Un Señor periodista denuncia a Losantos. Transcribo y comento parte de una entrevista que le han realizado en Periodista Digital.
“¿Por qué ha demandado a Jimenez Losantos ante el fiscal General de Estado? ¿No encuentra que debía haber sido la propia Fiscalía o los partidos políticos quien lo hicieran?
En realidad no le he demandado. Lo que he hecho es presentar un escrito en el Registro General de la Fiscalía General del Estado informando de la publicación de un artículo en el que desde mi punto de vista se vierten graves acusaciones contra el Rey. En concreto se le acusa de amparar un supuesto golpe de estado que habrían dado el PSOE y ERC al aprobar la propuesta de reforma del Estatuto de Cataluña. Este delito es un delito público que debería ser perseguido de oficio”.
Parece ser que para este señor lo realmente grave en estos momentos no es que los políticos catalanes se confabulen contra España, sino que alguien lo denuncie e incluya en esa denuncia otra sobre una cierta aquiescencia o pasividad de la casa Real.
Y hace llegar, ni más ni menos que a uno de los principales interesados en quitar de en medio a Losantos, el tantas veces denostado por él Cándido Conde Pumpido, una copia del artículo polémico, supongo que con la sana intención de que encarcelen o acallen al informador.
Prosigue:
“Sin embargo, ello no iba a ser así, porque supongo que el Fiscal General del Estado, que sigue instrucciones del gobierno, no tendría intención de iniciar la actuaciones de oficio. ....”
El Gobierno por tanto es bueno, muy bueno, y no reacciona ante la acción violenta de una hiena informativa, por lo visto para que FJL no se convierta en un mártir de la libertad de expresión. Las únicas victimas, las verdaderas, son los que pactan la descomposición del Estado, no aquel que lo denuncia o aquellos ante quienes lo denuncia, insistimos.
Quien denuncia, como Demóstenes denunció a Filipo, como Cicerón denunció a Catilina, es el verdadero enemigo del pueblo al que quiere salvar. El discurso invierte las realidades. El perverso que se hace la víctima es el defensor de las victimas al que se declara perverso.
Pese a todas las evidencias, claramente acalladas, el 11-M no fue mas que un atentado islamista por la guerra de Irak. Leamos:
“Yo no entiendo cómo ni el Partido Socialista ni el Ministerio del Interior han presentado querellas criminales contra quien, cada mañana, realiza insinuaciones cada vez más claras sobre la supuesta implicación del PSOE y de agentes de la policía y de la Guardia Civil en los atentados del 11-M. Entiendo que no se le quiera dar la oportunidad de convertirse en un martir de la libertad de expresión, pero todo tiene un límite, y no se puede permitir que alguien actúe impunemente porque tenga detrás a la Iglesia o a cualquier otro grupo de poder. Creo sinceramente que Federico Jiménez Losantos está injuriando constantemente a personas e instituciones con la intención de crispar a la sociedad española para desestabilizar al Gobierno. Y las injurias a las instituciones del estado están penadas por la Ley”.
Esto es, FJL quiere derrocar al gobierno desde la radio e internet, con maquiavélica malevolencia. Se olvida, once again, quien está derruyendo el Estado desde la cúspide de sus instituciones políticas. Hay un Estatuto que trocea el país en discusión en estos momentos en el Congreso de los Diputados, sede de la soberanía nacional (si, nacional, Española) y los negritos africanos atacan –directamente: atacan- nuestras fronteras, animados por los tiros que a sus espaldas hacen los chicos de Mohamed.
Pero el problema es Losantos.
Le preguntan:
“¿Es usted oyente habitual de FJL? Creo que ya realizó otra campaña anteriormente para que le retiraran de los microfonos de la COPE”.
Responde:
“Si. Creo que Federico Jiménez Losantos no acata absolutamente ninguna norma de deontología profesional, por eso he recogido casi 6.500 firmas que piden a la Conferencia Episcopal que le retiren de la dirección de La Mañana. No se trata de callar una opinión o modificar una línea editorial, sino de garantizar que el principal programa informativo de una de las principales cadenas de radio españolas se realice de acuerdo a las normas y a las tecnicas del periodismo, separando información, opinión y publicidad, contrastando datos...”
No se trata de callar una opinión o modificar una línea editorial, no. Pero quieren encarcelar a Losantos, o alejarle del ejercicio de la profesión de informador. Eso no es acallar su voz, pese a que le pongan una mordaza. Y tampoco modificaría la línea editorial de LD que se prohibiesen las opiniones de su editor.
¡JA!.
Yo no sé a quién quieren engañar, pero seguro que lo consiguen. Mientras lo realmente grave pasa en nuestras mismas narices, en el centro político y social de nuestro país, alguien señala con el dedo a quien se lamenta, protesta y denuncia, y distrae a algún despistado espectador.
3 comentarios:
Encima conspiranoico. Encima losantiano. No sé cómo te supuse inteligente y sutil. Me equivoqué de medio a medio. Y como puedes ver, yo sé reconocer mis errores.
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