspende sobre todo, pero no se da respuesta a nada, ni se deja que otros la den. Esto es: ni se actúa como el bárbaro con firme resolución ni se hace uso del escepticismo para dar respuestas mejores y avanzar en el camino del conocimiento.

Frente al aluvión socialrevolucionario y nacionalsocialista, descarnado y descarado, los socialistas posmodernos titubean y dialogan, se muestran omnicomprensivos y conciliadores. Solo les incordia quien manifiesta su rechazo frontalmente.

¿Cómo no ibamos a comprender a los bloqueiros, cuando buscan su origen en los bárbaros que destruyeron el Occidente Romano, antecesores de ellos en la labor de construir un nuevo orden destruyendo el espíritu que alentaba el anterior?.

Si, es cierto, Roma estaba descompuesta por dentro, era un cadáver histórico que solo esperaba sus carroñeros. Pero para llegar a ello fue preciso que sus instituciones, y sus gentes, que daban vida a las mismas, se corrompiesen.

¿Vendrán los bloqueiros a culminar en su feudo (nombre harto indicado) la labor que la pasividad, ignorancia, y bárbaro escepticismo de los votantes y representantes del socialismo ha comenzado en el Reino?.

Pende sobre nuestras cabezas una espada, sujeta por una crin de caballo. El Damocles español se entrega al ágape que le han preparado sin reparar en el peligro que corre.

"Miramos a nuestro alrededor ¿Y qué vemos?.....¡¡¡No se ha hundido el mundo, todo sigue igual!!!. ¿Por qué se preocupan tanto por esa estúpida reunión de HB, o por las reivindicaciones catalanas o por la chorrada esa de los Suevos que sueltan ahora los del bloque?. ¡Son unos alarmistas, unos histéricos, unos locos rabiosos, furiosos por estar en la oposición!!!. ¡¡La derecha está desquiciada, con sus compañeros de viaje, los hipócritas eclesiásticos y los violentos e impetuosos militares!!!......"

¡Ay Damocles, mira hacia arriba!. ¡No te alarmes, sigue comiendo y bebiendo!.

Como bien dices no pasa nada......de momento.

jueves, enero 12, 2006

Espanya Goleada


El Español es un club de fútbol que, como su propio nombre indica, es muy español: muy español por nombrarse español, muy español por serlo, y proclamarlo, donde muchos no quieren serlo y proclaman sin ambages ni rubor que no lo quieren ser.

El Español es un equipo visitante cuando juega en casa, y su afición está compuesta de extranjeros en su propio país, expatriados por un regionalismo cutre de horteras provincianos que se declara nacionalista, obligados a un quintacolumnismo españolista en España, pronto Ex-paña, o Espanya.

Su trayectoria deportiva está en sintonía con su trayectoria política, inevitable esta última por el espíritu que alienta su nombre. Un Barça arrollador acompaña al Estatut triunfante, y le mete 6-0 a los humildes zamoranos, pero el 2º equipo de Barcelona, que empata a 3 contra un barrio de Madrid, no cosecha grandes éxitos del mismo modo que la idea de España no logra calar en el electorado catalán en positivo. Y la guerra linguistica ha acabado por convertir al Español en el Espanyol, y quizá a mucha de su afición en espanyola, ambiguedad máxima que no sabemos ya que es, como no sabemos que es el PP catalán, más allá de Partido de Piqué (PP).

Nuestros renuentes compatriotas del Noreste costero votan, nos guste o no, a los nacionalismos rancios de cortas miras, esos que son tanto más antiespañoles cuanto más catalanes se sienten, esos que construyen su identidad, como no podía ser de otro modo, desde la diferencia.

Ayer, en un partido de Copa del Rey, se desplegó una pancarta en las gradas de Montjuic (ver foto).

La TV catalana, como dicen en el Minuto Digital, no tuvo a bien enfocarla en todo el partido, pese a su tamaño y su conspicuo mensaje (tanto por la forma como por el fondo).

