El texto que a continuación voy a reproducir, escrito por un tal Antonio Pérez Henares, representa la antítesis de mi pensamiento, pero lo cuelgo aquí como curiosidad, pues lo leí ayer......¡¡¡En la Razón!!!.
“El país más rico y poderoso de la Tierra puede llevar hombres a la luna y ejércitos al último rincón del planeta, pero ha sido incapaz de sacar a sus compatriotas del lodazal mortífero de Nueva Orleáns. El supuesto líder mundial del progreso y la civilización ha puesto al descubierto sus miserias dejando a su población más pobre y débil abandonada durante días a la intemperie. El espejo de las democracias se ha hecho añicos en una orgía desesperada de saqueos, robos, asaltos, violaciones y asesinatos donde la ley era la de la jungla y su balanza una pistola. Los norteamericanos, atónitos, no alcanzan a comprender que "eso"
El escrito destila un antiamericanismo primario y grosero, y merece un somero análisis.
Comienza el autor por resaltar la riqueza y el poder Estadounidenses, señalando dos logros innegables de este país: el envío de hombres a la luna y el desarrollo de un ejército moderno y funcional que puede golpear en cualquier parte del mundo. Sin la riqueza y el poder de los americanos son debidos a un superior mérito ni se plantea. Pero se sugiere, a través de los logros mencionados, que seas cuales sean las virtudes de ese pueblo, solo sirven para cosas irrelevantes (llegar a la luna) o malas (conquistar territorios). Queda claro que todo ello es superfluo y errado ante la incapacidad para sacar a los conciudadanos de un lodazal infecto.
No queda lugar aquí para especular acerca de la pertinencia de las conquistas militares de EEUU, y de la bondad que en ellas pudiera haber. Implícitamente son calificadas de malas.
Asimismo debemos dar por sentado que llegar a la luna es algo espectacular, pero innecesario (o eso cree en su cortedad de miras el articulista). Y de ahí a afirmar que lo del alunizaje fue un montaje de Hollywood hay un paso (el que Armstrong dio sobre nuestro satélite).
Por cierto que otro Armstrong sufre estos días el antiamericanismo visceral de los franceses, que no soportan que gane 7 tours.
Los americanos son, pues, brillantes en cosas necias, malas o prescindibles, y unos perfectos inútiles cuando hay que dar el do de pecho.
Supone nuestro autor que se supone que Bush es el líder mundial del progreso y la civilización. Tiene la ironía de un sofista barato. Porque lo supone para enfrentar esa suposición a una certidumbre: “Bush ha puesto al descubierto sus miserias dejando a su población más pobre y débil abandonada durante días a la intemperie”. Alguien podrá discutir el liderazgo de Bush en cuanto a civilización y progreso se refiere, pero no cabe titubear respecto a la incontestable verdad de sus miserias al descubierto, que no se aclara cuales son, y la clara dejadez en sus funciones (también habría que ver cuales son en este asunto) con consecuencias calamitosas para miles de pobres hombres (y mujeres).
Se pone en un lado de la balanza a un papanatas pasota, y en el otro a 10.000 o más pobres hombres, dechado de virtudes, humildes, buenos.
¿Qué pretendéis que pese más? ¡¡¡Por Dios todopoderoso!!! ¡¡¡Somos humanos!!!.
¿Quién no experimenta lástima y conmiseración, por un lado, y rabia y odio, por otro, ante el triste panorama de miles de personas arrojadas por la dejadez de un líder indiferente al abismo de la intemperie?.....
Cuesta ver la verdad a través de tanto prejuicio, tanta mentira, tanta propaganda, estando como estamos tan lejos del lugar y de la experiencia. Pero para algo tenemos el cerebro, aparte de para fabular y para sentir, ¿verdad?.
Por ejemplo podemos utilizar la criba de nuestra racionalidad para desechar afirmaciones gratuitas y carentes de todo peso intelectual como esta: “El espejo de las democracias se ha hecho añicos en una orgía de saqueos, robos...etc”.
Lo que ha sucedido en Nueva Orleáns es que ha desaparecido el imperio de la ley. Nada que ver con que EEUU sea una democracia o una dictadura. El caos del Katrina ha desmantelado todo el aparato que hacía cumplir las leyes. Lo demás es naturaleza humana en situaciones límite, y elementos fuera de la ley con espacios abiertos en los que actuar, como un lobo en una ancha y profunda pradera llena de dispersas ovejas sin pastor.
Pero nuestro autor debe tener un cierto gusto por los sistemas políticos alternativos a las democracias, en los que, sobra decirlo, la ley no impera por igual para todos.
Los norteamericanos están “atónitos”, dice el columnista de la Razón, no comprenden que “eso” les suceda a ellos, que el tercermundismo esté entre ellos. Pero yerra de lleno al hacer una generalización tan categórica, metiendo a todo americano en el mismo saco de perplejidad. El deseo oculto y poderoso del Sr Pérez sería que todos los americanos, de California a New York, estuviesen consternados, hundidos, no dando crédito. Le gustaría que así fuera porque eso corroboraría su aún más estúpida afirmación de que son “autosatisfechos” y “acríticos”.
Esa clase de tipos humanos son los que dan origen a todo verdadero “Sistema”. Los pernos, los engranajes del socialismo real. Y un “sistema” es lo que ve este cantamañanas en la compleja, rica, variada, múltiple, plural....etc sociedad americana.
