lunes, febrero 06, 2006

Soy, luego Agredo



Toda política articulada en torno a la identidad lo está en torno a la diferencia, por lo que es invariablemente una política de confrontación, de guerra.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El socialismo aspira a que todos seamos iguales.

El nacionalismo se aferra a lo que tenemos de diferentes.

El liberalismo propugna que seamos iguales ante la ley, para que nuestras diferencias puedan expresarse pacíficamente.

Nomotheta dijo...

Certera síntesis.