Pero esas cosas no le interesan a la CACA.

Si, la CACA, esto es: el denominado burlona pero certeramente como Comité Anticope, cuya "A" añadida, que conforma la hedionda mierda, es la de Antiespañol.

Dada mi insignificancia, espero no ser censurado por esto.

De lo que no me cabe duda es de que Catón (I y II) se avergonzaría de los modernos censores.

miércoles, enero 11, 2006

Panteón del 7º Arte

Tomando el testigo que "benévolamente" me pasa mi amigo "el cervecero", y haciendo un esfuerzo por reducir a diez mis películas favoritas, hago inventario improvisado de joyas del cine.


1) Delitos y Faltas

2) Nicolás y Alejandra

3) Sopa de Ganso

4) El Hundimiento

5) El Círculo de Poder

6) Jungla de Cristal

7) La Batalla de Argel

8) El Manantial

9) Con la muerte en los talones

10) El Padrino


Aclaración: no están colocadas por orden de preferencia.

Espero haber sido breve.

¿Qué cine deleitará a Maestre de Campo?.

martes, enero 10, 2006

El Mundo al Revés


Ayer escuchaba el subprograma "Radio Nikosia" integrado dentro del programa "La Ventana", de la Ser. En él hablan personas con problemas psiquiátricos. Decir "problemas", desde luego, es solamente una forma de enfocarlo entre muchas alternativas. También podría hablarse de enfermedades. ¿Cómo calificaríamos la esquizofrenia, por ejemplo?: ¿Es una inadaptación social? ¿es una disfunción genética?, ¿es el fatal desenlace de la acción de un virus en el útero materno?, ¿es una forma de percibir el mundo original, diferente?.

En "La Ventana" les dedican a los enfermos mentales un espacio, igual que hacen con los presos carcelarios. Todo lo grotesco, todo lo degenerado, todo lo torcido y cutre se mira desde una óptica idealizadora. Después de los atentados del 11-M entrevistaron a muchos musulmanes "de bien", especialmente marroquíes, lo mejor de entre ellos en formas y cultura (y quizá por ello los más fariseos), que insistían en que su colectivo estaba integrado en nuestra sociedad y en que nada tenía que ver con el fundamentalismo asesino.

Quizá querían calmar los ánimos y evitar pogromos contra los moros.

Sin duda debemos conocer un poco más para no prejuzgar, para superar los prejuicios. Pero hay ciertas cosas que cuando uno las conoce pasa de unos prejuicios a otros. Al final, si se profundiza y se valora pausada y sensatamente, se pasa del prejuicio al juicio, o a la suspensión del juicio. Pero el juicio es acción, y uno ha de actuar. Suspender el juicio pirrónicamente es entregarse a la barbarie de los otros, al infierno que son los otros.

Uno puede comprobar que un asesino convicto es una persona que conversa razonablemente. Ya puestos, también lo hace Rovira, si se pone a ello, y dicen que Hitler en la intimidad era entrañable y encantador, casi un osito de peluche.

Uno puede superar el prejuicio y descubrir que los marroquíes son personas en muchos sentidos corrientes, que viven vidas, que tienen familias y afanes, amigos y entretenimientos, costumbres alimenticias y una idea del bien y del mal, etc etc...uno puede descubrir sorprendido en qué se parecen a "nosotros", siendo ese nosotros, de pronto, harto dudoso.

¿Cómo eran los gitanos que ayer acribillaron a tiros en Sevilla a un infeliz que rozó con su coche a una gitanilla que se le echó encima?. ¿Qué tienen en común con nosotros? ¿En qué se diferencian?. Unos señalarán los parecidos, para acercarnos a ellos y a su drama, para que les comprendamos, para que en la identificación otorguemos el perdón. Otros las diferencias, para que su crimen les aleje lo más posible de nosotros y nuestras mansas costumbres y podamos así juzgarles sin sentir lástima. Aunque sin escarbar mucho en sus vidas, ni en las nuestras, damos con una sola cosa, más que suficiente, para juzgar: han matado a una persona sin un motivo plausible.

