El capitalismo es malo, muy malo. Y ello pese a haber hecho mejorar ostensiblemente las condiciones materiales de nuestra especie. Y es hermano del fascismo, pese a asentarse en el individualismo, la propiedad privada de los medios de producción, el imperio de la ley y la democracia.
Y el comunismo es bueno, muy bueno. Aunque haya dejado una estela de más de cien millones de cadáveres en su paso triturador por el mundo, en un cuenta y sigue que penetra el siglo XXI amenazante. Y es enemigo del fascismo, pese a tener su fundamento, como este, en la propiedad colectiva de los medios de producción, el imperio de la elite gobernante, el antiliberalismo y el totalitarismo.
Esta repartición de papeles moral se debe a que el último es idealista y progresista, mientras que el primero es realista y posibilista. Y a los casquivanos de toda laya les parece estupendo, porque no son capaces de percibir la estrecha relación existente entre las ideas políticas y su realización práctica. El realismo y el posibilismo les parecen estéticamente incorrectos. Y a un tiempo creen que los desastres del comunismo se deben a una mala aplicación de las verdades marxistas, o, en todo caso, a un seguimiento demasiado literal.
El Comunismo conduce siempre a la pobreza, la opresión y el estado de guerra. No hay ninguna excepción a esta norma. El capitalismo, pese a la rémora implacable y chupóptera de la socialdemocracia, ha llevado a la prosperidad allá donde se ha permitido su desarrollo (que no es otra cosa que el desarrollo del intercambio, cosa muy natural, en libertad). Pero sus divergentes resultados no son suficientes para condenar al comunismo y alabar al capitalismo. El ideal de igualdad entre los hombres es más poderoso que la constatación de la realidad de sus diferencias, y mucho más poderoso que la percepción de los crímenes que se han cometido en su nombre.
En la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa se aprobó una propuesta de condena internacional sobre los crímenes del comunismo. Pero no se hizo sin la frontal oposición de los socialistas.
Tenemos que recordar lo malo que fue Franco, pero se corre un "estúpido" velo sobre las atrocidades comunistas en nuestra guerra (y fuera de ella).
La otra tarde en la SER hablaban varios conocidos contertulios sudamericanos del giro a la izquierda que se está dando en sus tierras. El jersey de Evo fue durante unos minutos protagonista. Evo es un idealista que, llevando el jersey, quiere simbolizar su naturalidad y su falta de pretensiones. Pero la perversión capitalista ha sacado ya tajada comercializando espuriamente el jersey, para obtener el sucio beneficio empresarial. El jersey se vende ahora... ¡¡¡¡por 180 dólares!!!!....¿Y alguien lo compra?. Pues debe ser que sí que tiene ese desorbitado precio.
El tierno Evo pone a su hermana de "Primera Dama" (expresión, por cierto, made in USA), en línea, por un lado, con los Faraones Egipcios y otros monarcas absolutos de la Antigüedad (aunque imagino que sin boda ni tálamo) y por otro con la desvalorización del matrimonio como fundamento de la sociedad propia de la izquierda.
Carnicerdo, no sé si en esta u otra tertulia del día anterior, hablando desde Argentina, decía que en la Venezuela del Gorila Rojo el nivel de vida de los pobres había aumentado increíblemente.
La cosa es que los ultraliberales Estadounidenses miran con sorpresa y recelo los cambios que se están produciendo en su vecindad continental, temerosos de esta nueva ola de idealismo socialista, nos dicen a coro los expertos en propaganda de la izquierda.
El socialismo vuelve, como se ve, y le acompañan otros idearios, y otras acciones, más propios de otra cultura pero igualmente totalitarios, en su lucha contra el vil capitalismo.
Dos apuntes para acabar, uno con el socialismo y otro contra el capitalismo, tomados ambos de emisiones en esta semana de concursos de televisión:
1) Jesús Vázquez, en su programa "Allá Tú", al ver que había un concursante con una camiseta de la selección de fútbol de Chile, se congratuló de la victoria de una socialista en las elecciones de este país. "Una mujer presidiendo Chile por primera vez....¡¡Y además socialista!!!, ¡¡¡cómo mola!!!".
2) Carlos Sobera, en el programa "Quieres Ser Millonario", preguntó a su concursante qué profesión había desempeñado Margaret Thatcher antes de lanzarse a la arena política. Había 4 opciones: Abogada Criminalista, Reportera de Guerra, Química y una cuarta que no consigo recordar. El concursante dudaba y Carlos hacía como que le echaba una mano comentando las distintas respuestas. Al hablar de "Abogada Criminalista" como una posibilidad, soltó: "Bueno, podría ser, por lo de criminal....¡¡Uy, perdón!!!".
Así está el patio, que le vamos a hacer.
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