viernes, enero 13, 2006

Damocles y los Suevos

Los bloqueiros han buceado en las profundidades de la historia gallega para encontrar sus orígenes Suevos.

La decadencia y caída del Imperio Romano, amenamente relatada por Gibbon, trajo a la península a los bárbaros, entre los cuales se encontraba el pueblo Suevo, y dio comienzo a la llamada Edad Media.

El término bárbaro, originariamente, lo utilizaban los griegos para los extranjeros. Con el tiempo, dada la innegable superioridad de la civilización griega con respecto a sus coetáneas (demostrada en el campo literario, científico, guerrero, etc etc), "bárbaro" adquirió una connotación peyorativa, pasando a significar retrasado, inferior.

Quizá la acepción "brutal" llegó precisamente con la caída del Imperio, puesto que los por entonces denominados con justicia, de acuerdo con el anterior sentido, como "bárbaros", conquistaron los territorios del Occidente Europeo, y tomaron el poder en ellos, violentamente (si bien no tanto como se dice).

La barbarie, creen algunos, es algo ya superado. Sin embargo, a poco que reflexionemos, nos daremos cuenta de que no es así en absoluto.

No hace falta mirar a los terroristas islámicos, con sus masacres rituales, para comprender esto. Están entre nosotros, y, en muchos sentidos somos nosotros. Pensadores diversos afirman que nos encontramos en (o de camino a) una Nueva Edad Media, y yo, aunque por razones distintas, creo que así es.

Emil Cioran señalaba, en uno de sus lúgubres y lúcidos ensayos, el eterno enfrentamiento e inevitable simbiosis (como entre los sexos) del escéptico contra el bárbaro.
Hoy se ha apoderado de las almas de la muchedumbre un bárbaro escepticismo que concilia lo peor de la duda y la brutal ignorancia. Una inquisitorial pregunta se suspende sobre todo, pero no se da respuesta a nada, ni se deja que otros la den. Esto es: ni se actúa como el bárbaro con firme resolución ni se hace uso del escepticismo para dar respuestas mejores y avanzar en el camino del conocimiento.

Frente al aluvión socialrevolucionario y nacionalsocialista, descarnado y descarado, los socialistas posmodernos titubean y dialogan, se muestran omnicomprensivos y conciliadores. Solo les incordia quien manifiesta su rechazo frontalmente.

¿Cómo no ibamos a comprender a los bloqueiros, cuando buscan su origen en los bárbaros que destruyeron el Occidente Romano, antecesores de ellos en la labor de construir un nuevo orden destruyendo el espíritu que alentaba el anterior?.

Si, es cierto, Roma estaba descompuesta por dentro, era un cadáver histórico que solo esperaba sus carroñeros. Pero para llegar a ello fue preciso que sus instituciones, y sus gentes, que daban vida a las mismas, se corrompiesen.

¿Vendrán los bloqueiros a culminar en su feudo (nombre harto indicado) la labor que la pasividad, ignorancia, y bárbaro escepticismo de los votantes y representantes del socialismo ha comenzado en el Reino?.

Pende sobre nuestras cabezas una espada, sujeta por una crin de caballo. El Damocles español se entrega al ágape que le han preparado sin reparar en el peligro que corre.

"Miramos a nuestro alrededor ¿Y qué vemos?.....¡¡¡No se ha hundido el mundo, todo sigue igual!!!. ¿Por qué se preocupan tanto por esa estúpida reunión de HB, o por las reivindicaciones catalanas o por la chorrada esa de los Suevos que sueltan ahora los del bloque?. ¡Son unos alarmistas, unos histéricos, unos locos rabiosos, furiosos por estar en la oposición!!!. ¡¡La derecha está desquiciada, con sus compañeros de viaje, los hipócritas eclesiásticos y los violentos e impetuosos militares!!!......"

¡Ay Damocles, mira hacia arriba!. ¡No te alarmes, sigue comiendo y bebiendo!.

Como bien dices no pasa nada......de momento.

1 comentario:

Nomotheta dijo...

Y quizá acaben también con la democracia liberal, otra vez....