Se preguntaba Gema Nierga, presentadora de la Ventana (y preguntaba a sus alocados contertulios de Radio Nikosia) , si estaban locos esos "gitanos", cuya etnia resaltaban solamente para decir que no era relevante como factor explicativo.

Una chica de hablar macarra, habitual de esas conversaciones, hacía ante esta pregunta una atrevida hipótesis que pretendía pasase por verdad: las personas aquejadas de diversos tipos de demencia, los clasificados por la sociedad como locos, eran en realidad de lo más pacífico, siendo los únicos perjudicados de sus propios ataques.

Y esto me hizo pensar en aquella enfermera enferma que se paseó, cuchillo en mano, hace no mucho por la Fundación Jiménez Díaz. Era una pobre esquizofrénica. Supongo que un caso excepcional, a partir del cual no cabe deducir que los esquizofrénicos representen un peligro para los demás. Un caso único a sumar a tantos otros casos únicos de episodios violentos protagonizados por personas que padecen cierta enfermedad, aunque no en todos ellos la sangre llegue al río.

Curiosamente, apenas una hora después de que esa radio-tertuliana pronunciase esas palabras, un "segurata" entraba con una escopeta en la sede de correos de Madrid y mataba a 2 excompañeros, dejando muy malherida a una tercera. Seguramente su abogado atribuiría su sangriento crimen a una enajenación mental transitoria. Pero el asesino no quiso pasar por la farsa del juicio. Prefirió volarse la cabeza, esa dentro de la cual algo no iba muy bien.

Se dirá que la masacre la perpetró porque había sido despedido. Si bien sus excompañeros, sacrificados en el altar de su demencia, ya notaban un comportamiento poco normal en el sujeto mucho antes de que ellos mismos firmasen un papel que contribuyó poderosamente a su despido. Por otra parte son muchos los que son despedidos cada día de otras tantas empresas y no vuelven al poco, escopeta en mano, con intenciones homicidas.

¿Está loco, se preguntarán los necios, porque ha cometido el crimen, o comete el crimen porque está loco?. ¿O actuaba con plena consciencia, racionalmente?.

Disquisiciones inútiles. El hecho es que mató a varias personas sin un motivo plausible.

La frontera entre la cordura y la locura es tenue, nos dirán. Es difícil separar lo racional de lo irracional en nuestros comportamientos y pensamientos. Están poderosamente imbricados. Quizá todos estemos un poco locos, y los locos tengan su pedacito de cordura. Pero esas nimiedades deben dejarse a un lado cuando alguien tirotea a un pobre hombre que fue arrollado por una niña, o se mata a unos compañeros de trabajo, proyectando en ellos la responsabilidad de un despido que uno llevaba un mes (el tiempo que llevaba trabajando) pidiendo a gritos, en el mutismo lleno de voces de la psicosis. Unos tienen la mente enferma hasta el punto de que afecta a su conducta de un modo continuado y hace su vida y la de los que le rodean peor. Otros están aparentemente dentro del círculo invisible de los cuerdos, quizá haciendo sus vidas y las de los que les rodean peores, pero manteniéndose en un precario equilibrio, en una paz armada, que se rompe en mil pedazos en circunstancias ligeramente adversas o incluso triviales.

Los gitanos que tirotearon al conductor en Sevilla lo hicieron llevados por un impulso de protección a la prole muy natural, pero violentamente exacerbado, y fuera de lugar. Es evidente que no son personas muy equilibradas, como seguramente no lo sea su modo de vida, que ellos culturalmente escogieron, en la medida en que fueron libres para elegir. Y ambas cosas tienen entre sí mucha más relación de la que en un principio podría pensarse. Su tribalismo anárquico no responde a las exigencias y oportunidades de las sociedades abiertas.

