Nos dice Gilles Kepel en su "Yihad" que el origen intelectual del islamismo moderno puede encontrarse en tres autores: Qotb, Mawdudi y Jomeini. Los dos primeros, sunitas, que "predicaron" en Egipto y Pakistán, no lograron formar en torno a si un movimiento de masas que permitiese la creación de un Estado Islámico. En cambio Jomeini, chiíta él, se hizo con las riendas de la gigantesta Persia, el Irán moderno, en 1979, tras muchos años de enfrentamiento con el Sha, y gracias a una feliz conjunción de circunstancias políticas y sociales.
Dejando a un lado a Qoth y a Mawdudi, me centraré en aquel que logró el objetivo de fundar un Estado Islámico.
El pensamiento de Jomeini es interesante en la medida en que nos ilustra acerca del totalitarismo inherente a su credo religioso y político (que vienen a ser lo mismo).
En su obra "El Estado Islámico" podemos encontrar algunas perlas totalitarias que conviene reseñar.
"Las leyes religiosas contienen una serie de distintas disposiciones que constituyen un amplio sistema social. En esta construcción jurídica global se encuentra todo lo que es necesario para el mantenimiento del orden entre las personas, comenzando por los modos de comportarse respecto de los vecinos, los descendientes, los ascendientes y los conciudadanos. En dichas leyes se toman en consideración los asuntos personales, entre los cuales se cuenta la vida matrimonial. También se regulan las circunstancias de la guerra y de la paz, las relaciones entre los estados. Se encuentran allí preceptos de derecho penal y otros referentes a la reglamentación del comercio. La finalidad de las leyes islámicas consiste en educar a los hombres para que sean una personificación viva de las leyes de Alá. El sagrado Corán y la transmisión de las palabras del profeta -que Alá le bendiga y le dé la paz- contienen todas las instrucciones y preceptos que necesita el hombre para la felicidad y para el logro de su perfección".
Eso dice Jomeini. Ahora vayamos al diccionario de la RAE:
Totalitario: Dícese del régimen político que ejerce fuerte intervención en todos los ordenes de la vida nacional, concentrando la totalidad de los poderes estatales en manos de un grupo o partido que no permite la actuación de otros partidos".
Parece que el carácter totalitario del pensamiento de Jomeini no admite duda. En última instancia se pretende abarcar absolutamente todos los aspectos de la vida en sociedad bajo la ley islámica. Podría incluso creerse que un gobierno articulado sobre estas ideas sería "Gobierno de Leyes" y no de hombres, dado que se supedita todo al orden legal del Corán y los Hadith. Sin embargo al plantearse la cosas de esa manera uno incurre en un burdo autoengaño. Porque es evidente que ningún código legal o religioso contiene la totalidad de posibles casos y soluciones, y menos aún uno escrito en su mayor parte hace más de un milenio, cuando las cosas eran muy distintas y, en comparación con nuestro tiempo, miserablemente sencillas.
Introduce Jomeini también la idea de la educación como finalidad de la ley, en definitiva como finalidad última de la sociedad, configurada esta como está por la ley. Todos los totalitarismos precisan una masa humana correctamente educada....en sus restringidos valores. Así, el musulmán que vive bajo el Gobierno de las leyes islámicas llegará a ser personificación viva de esas leyes, interiorizándolas, haciéndolas carne.
El gobierno de las leyes islámicas se revela como la arbitrariedad de la camarilla dirigente en las propias palabras de Jomeini, tomadas del octavo imán para apoyar sus argumentos:
"Si alguien pregunta por qué Alá, el omnisciente, ha nombrado a aquellos que tienen poder de mando sobre vosotros, y por que se ha impuesto a la gente obedecerlos, entonces hay esta respuesta: la humanidad está obligada a unas reglas de comportamiento. Si se violan estas reglas se sigue el camino de la ruina. La gente se siente limitada por las reglas. Ella no quiere ir por el camino recto y a menudo no se atiene a las leyes de Alá. Por tanto debe establecerse una alta personalidad de confianza que cuide de que nadie transgreda los marcos establecidos o vulnere los derechos de los demás. Si no existiese esa personalidad nadie renunciaría a su satisfacción, a su gusto y a la consecución de sus propios intereses y necesidades. Con ello surgiría por sí misma la infelicidad para las otras personas. Cada uno querría oprimir a los demás para engrandecer sus posesiones".
La última parte parece un alegato contra el liberalismo y el capitalismo en boca de un comunista de la vieja escuela marxista - leninista. La primera parte es solamente la típica justificación de un déspota. El Padre de la patria, el politburó,....en fin: el Monarca Persa que alude a una moral que solo él conoce bien y ha de imponer por una especie de sagrado deber a los demás. El pastor conduce a su rebaño, con su bastón de dura madera y su perro mordedor.
Algo muy propio de los totalitarismos es buscar fuera de si la causa de todos sus males endógenos. Del mismo modo que los soviéticos atribuían gran parte de sus males al Imperialismo capitalista y el resto a cosas tales como el sabotaje, al espionaje y a la contrarrevolución, Jomeini ve en los tejemanejes perversos de los "poderes coloniales" el origen de todos los problemas en el mundo islámico. De no haber sido por ello, afirma Jomeini, se habría logrado "el Estado islámico, que habría garantizado la unidad de los musulmanes". Nada menos cierto, y su guerra con Irak así lo atestigua.
Una prueba clara de que el pensamiento totalitario que Jomeini expresa es inherente a su credo es el ejemplo que pone para justificar el asesinato político y étnico, tomado de la vida y andanzas del mismísimo profeta:
"Su santidad el venerable profeta -que Alá le bendiga a él y a sus descendientes y les conceda la paz- eliminó a los judíos de su vecindad porque provocaban la inquietud. Los judíos querían arruinar la sociedad islámica; ellos dañaron al islam y a la sociedad islámica. Su santidad nos dio ejemplo con su vida de cómo teníamos que comportarnos cuando el poder nos perteneciera: cuando la justicia. la verdad y el islam se pongan en peligro, el poseedor el poder debe tomar medidas duras y no debe mostrar compasión en ninguna situación".
La Shoa anticipada un milenio y pico. Si estas palabras se modifican un poco a nadie le parecería inverosimil que hubiesen sido dichas por Himmler, por ejemplo. Porque Alemania eliminó a los judíos porque provocaban la inquietud, querían arruinar la sociedad germánica, dañaron al Reich y a la sociedad germánica......etc etc.
Ahora Irán desea desarrollar energía atómica, supuestamente con fines pacíficos. Próximamente hablaré de su odiado vecino, Saddam, y de sus relaciones con Francia y con Chirac, que explican muchas cosas posteriores al 11-S y cómo puede un país petrolero apostar por la energía nuclear.
"La Espada de Alá". Gerhard Konzelmann. Editorial Planeta.
"La Yihad". Gilles Kepel. Ediciones de Bolsillo.
2 comentarios:
Buen artículo, querido amigo.Es una verdadera lástima que los temas sobre el islam vayan perdiéndose en la rueda de tus otros artículos. Si tu bitácora lo permite, te sugiero que crees categorías y a una de ellas la denomines "Islam", donde puedan ir enlazados todos tus trabajos sobre la materia.
Un saludo cordial.
Gracias Policronio.
Quizá un día de estos me meta a hacer algunos pequeños cambios en el blog, entre los cuales podría estar el de agrupar los textos por categorías.
Un saludo.
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