Juan me envió hace ya tiempo su artículo pidiéndome que lo leyera y le diese un parecer. Le había dicho unos meses antes que la física cuántica me parecía muy interesante, y había charlado con él acerca de la historia y los personajes de esa profundísima y fundamental aventura intelectual. Pero quizá con ello le creé un espejismo, le hice creer que tenía aptitudes y conocimientos para juzgar en ese recóndito terreno de lo infinitamente minúsculo.
Unificar la mecánica cuántica con la relatividad general de Einstein, lo ínfimo con lo descomunal, es un reto para titanes, y saber matemáticas y física superiores es imprescindible para poder asumirlo. Yo no podía complacer a Juan en este terreno, y me avergonzaba un poco por ello.
¿Cómo decírselo?....¿Cómo hacerle saber que su artículo, que empecé con interés, iba mucho más allá de lo que yo podía comprender?. Sencillo: diciéndoselo.
Pero su entusiasmo era inagotable, y al oír que no me veía capaz insistió diciéndome que en su artículo las matemáticas estaban reducidas a la mínima expresión, y que era perfectamente asequible para cualquier persona de inteligencia media y un poco de inquietud.
No contento con eso me regaló un libro de divulgación científica que trataba el tema de su artículo de un modo sencillo y con una aproximación histórica: “Entrelazamientos”, de Amir Aczel.
Leí la obra con rapidez y me maravillé de la no localidad y los entrelazamientos, y de los avances en la física de nuestro tiempo, pero no obtuve fuerzas de ello para avanzar yo en el artículo.
El otro día Juan me reenvió un correo de Aczel. El autor del mentado libro, físico de gran talla él, celebraba el artículo de Juan y pedía reunirse con él próximamente en un encuentro matemático internacional.
Le respondí:
“Hola Juan,
No sabía que se lo hubieras mandado a Aczel. Su libro es muy interesante, y está planteado de forma divulgativa, que hasta un no físico como yo puede más o menos comprender.
Me alegro que tengas la oportunidad de compartir tus ideas con Aczel, con quien seguro tendrás un profundo y fructífero entendimiento científico del que probablemente se hable en otros libros aún por escribir.
Ojalá y yo pudiera apreciar correctamente la belleza y exactitud de vuestros desarrollos matemáticos”.
Quizá tengamos entre nosotros a una de las mentes mas preclaras de la física de nuestro tiempo, y de todos los tiempos, pero....¿estamos en condiciones de juzgarlo?.
Quien crea estarlo que visite su página, en la que ha publicado su artículo.
Por una vez puedo decir orgulloso que conozco a un experto en la “materia”.
Y si no me equivoco carece de financiación pública.
Brillante iniciativa privada.
3 comentarios:
Insisto tanto a ti Javier como al resto de interesados que no es dificil entender mi articulo del que solo podreis encontrar un resumen en mi web.¡Animo! Juan
Como bien decías ayer, mejor me lo explicas mientras tomamos una botella de vino. Aunque no te garantizo que mi comprensión de los fenómenos que estudias vaya a mejorar mucho, si bien me maravillaré con tu descripción divulgativa de los arcanos de la materia.
Fíjate que mi cuñado Ralf, que es físico, tras leer el artículo me dice que tiene que repasar algunos conceptos para captarlo correctamente. ¡Y eso lo dice un físico cuya especialidad fue la física cuántica!.
Naturalmente, como ya imaginarás, me ha dicho que es un artículo de primer orden.
Gracias por visitarme.
Un abrazo.
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