De cada tipo humano cabe esperar un comportamiento, en la medida en que es un "tipo". Las fronteras son difusas, pero del hecho de que dos conjuntos tengan una intersección no se deduce que todos los que los integran estén dentro de esta.

Decir que los enfermos mentales son menos agresivos que la gente sin patologías del "alma" (o si se prefiere del cerebro) es como decir que los conductores borrachos tienen menos probabilidades de tener un accidente, o que los Israelíes y los americanos son los terroristas mientras se sostiene que los terroristas de Irak son "la resistencia", o que...etc etc O sea, el mundo al revés. ¿Para qué seguir?.

lunes, enero 02, 2006

Reduccionismo Biológico y Cultural


Leí el otro día este artículo de Lucía Etxebarría en el dominical de La Razón.

¿Se acuerdan ustedes de "El silencio de los corderos"? ¿La escena en la que el doctor Lecter decía a la agente Sterling que si quería encontrar al asesino no olvidara que los humanos ansían lo que pueden ver pero no tocar?. Lo digo porque recibo montones de cartas enviadas por gente que me cuenta que se ha enamorado de un compañero o compañera de trabajo. Por una razón evidente: lo ven todos los días. Pero muchos de los remitentes de estas cartas ya están casados con otra persona.

A partir de factores como la cultura, la educación y la familia, cada persona configura inconscientemente desde la infancia un conjunto de rasgos que buscará en una pareja. Y cuando estás en el momento adecuado y encuentras a la persona que encaja en ese perfil, los circuitos cerebrales se ponen en funcionamiento y se desencadenan las reacciones químicas. A la postre, el enamoramiento no es más que un alto nivel de dopamina (que aumenta el deseo sexual y provoca euforia) y un aumento de la norepinefrina (responsable de la pérdida del apetito), combinado con un nivel bajo de serotonina (que da lugar a pensamientos obsesivos).
Amamos porque, hace millones de años, nuestros antepasados necesitaban este flujo cerebral, estos impulsos y sentimientos para dirigir su cortejo, apareamiento, reproducción y paternidad. Por eso el impulso del amor está profundamente imbricado en el cerebro humano. Por lo tanto el amor es un instinto animal, el resultado de un flujo químico en el cerebro.

Pero al cuarto año de relación ese flujo se corta. La antropóloga Helen Fisher cree que este ciclo es el remanente de la temporada de reproducción de nuestros ancestros, y viene a decir que un hombre y una mujer deben permanecer juntos al menos hasta que su hijo camine y se destete para que pueda ser cuidado por otros.

Lo que quiere decir es que el cerebro humano se relaciona con un circuito que promueve la unión de parejas durante 4 años. Después ya no funciona la química, sino la cultura, y una persona puede permanecer junto a su pareja porque se siente emocionalmente apegada, pero ya no experimentará ese impulso irreprimible de los primeros tiempos.

El caso es que la química del amor no se limita a los agentes cerebrales que inducen nuestras emociones, porque los humanos evolucionamos con una corteza prefrontal capaz de ayudarnos a controlar nuestros impulsos primarios. Por ejemplo, unas creencias religiosas muy fuertes o el deseo de mantener la posición social suelen bastar para que una persona trate de preservar su matrimonio a toda costa y se niegue a sí mismo la atracción que siente por otros. El hombre, como animal cultural que es, tiene una gran capacidad de reprimirse. De ahí que existan matrimonios que duran toda una vida y se sitúan por encima de la programación genética.

Porque el cerebro es un órgano muy flexible, y diferentes personas lo manejan de diferente manera. Por eso una persona puede sentir un profundo apego por una pareja con la que lleva mucho tiempo y, a la vez, estar locamente apasionado por otra persona distinta. Y se sentirá culpable, sí. Pero la culpabilidad, como el apego, también es una cuestión cultural.



