lunes, febrero 06, 2006

Dos Opciones


El Ministro de Exteriores danés podría dar lecciones de lo que es Estado de Derecho y de cómo funciona a nuestros politicastros de tres al cuarto. Dijo este fin de semana, en unas declaraciones sobre las famosas caricaturas, que su gobierno no tenía potestad para castigar a un periódico, puesto que esto era competencia de los tribunales de justicia. ¿Cómo no se le ocurrirá montar un CAC?.

Y el Ministro del Interior Libanés -si, también ese- podría dar lecciones de lo que es responsabilidad en el cargo al haber dimitido del mismo como consecuencia de destrozos en la Embajada Danesa de Beirut. ¿No habrá ningún alma caritativa que le meta un Montillita de mil kilos en el bolsillo para que reconsidere su dimisión?.

Un Ministro de Exteriores se ve obligado a puntualizar sobre cuestiones de política interior. Uno de Interior se ve obligado a dimitir por un asunto de política exterior. La globalización está en marcha, vivimos en un mundo interrelacionado.

Lo que pasa en un lugar del mundo afecta enormemente a lo que sucede en todos los demás. Y puede producirse el efecto mariposa de que una caricatura pintada por un humorista en el frío norte de Europa desate violentos disturbios callejeros en el cálido Oriente Próximo, igual que la electrocución de dos delincuentes mientras huían de la policía fue la chispa que encendió el fuego en el que ardió París. Unos dibujan y otros queman y asesinan.

Florentino Portero, analista del GEES, decía ayer en Telemadrid:

"En la calle musulmana y en los medios de comunicación musulmanes se ofende continuamente al credo católico, a las iglesias cristianas y, sobre todo, al judaísmo. Esto es inaceptable y es mucho más inaceptable que las antiguas comunidades cristianas maronitas, cananeas, asirias y coptas estén desapareciendo del islam por presión desde la calle y desde sus gobiernos. Hay que exigir, por encima de todo, paridad....La UE no puede seguir concediendo ayuda económica a gobiernos que actúan de esta forma".

Solo puso algunos ejemplos, pero no nombró, quizá por considerarlo demasiado evidente, el más paradigmático de ellos, el de Arabia Saudita, cuna de Mahoma y centro de multitudinaria peregrinación, dónde no existe una sola Iglesia cristiana, una sola sinagoga...ni nada de ninguna otra religión que no sea la musulmana. En muchos kilómetros a la redonda de la Kaaba no hay más Dios que Alá.

Pero estas cosas se pueden ver desde dos ópticas radicalmente distintas. Tenemos a Zapatético, su Alianza de Civilizaciones y su carta, dictada por el amo turco por un lado, y a Bush, su discurso sobre el Estado de la Nación y sus declaraciones por el otro.

Como dijo George Bush en el discurso arriba enlazado: "Optaremos por actuar con confianza al perseguir a los enemigos de la libertad, o por abandonar nuestros deberes con la esperanza de una vida más fácil".

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