Pero eso que el llama “sistema” ni es el sistema de la sociedad americana ni puede serlo en sociedad alguna, porque la humanidad tiene muchos más matices que los que demuestra el esquematismo pueril de Don Antonio, o el esquematismo pueril de cualquier planificador de mira estrecha.
Lo que sucede en EEUU es que hay libertad.
Y si ha habido un caos, no ha sido absoluto, pues no pilló a todos los ciudadanos de Nueva Orleáns por sorpresa en medio de su cotidiana actividad. Y si ha habido una incompetencia, no ha sido total, pues llegó ayuda. Y la parálisis del Gobierno sencillamente no sucedió, puesto que se puso en movimiento desde antes de que llegara el huracán.
Sin duda la única imagen estereotipada, que nos deja estupefactos y nos produce profundo e íntimo rechazo, es la que tiene de EEUU el perpetrador de esas líneas vulgares cargadas del antiamericanismo más simplón.
Culmina el perínclito con el lugar común mil veces repetido pero no por ello una sola vez cierto: las prestaciones sociales no existen en el país de la libertad.
4 comentarios:
casi completamente de acuerdo salvo en un par de puntualizaciones.
decir que el autore del texto de la razon que criticas tiene un gusto por los sistemads alternativos a la democraia me parece un golpe bajo. recuerda que no estas hablando de un articulo en el pais, sino en la azon. deebrias usar argumentos diferentes en casos diferentes.
y por otro lado, dices que lo que ha pasado en NO es una mezcla entre falta de ley, situaciones limite y naturaleza humana. de acuerdo con als dos primeras, pero si pretendes decirme que la naturaleza humana, asi en su plenitud, es eso, ues para el mundo que me bajo.
ahora si, otra cosa te digo en la que podriamos estar de acuerdo: los que dicen que "esto en españa no pasaria" van listos.
propon una catastrofe similar (caso que pudiera darse) en almeria o murcia (en donde vivo yo) y mira si no habria robos, saqueos y demas.
por cierto, soy judas (a lo mejor me recuerdas de unos coments en "la benevolencia del cervecero", es que blogger no me carga bien las paginas)
no he leido el libro, pero tengo ya ganas desde hace tiempo. desde hace mucho tiempo, la verdad.
tienes razon: a mi me da un apena increible ver a mucha gente que se alegra de lo que pasa en NO. pena me dan los que se alegran, por supuesto. no entiendo como alguien se puede alegrar de la miseria humana, ni aunque le sirva para criticar a bush.
vamos a ver: a mi bush no me ce bien, no comparto muchas de sus politicas ni tampoco las opiniones de muchos americanos, pero eso ni me convierte en antiamericxano ni en anibush ni en antinada smplemente no estoy de acuerdo con diferentes cosas y lo digo.
pero de ahi a alegrarse de que lso compatriotas y votantes de bush mueran... media justo lo mismo que entre la vergüenza y la falta de esta.
yo seguire criticando als medidas de bush que considere criticables (igual que las de zp, las de rajoy o las de lula, el que sea) pero eso no es obice para sentir solidaridad y brindar apoyo a los damnificados.
por cierto, sigo sinedo judas, que blogger me odia...
Hola a todos,
El autor del citado texto pudiera ser un demócrata sincero, no lo sé. Pero si es así no argumenta del modo adecuado, en mi opinión. Y, desde luego, la procedencia del error me importa bien poco, sea la Razón o el País. Aunque de este último medio se esperaría más esta clase de artículo. Ya lo decía revel en su obsesión antiamericana, aquí en Europa el antiamericanismo no es patrimonio exclusivo de la izquierda ideológica: también hay esperpentos de derechas.
Sobre la naturaleza humana hago hoy un breve apunte. Creo que si hemos tenido entre nosotros una Teresa de Calcuta o un Gengis Khan será porque hay acervo genético para ello, y la humanidad de unos no excluye la barbarie de otros (o incluso dentro de una misma persona un determinado acto inhumano o egoísta no excluiría siempre otros benevolentes o altruistas).
Habrá que estar con un pie dentro y otro fuera del mundo, y no precipitarse a bajar.
No he leído la obra de Saramago y confieso que tengo ciertos reparos en hacerlo (no solo políticos).
Según me dijo mi madre (que si lo leyó), el libro es siniestro, enormemente desagradable y de un pesimismo que raya en la nausea sartriana.
Como bien dices hay gente que reparte y gente que saquea, hay Gengis y Teresas.
Gracias por la cita de Xavier Sala I Martín. Dado que imparte clases en Columbia tiene la “desgracia enorme” de vivir en EEUU y hablar con conocimiento de causa sobre las cosas que por allí acontecen....
Tengo entendido que la socialista que quedó en N.O. lo hizo por voluntad propia (aunque quizá sean las malas lenguas y se vio atrapada por una mezcla de ineptitud y estulticia en medio de la vorágine).
Cabe suponer incluso que muchos de los que allí quedaron lo hicieron por voluntad propia. Pero no me atrevo a decirlo muy alto, no sea que se trate de una verdad.
No conviene defenderse demasiado de los ataques infundados, pues sino uno no haría otra cosa que defenderse, dada la malevolencia de los críticos.
Por Dios, tómese esto último como una ironía.
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