A Lucía le deben escribir muchas personas. Y no me resulta extraño puesto que es una persona famosa, siéndolo además por sus dotes literarias. Muchos la leen y encuentran lo que dice interesante, original, sabio, de su agrado, comparten puntos de vista con la autora..etc etc. Nada más natural que la admiración que le profesan, puesto que ella dice las cosas que, por una razón u otra, ellos quieren oir, y de una forma que a ellos les parece bella.

Yo no estoy en condiciones de valorar su obra literaria puesto que no me considero experto en la cosa y, sobre todo, porque no la he leído. Pero tengo entendido que en ella la sexualidad es tratada con cierto detalle, teniendo un papel que casi podríamos denominar protagonista.

Una sexualidad desnuda -entiéndase esto correctamente-, sin tapujos, libre....

No todo el mundo disfruta de este tipo de literatura o sexualidad. Algunos la encuentran obscena, otros adolescente, otros inmoral, otros superficial. Opiniones, después de todo. Pero debemos tener en cuenta que los lectores entusiastas de su obra comparten con ella un cierto punto de vista sobre asuntos sexuales, una visión moral, inmoral o amoral acerca de la sexualidad y, cómo no, del "amor" (erótico o romántico) que usualmente la rodea y la impregna.

Es posible que en una muestra aleatoria de la población no haya mucha gente que se enamore de un compañero o compañera del trabajo teniendo ya pareja. Sin embargo si esa muestra es tomada de los lectores de Lucía, no sería de extrañar que hubiera muchos, un elevado porcentaje, de enamorados en el contexto laboral , o en cualquier otro habitual (un gimnasio, por ejemplo), pese a tener pareja.

Si uno para por la calle a personas al azar y les pregunta por sus deseo de mantener relaciones extramatrimoniales tendrá variadas respuestas. Si lo hace en la puerta de un Sex Shop las respuestas serán más parecidas. Naturalmente los lectores de la obra de Lucía no son comparables a los clientes de un Sex Shop (aunque los haya que lo sean, igual que muchos que no la leen los visitan). Pero tengo la sensación de que es más probable encontrar a un lector de Lucía comprando en un Sex Shop que a cualquier persona tomada al azar.

Todo esto no es un vulgar prejuicio. Cierto modo de valorar la sexualidad lleva aparejados muchos comportamientos sexuales y no sexuales. Quien considera el amor como algo efímero, como una evanescencia química momentánea o un pesado deber, un via crucis cultural de por vida, como Lucía hace en su artículo, tiene en su poder algunas de las papeletas (bastantes) para que en la lotería de la existencia terrenal le toque llevar (o al menos desear llevar) una vida sexual promiscua.

Como seres humanos nos sería de gran utilidad distinguir el desear del querer. Digo "como seres humanos" puesto que nosotros disponemos, como muy bien indica Lucía, de cerebro prefrontal, a diferencia de otros animales. El cerebro ejecutivo, el cerebro planificador a medio y largo plazo que se supone reside en gran parte en el lóbulo frontal (si bien la neocorteza humana actúa como un todo y está en permanente contacto bidireccional con el resto del cerebro), modula los impulsos llegados del sistema límbico, que constituyen la inmediatez, el deseo desnudo, pero también los afectos profundos, convirtiendo un manojo de instintos en un comportamiento social ordenado y orientado a un conjunto de fines jerarquizados.

Ciertamente la valoración última de lo que es bueno y malo para uno, la jerarquización de fines, no es realizada en el cerebro ejecutivo mas que aparentemente. Nuestro organismo en su conjunto decide lo que desea y esto nos lo expresamos a nosotros mismos a través de la voz interna de la mente a la que llamamos yo, que no necesariamente nos habla con palabras.

Igual de irracional e imperativo sería el impulso a tener relaciones inmediatas con alguien visto pero no tocado (como ese muy real compañero o compañera del trabajo) que el de preservar la pareja que uno tiene. Igual de irracional o de racional, según se mire. E igual de biológico y nada cultural. La culpa no es una cuestión cultural, si bien toma ciertas formas dentro de una cultura, como tampoco lo es el apego.

En lo que se refiere a ese enamoramiento erótico del que Lucía nos habla, no se debe a que algo sea visto pero no tocado. No es un afán por alcanzar lo prohibido. Si nos prohibiesen ponernos chinchetas en los ojos estoy seguro de que no lograrían con ello que la gente deseara hacerlo. Y si no podemos tocar las estrellas no por ello somos menos felices al contemplarlas. Es más, sería un infierno poder tocarlas y el contemplarlas en su elevada lejanía suele producirnos una cierta placidez soñadora.

Hay un imperativo biológico, un deseo de partida, pues. Lucía cree que este aumenta de intensidad cuanto más se ve lo deseado y mayores son las dificultades para tocarlo. Es más, si el objeto de deseo se ve todos los días, el impulso es más evidente. Es posible que un deseo no satisfecho se convierta en obsesión, y se enerve. Aunque también es posible que quien se obsesiona con realizar ciertos deseos los vuelve más apremiantes. Y no es menos cierto que el ver día tras día a una persona hace que esta pierda, a nuestros ojos, la magia inicial. Ver a alguien todos los días, le puedas o no tocar, disminuye el deseo por ese alguien. Prueba de ello es el poco interés en el incesto en casi todos los seres humanos, que surge no por convención cultural (tabú del incesto, exogamia) sino de la naturaleza misma, en circunstancias de contacto continuado entre hermanos a lo largo de años.

No es cosa de cultura, educación ni familia el que uno desee cierto tipo de pareja. Algunos estudios recientes con estímulos olfativos (en los que se daba a oler a una serie de personas la camisa sudada de otra serie de personas y se les pedían opiniones sobre el atractivo de las mismas) apuntan a que buscamos parejas inmunológicamente compatibles con nosotros para tener hijos más sanos y menos susceptibles de enfermar. Pero esos estudios van sacando a la luz solamente unas pocas evidencias. Muchas otras las encontraremos si evaluamos nuestras apetencias sexuales a la luz de la educación recibida en el entorno familiar o escolar. ¿Qué factor cultural exactamente es el que hace, por ejemplo entre los hombres, entre los que me cuento, que a uno le gusten las negras, a otro las gordas, a otros otros hombres y a muchos las top model rubias de ojos claros mientras que a pocos las nonagenarias?....Lucia habla de factores culturales pero no aclara cuales.

¿Cúal es, en cualquier caso, ese difuso perfil de compañero que estos estímulos externos crean en nosotros?. Porque es evidente que ni la cultura, ni la educación ni la familia nos crean el deseo sexual, ni su objeto natural. Aparte que el perfil es tan difuso que no se corresponde con nadie en concreto. No hay medias naranjas. El pensamiento categórico (el que abusa de las categorías), ese al que somos todos tan dados, obvia esta difícil cuestión.

Por otro lado deberíamos preguntar a Lucía si considera a la cultura independiente de la biología.¿No es la cultura, como diría Harris, una adaptación humana a condiciones tecnoeconómicas y tecnoecológicas de su ambiente?, ¿podría en este caso considerarse la educación independiente de la biología?.....¿Y qué decir de la familia, entidad biológica por antonomasia en la que gobiernan los genes con un poder absoluto?.

Al final Lucía incurre en un reduccionismo biológico poco coherente con su visión culturalista al afirmar que el enamoramiento no es más que un alto nivel de dopamina (que aumenta el deseo sexual y provoca euforia) y un aumento de la norepinefrina (responsable de la pérdida del apetito), combinado con un nivel bajo de serotonina (que da lugar a pensamientos obsesivos).

Para ella, si no he entendido mal sus palabras, el enamoramiento sería un efecto de la cocaína, puesto que esta es un poderoso agonista de las catecolaminas, concretamente la dopamina y la noradrenalina (conocida ahora como norepinefrina porque una farmacéutica patentó la "adrenalina").

Así que si uno quiere enamorarse no tiene más que meterse un par de rayas.

Decir que a la postre el enamoramiento es eso, pues, es confundir un estado de excitación con uno de excitación sexual y este último con el enamoramiento.

Y ello por no hablar de la importancia que tiene en la sexualidad, más que en ninguna otra cosa, la interconexión entre soma y mente, entre el resto del organismo y el cerebro. Si hemos de hablar de sexualidad es preciso hacerlo del sistema neuroendocrino, y de los órganos reproductores, y no solamente de las subidas de nivel de ciertos neurotransmisores en el sistema nervioso central.

Cuatro, además, son los años que dura esta orgía química en el cerebro. Ni 2 ni 8. Y culminado el plazo debe cumplirse, parece ser, la sentencia de muerte del amor. Después acaba este y es sustituido por cultura. Y es que "un hombre y una mujer deben permanecer juntos al menos hasta que su hijo camine y se destete para que pueda ser cuidado por otros".

Los devaneos de cualquiera de ellos antes del plazo de los 4 años no se entienden bien, tampoco que su enamoramiento dure más, incluso toda una vida. ¿No hay acaso una química del denominado por Lucía "apego"?. Ciertamente la hay, y los neurocientíficos la están buscando. La explicación culturalista de relaciones duraderas no se sostiene ni el tiempo que se sostendría un matrimonio solamente cultural en nuestros tiempos.

Nuestros instintos en cualquier caso no se desarrollaron en nuestro tiempo. Así pues el hombre y la mujer no deben permanecer juntos hasta que el niño camine y se destete y pueda ser cuidado por otro. En los ancestrales entornos naturales dicha unidad solo se rompería, en todo caso, cuando el niño se valiera por si mismo. Y ni siquiera eso es cierto pudiendo un único progenitor -generalmente la mujer- hacerse cargo del niño.

¿Cuidado por "otros" el niño, pues?: ¿pensamos acaso en la República platónica, donde los niños se entregaban al Estado para que los educase?. Demasiado moderno para la evolución.

Dice Lucía que es la cultura la que preserva las relaciones una vez superada esa fase de enamoramiento químico de cuatro años. Pero también dice, a continuación, que el uno permanece al lado del otro porque "se siente emocionalmente apegado", lo cual es una burda contradicción, puesto que las emociones no son un producto de la cultura, y, desde luego, no son algo que esté "por encima de la programación genética". Y el cerebro no es "usado por distintas personas de distinta manera", puesto que uno no "maneja" su cerebro, sino que ES su cerebro, o una emanación, un epifenómeno, del mismo.

En fin, que los matrimonios se mantienen "a toda costa" (suponemos que con un gran esfuerzo represor por parte de quien lo mantiene). El matrimonio de toda la vida se convierte según esto en un vía crucis de hipócritas reprimidos, dado que se contraría a los genes, que nos exigen mantener relaciones de 4 años (ni más ni menos), y después otra. Una vez pasan los 4 años parece que uno no puede sentirse atraído ni amar (lo que para Lucía parece ser lo mismo) al compañero/a.

Comprendo que Lucía, con su dilatada y variada experiencia sexual, literariamente sugerida o contada, pretenda hacer de ella una especie de filosofía, pero no es admisible llevar la justificación personal hasta el extremo de pretender hacerla pasar por filosofía natural, esto es, por ciencia.

Vamos, que su filosofía vital será la que ella elija, que me parece muy bien, pero la ciencia es otra cosa mariposa.

Si algo es cultural, tal como lo plantea Lucia, escapa al control de los genes, de la circutería cerebral, de la naturaleza, por lo que es algo que necesariamente es elegido consciente y libremente. Pero ay, resulta que esa elección consciente y libre nos dice Lucía que la hace...¡El cerebro Prefrontal!.

Hacemos lo cultural porque queremos, en última instancia. Esa sería la idea de fondo. Pero incluso en ese caso no nos explica Lucía porqué queremos lo que queremos y no otra cosa. Por la cultura, dirá, pero entonces estamos en la pescadilla que se muerde la cola.